La criminal pasión de poseer, Manuel Fernando Macías Libros de la herida, nº 3 Colección Poesía en resistencia. Se preguntaba el Vladimir Maiakovski de «Poesía y Revolución» por los elementos que son indispensables para iniciar el trabajo poético. Pluma, lápiz, máquina de escribir, teléfono… enumeraba el poeta de octubre, y al poco consideraba […]
La criminal pasión de poseer, Manuel Fernando Macías
Libros de la herida, nº 3 Colección Poesía en resistencia.
Se preguntaba el Vladimir Maiakovski de «Poesía y Revolución» por los elementos que son indispensables para iniciar el trabajo poético. Pluma, lápiz, máquina de escribir, teléfono… enumeraba el poeta de octubre, y al poco consideraba también un paraguas para escribir bajo la lluvia. Un paraguas para seguir escribiendo bajo la sucia lluvia de palabras del mundo.
De la mano de Ovidio, del viejo verso contra la posesión del amor, Manuel Fernando Macías, se moja, resiste, truena contra la propiedad, relampaguea ante la desesperanza, es fina lluvia que refresca en la vida y el amor y se encapota cuando habla de los meteorólogos de la palabra y la muerte. «La criminal pasión de poseer», número tres de la colección Poesía en Resistencia de la editorial sevillana Libros de la herida, es un libro-paraguas, un refugio de palabras tejidas para vencer la desventura pegada a los zapatos, un libro para saltar los charcos de ponzoña de quienes usan malas artes, un libros donde se nos habla de la dignidad y de todos sus laberintos, del crimen de la propiedad, de la militancia política desde la rotunda voz del camarada que, desde su puesto, trabaja desde la geométrica verdad del que sabe que «Perdiendo batallas uno es más fuerte/ Tiene más paz/ Aprende.»
La terca y bella reivindicación de que los versos no sólo se queden en el papel, si no que puedan propagarse por los márgenes para hacerse voz de todos y todas, otorga al poemario la rotundidad exacta del que perdió la fe pero tiene todo el sitio de la esperanza, del que busca la dignidad de los lobos. Más allá de una mirada poética sobre la experiencia política, el libro reflexiona sobre las dificultades, conflictos, virtudes y peripecias diversas del vivir. Y es una decidida apuesta por la honestidad, con mecha, contra la propiedad («Quisimos amarla/Pero amarla juntos»), repleta de hermosos versos que desgranan cómo se produce la destrucción de la aventura por la especulación burguesa, poniendo también el foco en el mercado cultural y sus estrellas en versos como el demoledor «La fama es la confirmación de las sospechas».
«La criminal pasión de poseer» afirma que la vida es como una llama frente al viento pero también se pregunta por quiénes encienden los ventiladores. Sí, la pregunta que subyace es qué y quiénes. Y cuáles son los nombres de aquellos que nos dan la mano para llevarnos por autopistas atestadas camino del ocio esclavo, en vagones hacia la muerte en vida. Palabras con una profunda carga de dignidad y filo, de verdad y piedra.
Maiskovski y su voz, que tantas ocasiones se había elevado delante de una multitud que lo escuchaba, desaparecieron de un balazo. El hombre elegido para ejecutar a Ernesto Guevara se empapó de alcohol buscando el arrojo. Póngase sereno y apunte bien, que va a matar a un hombre. Dos balas de las que aquí aún quedan los casquillos, no como reliquias de un camino que dicen acabado, sino como esquirlas de una memoria provechosa, fértil. Manuel Fernando no le hace los números a la muerte, ni a sus pistolas o supermercados: su propuesta avanza desde un profundo sentido de la vida como desafío y tentativa y sabe dirigirse a los que, como nos explicaba Bertolt Brecht, poseen muchas formas de matar: Quitarte el pan/No curarte de una enfermedad./ Meterte en una mala vivienda. /Empujarte hasta el suicidio…
Acompaña magníficamente a los poemas la exquisitez de los editores, pues se trata de una cuidadísima edición que incluye un marcapáginas con poema inédito y un certero gráfico de portada, realizado por Miguel Brieva (autor de la serie «Dinero» o de «La Gran Enciclopedia Clismón»), que dialoga muy bien con los textos.
Un paraguas para escribir bajo la lluvia. «La criminal pasión de poseer», del autor gaditano Manuel Fernando Macías, es un cobijo contra la tormenta de palabras inútiles. Es, también, una colección de formas de nombrar las pérdidas y la resistencia. Aquí se canta desde la exasperación y el horror, desde la vida y el amor. Ya lo decía Arnold Hauser: «El criterio de fecundidad de un arte comprometido no estriba en la solución de crisis y conflictos, sino en combatir la ilusión de que -en medio de los peligros y bajo el signo de la catástrofe- todavía se sigue viviendo en un mundo sin peligro alguno».
Más información en: www.librosdelaherida.blogspot