La revolución de la información está transformando mentes y cuerpos. Un artículo en la revista de high-tech «Wired» pasa desapercibido: los EEUU tantean cotidianamente las capacidades de defensa de naciones soberanas (no se especifican cuales, nos imaginamos) para comprobar su potencial y sus defensas en una eventual ciberguerra. El jefe al mando del centro del […]
La revolución de la información está transformando mentes y cuerpos. Un artículo en la revista de high-tech «Wired» pasa desapercibido: los EEUU tantean cotidianamente las capacidades de defensa de naciones soberanas (no se especifican cuales, nos imaginamos) para comprobar su potencial y sus defensas en una eventual ciberguerra. El jefe al mando del centro del CyberCommand de la USAF, Lt. Gen. Robert J. Elder Jr., al responder a la pregunta «What do we consider to be an act of war in cyberspace?» no tiene dudas: «The military is not going to tend to do that (use virtual strike capabilities) until you cross some line that constitutes an act of war.» Todavía no se anima el Establishment modificar qué es un «acto de guerra» y qué no, pero esto también se va modificando. La guerra ya no es entre naciones con fronteras nítidas, embajadas, ejércitos uniformados, comunicados oficiales, banderas e himnos nacionales. La guerra eterna declarada el 19/11 por Bush ha significado que el enfrentamiento amigo-enemigo trasciende todos los niveles de identificación del pasado. Incluso el de combatiente y no combatiente. La «Guerra en Red» (Netwar en la terminología de la RAND Corporation) es una cara más en la guerra de baja intensidad, una nueva vuelta de tuerca en el conflicto basado en formas de organización, estrategia y tecnología en red. La definición clásica de Netwar es «an emerging mode of conflict (and crime) at societal levels, short of traditional military warfare, in which the protagonists use network forms of organization and related doctrines, strategies, and technologies attuned to the information age». Estamos en guerra y no lo sabíamos. Sí, Orwell tenía razón: hoy la paz es la guerra total. Los frentes de combate en la red son difusos, multidimensionales, ambiguos, amorfos, intermitentes. Un frente clásico de la cyberguerra es el terrorismo (y atención que no sólo incluye a Al-Qaeda), otro frente de combate es el activismo social en términos de alianzas de ONG’s y grupos de la sociedad civil (categorizados como fenómenos subversivos: en la jerga policíaco-administrativa Hacktivism, Netpolitiz, Smart Mobs); ahora hay un tercer frente: el de los bloggers. Si el término no es nuevo, es una categoría que utiliza el Pentágono desde inicios de 1990: Cyberwarfare, Netwar, ahora le sumaríamos una nueva subcategoría: Blogswarfare y su equivalente a nivel del conflicto: Social Netwar. Hace un tiempo, desde el estallido de la Web 2.00 unido al cada vez más bajo coste de los ordenadores y la alta tecnología (¡la revolución de las fuerzas productivas!), podemos notar en EEUU (no sólo: basta ver China o la nueva Rusa imperial de Putin) la preocupación de los poderes por eliminar o reducir a su expresión mínima a este espacio libre de autoridades centrales, de controles burocráticos, de comisarios políticos o editores en jefe. A la creciente bibliografía e informes de expertos en los «Think Thank» de EEUU y Europa se le suman las medidas represivas concretas, ya sea de prevención (Preemption), de riesgo (Risk) o de retribución punitiva (Retribution). El intento de control de la Red abarca cinco ámbitos teóricos y prácticos: el tecnológico, el social, el narrativo, el organizativo y el doctrinal. Para los estrategas los internautas críticos son «luchadores» (Fighters) y los más peligrosos son los que están más interconectados (se transforman en «nodos» de inteligencia), los que están unidos por estrechos lazos sociales (ideológicos y étnicos), lo que disponen y manipulan tecnologías de comunicación «seguras» y comparten una historia común («por-qué-estamos-juntos-y-qué
Una facción ve a los blogs como riesgosos para la seguridad, que acarrean problemas con la moral de combate y de diseminar información no deseada que llega al gran público. La otra (que incluye a muchos oficiales superiores, como el Gen. David Petraeus llamada «Lets Soldiers Blogs») considera los blogs (a los blogs bien «adecuados») como una fuente valiosa de contrainformación, y una forma de que las tropas ordinarias pueden construirse una adecuada percepción de su país y de la tarea que realizan. Las dos almas del Big Brother siguen en puja. Hay un informe sobre blogs de 2006 llamado , «Blogs and Military Information Strategy«(«Los blogs y la estrategia de información militar») que ofrece un tercer enfoque más posmoderno: cooptación de bloggers e incluso pagarles secretamente un salario con nómina y todo. Textualemnte: Information strategists can consider clandestinely recruiting or hiring prominent bloggers or other persons of prominence… to pass the U.S. message. Los autores afirman sin sonrojarse que advierte de que los blogs pueden y será utilizado por los enemigos de América. Estos sitios, se argumenta, también se puede utilizar para servir a los intereses gobierno de los EEUU por lo que propone organizar «Tasks Forces» de bloggers:»Hiring a block of bloggers to verbally attack a specific person or promote a specific message may be worth considering,» escriben los autores del informe, James Kinniburgh and Dororthy Denning. El informe presenta a los militares de las tres fuerzas el fenómeno «blogging» y establece un número de formas y métodos en que se pueden utilizar la Red para beneficio del Establishment en objetivos de guerra de baja intensidad: asuntos públicos, operaciones de (des) información, unidades de operaciones psicológicas. El objetivo es siempre el mismo: In this way, the U.S. can overleap the entrenched inequalities and make use of preexisting intellectual and social capital. El informe reconoce que este tipo de «operaciones especiales» puede tener un efecto blowback , como lo demuestra la reacción de la opinión pública después de las revelaciones que militares de los EEUU habían pagado a periodistas de renombre para publicar historias en la prensa iraquí bajo su propio nombre. También se propone, como no, la de «hacer» un blog y bloggear con una personalidad o máscara falsa. Pero el tiempo y el prestigio necesario son obstáculos casi insuperables: An alternative strategy is to «make» a blog and blogger. The process of boosting the blog to a position of influence could take some time, however, and depending on the person running the blog, may impose a significant educational burden, in terms of cultural and linguistic training before the blog could be put online to any useful effect. Denning, el autor del informe, ya ha sostenido opiniones controvertidas y reaccionarias. A principios del decenio de 1990, cuando era presidente de la Universidad de Georgetown del departamento de ciencias de la computación, Denning convertido en el principal impulsor de la denominada «Clipper Chip», un dispositivo de supercriptografía para proteger las comunicaciones y los espinajes del gobierno. En su conclusión Denning no deja lugar a dudas sobre la mirada orwelliana del poder sobre la blogósfera: There are certain to be cases where some blog, outside the control of the U.S. government, promotes a message that is antithetical to U.S. interests, or actively supports the informational, recruiting and logistical activities of our enemies. («los blogs fuera del control del gobierno promueven mensajes que son la antítesis de los intereses de los EE.UU., o apoya activamente la información, el reclutamiento y las actividades logísticas de nuestros enemigos»). Recuerden : hoy la paz es la guerra.
Link del Informe Original: » Blogs and Military Information Strategy »
Link sobre la Blogswarfare: «Bloggeando con el Enemigo»
http://peenemunde.blogspot.com/2008/04/guerra-en-la-red-cyberwar-contra-los.html