Mentiras y mentirosos. Una visión justa y ecuánime de la derecha norteamericana. La edición de este libro en el mercado español tiene el mérito de dar a conocer cómo se «las gastan» los comunicadores de derecha, sus encubrimientos, sus medias verdades en un contexto de engaño que sirve para que la sociedad estadounidense se vaya […]
Mentiras y mentirosos. Una visión justa y ecuánime de la derecha norteamericana. La edición de este libro en el mercado español tiene el mérito de dar a conocer cómo se «las gastan» los comunicadores de derecha, sus encubrimientos, sus medias verdades en un contexto de engaño que sirve para que la sociedad estadounidense se vaya inclinando hacia una consolidación de valores de insolidaridad, individualismo, darwinismo social, etc, pero creyendo al mismo tiempo que son más compasivos, patriotas y libertarios (en el sentido estadounidense de eliminar o reducir al Estado) que nunca.
El traductor, muy meritorio, Francisco Ramos, debe conocer sobradamente los argots y juegos de palabras de las modas vigentes. Al Franken es un liberal, que es considerado allí un ‘izquierdista’, como también lo son en esa clasificación local The New York Times o el Washington Post, que ocultaron protestas en sus páginas y se tragaron e hicieron suyos los argumentos que para invadir Iraq puso la propaganda del Presidente Bush y todo el corifeo de medios declaradamente patrióticos (leer conservadores) como la Fox. Esas mentiras repetidas y amplificadas por el eco que unos medios transmiten a otros, sin verificar la realidad, han logrado que todavía hoy, haya más de un 30 por ciento de estadounidenses que crea que Iraq ha tenido armas de destrucción masiva y que se han descubierto. Ellos logran que se derrumben carreras políticas de candidatos progresistas o se minimicen u oculten datos de la biografia de Bush.
Al Franken, con humor y retruécanos en cada párrafo, con estilo anglosajón, parecido al de Michael Moore, quizá en algún momento excesivamente prolijo, va atacando y desmontando a esos totems de la comunicación derechista. Ellos practican un periodismo «informativo» y de opinión sectario, muy atento a las citas (falseándolas) y detalles para, obviando el bosque, truncar las ramas de la credibilidad ajena. Además, sus empresas periodísticas forman parte, junto con las fundaciones de estudio, de toda la maquinaria de la transmisión de ideología que trabajan sin descanso. Repite que hay una continua demonización de los medios ‘progresistas’ bajo el arrullo de la objetividad falaz de los valores naturales, patria, dios, familia. Y cómo los valedores de aquellos, tras los que se ocultan los poderosos y ricos estadounidenses, apoyan a un Bush mentiroso pero que está ganando estas últimas batallas por la, según el autor, falta de coraje de sus contrincantes demócratas, entre los que se encuentra.
La dialéctica de los comunicadores que menciona me recuerda a la de Pedro José Ramírez o el difunto Herrera, más que a la de Ussía. En todo caso, el libro nos da la oportunidad de entender por qué el público estadounidense apoya la guerra o como se cree los mensajes de que la disminución de impuestos a los ricos va a procurarles mejores programas asistenciales. Una mezcla de ingenuidad trufada con engaños de marketing sociológico. El retrato de una «democracia» en la que los medios de comunicación, ante la carencia de cualquier forma de organización partidaria en el sentido europeo, se convierten en alfareros de la conciencia de las masas. Lo que podría ocurrir dentro de unos años en nuestro continente, si no ha ocurrido ya.
Autor: Al Franken
Título: Mentiras y mentirosos. Una visión justa y ecuánime de la derecha norteamericana
Editorial: Debate, Madrid, 2004