1. El colmo de la idiotez: Para reprimir el descontento de la población ante su agudo desempleo y miseria, «el gobierno de Peña Nieto compró armamento extranjero en 2016 por 991 millones de dólares». Se rearmó al ejército, la marina, la policía federal y a policías estatales; además se adquirieron cientos de miles de cámaras […]
1. El colmo de la idiotez: Para reprimir el descontento de la población ante su agudo desempleo y miseria, «el gobierno de Peña Nieto compró armamento extranjero en 2016 por 991 millones de dólares». Se rearmó al ejército, la marina, la policía federal y a policías estatales; además se adquirieron cientos de miles de cámaras de vigilancia, se contrató personal para fortalecer a las fuerzas armadas y, lo más importante, se asistió a cursos militares programados por EEUU, Israel, Colombia y otros países. Con ello el gobierno -dice- tiene garantizado la seguridad del país ante una «delincuencia desatada».
2. Yo digo que el gobierno tiene un grado extremo de locura. Se informa que la tendencia de otros países de América es a aminorar la compra de armamentos, pero en México -después de la firma de la Iniciativa Mérida por Bush y Calderón en 2007- como puede verse, la compra de armas camina hacia cifras record. Este actuar del gobierno de México es gravísimo: no sólo porque lo que se gasta podría muy bien ser usado para crear empleos, sino porque cualquier política -no amenazada internacionalmente- que se dedica a comprar armas, lo único que hay que pensar es que serán usadas para asesinar a su pueblo.
3. Se informa burocráticamente que sólo hay alrededor de 350 mil elementos de las fuerzas armadas, pero no se sabe cuántos cientos de miles de «colaboradores» están tras ellas porque es «un secreto de Estado». No poseo el dato de número sobre cuantos conformaban esas fuerzas en 1993, antes del levantamiento del EZLN en Chiapas; pero es bien sabido que partir de entonces y adelantándose al terrible desempleo anunciado con el inicio del TLC, las fuerzas armadas se multiplicaron. No olvido las grandes mantas que se colocaron por militares en capitales de estado solicitando hombres para contratarse en el ejército.
4. ¿Qué sabemos de ese ya muy famoso grupo político/económico Alianza del Pacífico integrado por México, Perú, Chile y Colombia, cuatro países incondicionales de EEUU muy entretejido con el militar Comando Norte (North Com) y el Comando Sur que son parte importante del Pentágono, la CIA, el FBI, la DEA y la NSA? Me parece grave ese crecimiento yanqui en el sur de América, sobre todo después de los gobiernos de Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay que estaban dando magnífica batalla contra el imperialismo yanqui en la región.
5. Señala Eduardo Ibarra, en su columna Utopía, que «El gasto militar mexicano comprende toda la operación, salarios y armamento de las fuerzas armadas y es superior a los recursos públicos que el país destina para ciencia, tecnología e innovación. Y por supuesto que no incluye las compras realizadas en el mercado negro por los corporativos criminales y sus socios de cuello blanco». En México no puede subir el salario mínimo a por lo menos 150 pesos por día porque el gobierno y empresarios se niegan, pero gastan miles de millones en armas y no salimos a la calle a exigir su renuncia.
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