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Council of Americas y la Bolsa tomaron examen a presidenciables

Fuentes: La Arena

El Council of Americas hizo su reunión anual en Buenos Aires y tomó examen a los presidenciables. Los tres principales dijeron presentes y trataron de sacar la más alta nota ante el lobby de las trasnacionales y bancos extranjeros.

El Council of Americas es el poderoso lobby que nuclea a las empresas y bancos multinacionales con asiento en Estados Unidos e inversiones en Latinoamérica. Su sede está en Nueva York, en relación directa con la bolsa de Wall Street y los negocios financieros. No por nada el alma mater del Consejo es el grupo Rockefeller, que dominó antes Nelson Rockefeller y luego su hermano David. Por cuestiones etáreas la Chief Executive Officer del lobby es Susan Segal, también rockefelleriana, del JP Morgan Chase.

El origen de ese banco, hoy el mayor de EEUU, fue el Chase Manhattan, luego que deglutiera a otros competidores, hasta fusionarse en 2000 con el JP Morgan, para adquirir su actual denominación. Aunque algunos admiradores del sistema financiero imperial rindan pleitesía a Segal y hasta la contraponen a los «fondos buitres», los Rockefeller y sus colegas han sido los mayores bandidos de la historia. Fueron causantes y beneficiarios de la crisis financiera de 2007-2008; Paul Singer es un poroto al lado suyo. El Council realiza sus reuniones en Nueva York y recibe a presidentes y aspirantes argentinos; y también baja al VIP Alvear Palace Hotel de Buenos Aires para sus convenciones con monopolistas, banqueros y políticos domesticados (perdón, domésticos).

Eso volvió a ocurrir este el 26 de agosto, bajo el título de «Perspectivas económicas y políticas de la Argentina» (poco imaginativos, lo repiten año a año). El ladero porteño de Segal, y siempre presente en las reuniones, es Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio, donde se nuclea la burguesía burocrática de exportación e importación. La CAC en los 90 fue integrante del Grupo de los 8, neoliberal a ultranza, con la Unión Industrial, la Sociedad Rural, la Asociación de Bancos, la Cámara de la Construcción y otras cámaras de los monopolios.

Allí fueron a exponer Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa, más Horacio Rodríguez Larreta, Aníbal Fernández, Alejandro Vanoli y el cierre a cargo de Axel Kicillof.

Macri sintetizó su propuesta presidencial en reducir la desigualdad y la pobreza, mejorar la calidad institucional y de la justicia y otros conceptos que saliendo de su boca tienen otros significados. Una ciudad tan desigual como la Capital Federal estuvo a poco de costarle caro a su sucesor Rodríguez Larreta en el reciente ballottage

El simpático Daniel

Scioli viene marcando tarjeta con Segal en Buenos Aires y en Nueva York, donde un par de años atrás fue a decir que la provincia que gobierna demandaba inversiones por 15.000 millones de dólares. No parecen haber llegado.

El miércoles quiso presentarse ante ese empresariado como el presidente confiable y de negocios seguros para el gran capital e inversionistas. «Estoy apoyado por el partido gobernante y los gobernadores de provincias», dijo, aunque la mancha de lo ocurrido con la elección de Tucumán no daba para reivindicarla tanto.

El candidato del FPV se hizo el simpático con el establishment empresarial y en un par de breves pasajes habló en inglés. Lo hizo para recordar que cuando era ministro de Turismo, en 2001, fue a hablar con el secretario de Estado Colin Powell para pedirle que levantara alertas de peligro para ciudadanos norteamericanos que viajaban al país, por la crisis de aquel año. Y siempre en inglés, refirió que también charló con Ted Turner en su estancia de la Patagonia, en 2002, para pedirle que la CNN no diera tanta cobertura a situaciones de violencia en Argentina. Si hay violencia, que no se note…

El sábado 29 Scioli se entrevistó con un personaje de escasa relevancia internacional y numerosas acusaciones en su país por financiación ilegal y corrupción, Nicolas Sarkozy. Como el visitante ya había recibido a Macri en el hotel Four Seasons de Retiro, el bonaerense no quiso ser menos y también fue. En su crónica del encuentro, Página/12 contó que en parte del mismo Scioli habló en francés con el ex presidente galo.

¿Querrá dar imagen de políglota el compañero de fórmula de Carlos Zannini?

Lo importante no es tanto el idioma en que se hable sino las cosas que se piensan y se hacen. El discurso suyo, como el de los otros dos competidores, fue perfectamente en línea con lo que esperaban Segal y los sponsors del Council, entre otros la agroquímica Monsanto, la minera Barrick Gold, el Citibank, la petrolera Panamerican Energy, Coca, Telefónica, etc.

Memoria, desmemoria

La confusión política del peronismo respecto al grupo Rockefeller no es privativa de su candidato presidencial. En junio de 2012 Cristina Fernández de Kirchner fue agasajada por ese lobby neoyorquino y allí anunció muy feliz que Monsanto había confirmado la inversión en la planta de semillas en Malvinas Argentinas, Córdoba. «Ya tiene la folletería y cuando eso ocurre es porque la decisión de inversión ha sido confirmada», dijo.

Por suerte para los vecinos de esa localidad, la fuerte resistencia popular logró paralizar hasta ahora la construcción de esa planta que puede ser peligrosa para la salud y el ambiente.

Con motivo de los aniversarios de la revolución de Mayo y otras fechas históricas, el Gobierno nacional impulsó actividades culturales y políticas. Es muy bueno tener memoria, pero si se recuerdan tan vívidamente acontecimientos de casi doscientos años atrás, con tanta mayor razón podrían tenerse en cuenta cosas que sucedieron en fechas más cercanas.

Por ejemplo, que Nelson Rockefeller, el notorio jefe de esa dinastía, en junio de 1969 vino en gira de inspección virreinal a Buenos Aires. Eran tiempos del dictador Juan C. Onganía y a la salida de una de las manifestaciones de protesta fue asesinado por balas policiales el periodista y militante Emilio Mariano Jáuregui. ¿De eso ya se olvidó el oficialismo para bendecir al Council of Americas?

El JP Morgan es el mismo banco que en 2001 confeccionaba el índice de «Riesgo País», que agitaba hacia la crisis, el default y la devaluación. Eso incentivó la deuda externa y llevó a la solución represiva de los 39 muertos del 19 y 20 de diciembre de ese año. ¿Eso también fue olvidado por el gobierno kirchnerista? Este 26 de agosto envió al Alvear Palace Hotel como oradores al jefe de Gabinete, el candidato presidencial, el titular del Banco Central y el ministro de Economía, para el evento organizado por ese banco.

La Bolsa o la vida

Tras disertar ante Segal, Scioli salió apurado rumbo a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde la presidenta concurría como invitada al acto del 161 aniversario.

CFK reafirmó la política aplicada por el kirchnerismo en estos doce años, no siempre coincidente con los reclamos de los dueños de casa, encabezados en varios de estos fastos por el recurrente titular, Adelmo Gabbi.

Respondiendo a algunas críticas actuales y la presión para devaluar, la jefa del Ejecutivo acudió al ejemplo de Brasil que viene devaluando el real y de todos modos tiene déficit de la balanza comercial, un rojo que aquí no se repite. La oradora deslizó su fuerte sospecha de que quienes plantean esa solución devaluatoria no están preocupados por mejorar la balanza comercial sino por apreciar sus depósitos en dólares, acá y en el extranjero.

La nota de Alfredo Zaiat (Página/12, 30/8), titulada «Adelmo», recordó que este personaje es «uno de los 204 contribuyentes argentinos que figuran como titulares de cuentas no declaradas en el HSBC de Ginebra que fueron citados a declarar por la jueza María V. Straccia». Allí hay una cuenta de la Caja de Valores, por 17 millones de dólares, donde varios directivos de la Bolsa, entre ellos Gabbi, figuran como apoderados.

La presidenta, en ese contrapunto con esos directivos, expresó: «la verdad es que debo confesar que me encanta venir siempre a la Bolsa porque es uno de los pocos lugares donde uno siempre escucha lo mismo». Lo suyo fue irónico, pues en medio de dificultades internacionales no se pueden tener las mismas recetas, pero para la Bolsa lo importante fue que la jefa de Estado dijo presente.

Con esas presencias, más allá de los controles del Banco Central, la entidad se blanquea como decana de los pulpos parasitarios. Salvando las distancias, es la Wall Street de Buenos Aires, un antro de la timba financiera y de financiamiento para las «empresas líderes» (léase monopólicas).

Según Wikipedia, la Sociedad Rural, fundada en 1866, es «la entidad gremial (patronal) más antigua del país». Es raro que los agentes de bolsa e inversionistas en el HSBC no hayan reclamado la rectificación de ese dato, pues la Bolsa fue fundada en 1854 y celebró su 161 aniversario.

Asegura tener 4000 socios pero en abril sólo votaron 518 para elegir a 12 miembros, un tercio de su Comisión Directiva, que luego, entre cuatro paredes, eligió presidente y demás cargos. Su forma elitista y poco democrática no le impide dictar cátedra de economía, finanzas, política y relaciones exteriores.

Gabbi y los suyos saben bien lo que quieren. Una pena que los referentes del proyecto «nacional y popular» también se hinquen a rezar en el templo financiero en vez de correr a latigazos a los mercaderes.

 

Fuente: http://www.laarena.com.ar/opinion-council_of_americas_y_la_bolsa_tomaron_examen_a_presidenciables-145581-111.html