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De la puta revoltosa a l@s put@s revolucionari@s

Fuentes: Rebelión

Deseo recomendar un buen libro, me gustaría que se difundiera y que calase bien hondo en las estructuras de nuestra miserable y criminal suciedad pornocapitalista tanatocrática. Para que ayudara a subvertirlas, a eliminarlas y erradicarlas de raíz.

Es una obra escrita por una sabia mujer rumana. A la que violaron y prostituyeron de manera sistemática. Nos entrega su vida abierta en canal para que tomemos buena nota de la criminal realidad que nos rodea.

Ella es rumana, pero vive desde los 17 años en España. Su infancia fue la de una niña feliz. Pero su  primer abrir de ojos a la pubertad y a la adolescencia fue brutal. Rumanía como país pasó del purgatorio mal llamado socialista al infierno de las mafias del pornocapital tanatocrático. Aquel tiempo puso los cimientos o los pilares de lo que después vendría. Pero la ciudadanía rumana descubriría que los tiempos que estaban por venir eran mucho más inciertos e inseguros, más brutales y sanguinarios que los que dejaban atrás.

No se trata, obviamente, de defender la dictadura personalista de Nicolás Ceacescu y su señora. No. No vamos a hacer nada de eso. Aunque en comparación con la miseria criminal que vino después no saldría aquel régimen tan mal parado como se cree y se opina tan superficialmente y a la ligera. Porque en aquel tiempo hasta las mujeres rumanas disfrutaban de mejores condiciones de vida para practicar el sexo que en la puta y jodida actualidad. Obviamente, hablamos acerca de la mayoría de la población. Y, por supuesto, de las clases humildes rumanas. No de las mafias de la burguesía criminal y miserable. Éstas viven de puta madre a costa de explotar de manera despiadada a las jóvenes rumanas de nuestros días.

El libro de Amelia TIGANUS, La revuelta de las putas. De víctima a activista,[2] está muy bien escrito. Y eso hay que reconocérselo. Se lee muy bien. Y se obtiene tras su lectura una excelente información. Está muy bien elaborado. De lectura ágil y sencilla.

Además de contarnos su mala vida como mujer violada y prostituida nos entrega un buen resumen de su presente papel en la lucha social como activista feminista. Lo expresa con mucha claridad: para ella, el feminismo la ha salvado, la ha curado. Nadie puede decir nada semejante del machismo. Por eso quien establece algún paralelismo entre ser feminista y ser un puto y jodido machista es que no tiene ni puta idea de lo que habla.

Ella toma partido por una corriente concreta del feminismo, a saber: la abolicionista. Y la enfrenta a otras dos posiciones feministas respecto a la problemática prostitucional: la prohibicionista, a la que tacha de hipócrita y causante en buena parte de la ceguera que envuelve precisamente la explotación brutal de la prostitución; y, tercera en disputa, la regulacionista, que pretende normalizar, reglar e institucionalizar la prostitución. Y a la que habrá que dedicarle mucho más tiempo y espacio ya que resulta más que urgente y necesario transformar radicalmente sus instituciones presentes, pues las actuales no nos sirven porque son injustas y el cambalache entre lo ilegal, lo legal y lo alegal resulta más que insoportable[3]. Hay que ir más allá de las instituciones groseras que conforman hoy el Estado[4]. Y hay que construir lo que vamos gestando y construyendo a diario. Y para ello el nombre de Estado se nos queda muy minúsculo y ridículo. Estado es el participio pasado del verbo estar. Y no hay que construir el futuro con la mirada vuelta hacia el pasado (arqueología jerárquica del poder), sino hacia lo que vamos haciendo a diario entre todos y todas: Estando en lo que estamos y debemos estar (posibilidad material e histórica de poder empezar a construir colectivamente una comunidad verdaderamente ilustrada).

Tenemos -y debemos- que hacer muchas críticas a Lenin y al leninismo. Y una de ellas pasa precisamente por ahí. Por dinamitar el Estado[5]. Después de la revolución soviética la política degeneró en labores policiales. Política se redujo a policía[6]. Y todo debía de estar organizado desde posiciones burocráticas de un Estado que malgastó una enormidad de nuestras energías. Incluso se nos impedía criticar a los líderes. Solo teníamos que obedecer. Recordemos una vez más el formalismo ético kantiano: pensad todo lo que queráis, pero obedeced. Sapere aude![7] Sí, pero obedeciendo siempre a las jerarquías[8] del Rey y la Ley.

La verdad es que en la realidad yo no sabría muy bien distinguir la postura abolicionista de la prohibicionista, salvo que la primera expresara, con suma claridad, que lo que hay que transformar de manera radical son las estructuras económica, social, ideológica, cultural y hasta psicológica de nuestra sociedad. Y eso nos llevaría a reivindicar (tomando muy en cuenta la rei-, aunque bien pensado sería de vindicar por primera vez) el comunismo. Y, por supuesto, viendo que el comunismo no fue lo que llegó a implantarse ni en Rumanía ni en la URSS ni en China. Y esto es fundamental apuntarlo. Porque los regímenes que se suelen denominar comunistas, por múltiples razones, no han sido capaces nunca de poner en acto el comunismo. Sólo en potencia. Se han alimentado de la retórica política comunista, pero han sido incapaces -por activa y por pasiva- de empezar a poner unas bases sólidas para poder construir una verdadera sociedad comunista. Analizar esa cuestión nos llevaría muy lejos. Sólo apuntar que sólo en una verdadera sociedad comunista la abolición de la prostitución podría realizarse y pasar del deseo dicho a la materialidad real de los hechos posibles que han de ser hechos consumados y realizados.

Mientras tanto -aunque sea una expresión que tanta rabia personal le genera a Amelia TIGANUS-, habrá que saber conjugar la realidad con las instancias jurídicas que lo regulan, pues mientras las luchas sectoriales no se unan y tengan una finalidad radicalmente comunista la prostitución no podrá ser erradicada de una manera radical. Quizás sea un sueño imposible. Como se nos recuerda a diario sobre el comunismo, que no hay hora en la que cualquier agente social en los medios de desinformación masivos no recite su jaculatoria sobre su carácter utópico. Y cuando eso falla, pues se nos vuelva a relatar desde la mitología negrolegendaria[9] el carácter criminal y sanguinario que ha conllevado la pesadilla de querer hacer realidad el comunismo. Eso sí utilizando muchísimos números de magia muy rebolonditos e inexactos ellos. Cifras infladas con especulaciones muy malévolas e interesadas.

Y mientras tanto eso siga pasando así, habrá que regularla. Pero, quizás, no desde la estatalidad realmente asfixiante que existe en la realidad actual, sino apostando por nuevas instituciones políticas. Porque el Estado actual está ya demasiado podrido y carcomido por la corrupción. Y en esta línea podríamos comentar muchas cosas valiosas del aprendizaje de Amelia TIGANUS para que nos sirvan como proyecto emancipatorio y liberador a todos y a todas. Porque no es cierto que ninguna mujer nazca como puta y con el estigma propio genético para dedicarse a la prostitución. Y habrá que aclarar nuestras posiciones, conceptos e interpretaciones. Pues ahí nuestros caminos se bifurcan.

Nosotros no condenamos ni el puterío ni siquiera la prostitución. Y no nos parece que sean lo mismo, aunque haya mucha gente interesada en confundirlos. La prostitución, desde nuestra perspectiva antropológica (lo más científica posible utilizando a la antropología social y cultural como herramienta), es, por decirlo así, una protoinstitución. Podríamos decir que es la más básica y fundamental. Tal vez de ahí surja el mítico tópico, que hay que saber situar y cuestionar, que nos dice que la prostitución puede que haya sido el primer campo profesional de la historia humana[10]. Eso habrá que replantearlo. Pero ahora sólo dejemos constancia de ese dato. Relacionamos por tanto la prostitución con un campo profesional de trabajos sociales y sexuales básicos y fundamentales. Mientras que el puterío no. En Andalucía, por ejemplo, se sabe muy bien la diferencia entre ser puta y ejercer de prostituta. A la primera se le suelen dar unas funciones alegres, divertidas, festivas; pero sin que haya nada económico de por medio. A la segunda, sin embargo, sin el intercambio económico en forma de dinero o de otras mercancías o prestaciones cuasicontractuales no se da.

Y nosotros no condenamos moralmente ni el puterío ni la prostitución. Sí denunciamos su lamentable estado y la concepción que de ello se transmite en forma de repudio, rechazo y estigma. Luchamos por los derechos y el reconocimiento de los valores sociales e individuales  de las personas. Y tanto las que ejercen la prostitución como las personas que se divierten haciendo de put@s no solo merecen un respeto, sino nuestra más sagrada valoración y alta estima. Pues hacen funciones que son del todo elogiables. Otra cuestión muy distinta es que no se hagan por propia iniciativa, sino por sometimiento, dominación y/o explotación ajenas. Y eso es lo que hay que condenar, denunciar, perseguir y eliminar de raíz. Hay que luchar contra los explotadores, las mafias, los puteros y los que denigran uno de los oficios sociales más generosos, bonitos, solidarios y especiales que existen.

No es nada fácil saber hacer bien el amor[11]. Y estamos de acuerdo con Amelia TIGANUS cuando refuta hasta a su propio cuñado, pues no es que se folle poco y mal es que hacerlo peor es casi imposible. Sino que hay que saber hacer mejor el amor y con mucha más frecuencia.  Y esta es una de las dimensiones mejores que tiene el libro de la escritora rumana. Hablar claro y describir la mediocre sociedad en la que habitamos. Y aplaudimos que sea capaz de exponer tan bien con su escritura las miserias criminales de estas jodidas suciedades pornocapitalistas tanatocráticas.

Y no es cierto que España sea una sociedad democrática como tampoco es cierto que sus varones sean unos caballeros bien educados, amables y empáticos. Ahí están los datos más de un 40% consume sexo esclavo en campos de concentración llamados puticlubs. Y a diario esa industria mueve más de 5 millones de euros. Y alrededor de esa mierda se mueven muchos parásitos, insectos, ratas, cucarachas y buitres al olor de tanta carroña en estado proxeneta de putrefacción.

Gracias Amelia: por no esconder tus sufrimientos. Y regalarnos una obra llena de valor, coraje y sabiduría. Aunque nos pueda costar la vida, seguiremos a diario con nuestra lucha por transformar radicalmente esta suciedad de mierda con la idea de poder convertirla algún día no muy lejano en una sociedad más sana, más educada, más responsable y menos intolerable y nazifascista de lo que es en la jodida actualidad reinante.

La puta rebelde[12]:

Marx allá del planteamiento del existencialismo nihilista ácrata de Albert CAMUS en L´homme revolté[13]

La cuestión no es publicar muchos más libros en una espiral politeísta infinita. Eso estaría muy en la línea de la cornucopia comunista de Marx & Engels SL. La cuestión ha de pasar por otro lado, que nuestros libros se conviertan en armas para poder destruir y anular a los proxenetas. Cómo:  construyendo una nueva sociedad civil y construyendo un nuevo Estado donde la policía y su injusticia caótica no sea como la de la desordenada suciedad criminal y miserable del pornocapitalismo tanatocrático. Hay que empezar a superar tanta miseria criminal.

Los mal llamados países del socialismo soviético fueron, desgraciadamente, un trampantojo, un engaño, una estafa. Aunque hay que tener en cuenta las investigaciones de gente como la profesora norteamericana Kristen Ghodsee  recogidos en su libro Por qué en el socialismo las mujeres disfrutan más del sexo que en el capitalismo[14]. Pero si se estudia Rumanía, Bulgaria, Polonia, etc nos daremos cuenta que la revolución rusa solo pintarrajeó de rojo algunas instituciones zaristas. Y con solo eso ya hizo mucho más que las memocracias europeas sometidas al USA imperialismo. En aquella época nadie conocía en países como España a ninguna mujer de la Europa oriental que viniese a prostituirse a nuestro país. Las convirtieron en prostitutas cuando allí se implantaron las mafias pornocapitalistas proyanquis. No fue la miseria del régimen pseudocomunista de Nicolás CEAUCESCU las que hizo que fueran transportadas como ganado a las fábricas de prostitutas o granjas sexuales o campos de concentración prostibularios de la Europa capitalista. Fue la pérdida de la guerra fría y la consumación de los maléficos planes de los criminales y miserables gerifaltes mafiosos del atlantismo terrorista y genocida yanqui los que produjeron aquel devastador infierno. No perdamos eso de vista.

Los países del socialismo soviético no supieron prever lo que les sucedió. No supieron elaborar un plan B. Cuando estatalizaron los campos, las fábricas se pretendía asegurar una estabilidad económica a sus poblaciones. Se construyó un socialismo estatalista que hizo de las personas carne de cañón del Estado. Al derrumbarse de la noche a la mañana aquellos regímenes, la población se encontró sin nada propio. Y lo estatal quedó en manos de grupos mafiosos que supieron saquear, garrapiñar todo para sus jefes de forma gansteril. No fue el socialismo lo que les dejó en la más absoluta miseria, sino los métodos ruines y antidemocráticos de repartirse entre unos pocos las riqueza social pública. Por eso: Necesitamos OTRO ESTADO[15] que sea social, público, democrático y legitimado por un derecho común de gentes con otros funcionarios, otros jueces, otros policías, otros profesores, otros trabajadores que funcionen de una forma completamente distinta a la que hoy parasita las estructuras feudales de los Estados mal llamados socialistas. Una nueva comunidad que entienda que otra economía es posible. Y que propuestas como la implantación universal de una renta básica para todos los ciudadanos es más necesaria que nunca. Pero ese tipo de planteamientos serán solo idealistas o especulativos si no se tienen en cuenta quiénes son realmente los enemigos de esa sociedad libre, abierta, ilustrada y emancipada. Los diferentes ensayos de socialismo no han fracasado, como se nos quiere hacer creer a diario con el opio periódico de los inTELE@ctuales funcionarios de esta suciedad criminal y miserable pornocapitalista tanatocrático -los FICS de los que nos habla con tanta precisión José Antonio FORTES en sus Intelectuales de consumo o su Lorca: otra mirada-. Pero aquellos experimentos no nos pueden hacer pecar de ingenuos. Es falsa toda la leyenda contra Stalin y el socialismo bolchevique. Pero estamos obligados a estudiar e investigar con rigor esa historia para aprender de ellas y no volver a cometer ni sus errores ni sus horrores. Lo que tenemos que aprender es por qué no se quiso o no se pudo hacer mucho más en la línea de crear una verdadera sociedad democrática como antesala de un comunismo ilustrado. No nos valen las interpretaciones psicologistas que nos explican el comportamiento revolucionario como una sociopatía. Como también hemos de superar los planteamientos de sociodicea[16] que justifican este caos anárquico absolutamente ingobernable de las mediocres, miserables y criminales deformaciones sociales del pornocapital tanatocrático.

Ser puta[17] no es lo mismo que hacer de prostituta[18]. Son cuestiones muy distintas. Y hay que analizarlo con paciencia y mucha calma. Y no hay que eliminar ni el puterío ni la prostitución. Pero sí que habría que construir otro tipo de sociedad. Y, desgraciadamente, habrá que usar la violencia aunque no de forma irracional, sino de forma muy controlada y con todas las garantías procesales y jurídicas de un nuevo derecho público que esté bien fundamentado en una ética de la emancipación y las libertades civiles. Pero quizás haya que reconocer que hay gentuza irreciclable, personas de grado cero[19] que son completamente inútiles, desechables, no-reinsertables en una futura sociedad comunista. Habrá que estudiar con documentación rigurosa las experiencias soviéticas, chinas, cubanas, norcoreanas sobre este tipo de prácticas con gentuza y chusma lumpen y aria que son, por decirlo con Lenin, radicales enemigos del pueblo. No obstante, siempre habrá que preocuparse y ocuparse de ellos de la mejor manera posible. Con amabilidad, educación, respeto; pero también con rigor, disciplina y teniendo muy en cuenta los fines de nuestro trabajo de educación social popular[20].

Resulta interesante comprobar cómo se hablaba de la obra literaria de Francisco Delicada en la mismísima península itálica. La lozana andaluza era conocida por sus habilidades terapéuticas como una auténtica profesional dedicada a la terapia ocupacional o prostitucional. Lozana era sinónima de puta, mujer alegre y divertida. De ahí que se la conociera como la puttanesca andaluza. Hasta las salsas de las comidas populares italianas conservan algunos de sus más picantes ingredientes.

Si se tiene en cuenta las distinciones con las que opera en su obra la propia autora diferenciaremos entre revuelta, rebelión y revolución. Y no nos queda claro al final de la obra por qué apuesta por el primer término para titular su obra cuando sus objetivos son radicalmente subversivos, revolucionarios. Pues el abolicionismo resultaría completamente un fiasco si no se transforman radicalmente las estructuras económicas, políticas, éticas y, en definitiva, institucionales de la suciedad criminal y miserable en la que nos estamos mal muriendo a diario. Y por eso apostamos por un cambio radical de óptica y paradigma para poder empezar a hablar de la prostituta revolucionaria. Y ahí nos encontramos, entre otras, con las experiencias libertarias. Las monjas libertarias en una de las mejores experiencias subversivas del movimiento anarquista contemporáneo. Habrá que analizarlo con mucha calma[21].

Y así llegamos a …

Las putas revolucionarias

Eso es lo que hace falta y no se ha llevado aún a la práctica. Pues los países socialistas soviéticos ya se ha visto lo poco que hicieron respecto a subvertir las costumbres populares tradicionales. Pese al fantasma del comunismo que aventaban los propagandistas antirrevolucionarios por doquier y en cualquier rincón del mundo. Lo que no hubo en las sociedades presuntamente socialistas fue una gran revolución de los hábitos, de las conductas y de las costumbres. Por qué. Esa es una excelente pregunta. Y nuestra hipótesis es que fueron en exceso conservadores en lo moral, aunque, por supuesto que hubo excesos, pero excesos que con el tiempo fueron reprimidos y purgados. Como con las putas libertarias de los frentes de guerra en la España revolucionaria. Los idearios de la España tradicional tuvieron más empuje y mucha mayor influencia por lo que acabaron imponiéndose a base de fuerza brutal y sermón religioso. Y los presuntos revolucionarios dejaron para otro momento la puesta a punto de sus programas revolucionarios. La Segunda República española fue un fracaso mucho antes de que los fascistas la derrotaran. Ya desde los primeros meses tras el 14 de abril de 1931 se veía que los gobiernos burgueses no iban a estar a la altura de las exigentes luchas de las organizaciones populares más combativas y revolucionarias. Esto se suele ocultar por parte de todos. Pues parece que la única manera de explicar hoy aquel periodo histórico es usando las pobres categorías analíticas de las memocracias usaimperialistas[22]. Y se olvida el pasado real. Pues el peso social y sindical de las organizaciones anarquistas que rechazaban el juego parlamentario e incluso los poderes institucionales del Estado (incluidos el Gobierno central y sus poderes autonómicos) era de un valor y una importancia muy significativa. Pero se hace más fácil asimilar los tiempos históricos y ocultar las luchas particulares y singulares de aquellos tiempos. Donde el movimiento campesino lo que quería era trabajar la tierra y hacerlo de manera colectiva. Y no quería ni títulos de propiedad reflejados en un papel ni ayudas estatales para poder sobrevivir. Su consigna era muy sencilla y eficaz: las tierras han de ser trabajadas colectivamente y han de ser de todos los que las riegan con sus sudores y sus esfuerzos diarios[23].

Por eso la organización anarquista Mujeres Libres del sindicato CNT/AIT no dudó en luchar por los derechos de las prostitutas. Y las defendió tanto en el frente como en la retaguardia. Pero otras organizaciones socialistas basando sus políticas en el electoralismo vieron peligrar su apoyo popular si seguían por ese lado reivindicativo y plegaron las banderas de la libertad de las putas y las prostitutas. Pero…

Pero el anarquismo lo tenía muy claro. Y su lucha era desde el principio por el amor libre. Y defendía la sexualidad desde una perspectiva ética libertaria. Ya que cada cual es libre de hacer con su cuerpo lo que le venga en gana, su realísima gana siempre y cuando sepa respetar los límites de la libertad ajena. El fascismo, como moralina tradicional, siempre atacó esa lucha anarquista con el término de libertinaje[24]. Y defendía otra idea de la libertad: tu libertad acaba donde empieza la libertad de los demás. La ética anarquista no es tan egoísta ni egocéntrica y trastoca completamente tanto el sentido como la dirección: nuestra libertad se refuerza con la libertad de los demás. O tu libertad crece cuando la libertad de tu prójimo está también garantizada y es ampliada. O mientras haya alguien que sea esclavo, yo no soy ni puedo ser aún libre.

¿Qué es eso del amor libre? El fascismo tradicional lo malinterpreta siempre de malas maneras. Y hace creer que el amor[25] consiste en algo así como poner en práctica de manera continua y permanente una orgía colectiva. Una especie de carrusel sexual erótico sin frenos y con desenfreno en total frenesí. Sin embargo, el amor libre es una crítica radical a la apropiación posesiva del sexo y del amor por parte de aquellos que dominan en las relaciones sociales e imponen sus caprichos como privilegios desde las instituciones establecidas jerárquicamente por un Estado determinado. Como en la Edad Media el derecho de pernada por parte de los señores feudales. O los matrimonios concebidos por intereses económicos por parte de las familias. El amor libre es una ruptura total, una crítica radical al clasismo social. Se exprese este con componentes económicos, raciales o meritocráticos. Lo que se prima en este tipo de amor es la libertad, la independencia, la igualdad, la solidaridad, la empatía, la corresponsabilidad entre las personas que participan en una relación amorosa.

Y para ello se necesita apostar por una grandísima, grandiosa revolución ética, moral, política de las costumbres tradicionales. Y a las mujeres que se suban a ese carro progresista de la historia es muy posible que se las intente denigrar con expresiones descalificativas como putas revolucionarias. Putas libertarias. O putas comunistas.

Y recordemos lo que ya nos advertían Marx & Engels en el Manifiesto del Partido Comunista acerca de quiénes eran los verdaderos asesinos del amor y de la familia proletaria: aquellos agentes sociales que impedían que hubiera realmente unas relaciones justas de equidad entre todos los miembros de una sociedad moderna y contemporánea.

Para luchar realmente por la abolición real de la prostitución a la escala en la que esta existe en las suciedades pornocapitalistas tanatocráticas es una exigencia mínima abolir el capital que nos explota y nos prostituye a diario en el porqué, haciéndonos prostitutas que han de vender sus fuerza energética de trabajo en el mercado de carne humana para poder subsistir. Y cuando hayamos conseguido esa meta (telos epistemológico), entonces y solo entonces podremos putear con plenas libertades civiles y practicar el amor libre con quienes realmente deseemos y queramos. Y podremos entender el porqué la prostitución, desde el origen de los tiempos, es una protoinstitución que guardaba en su esencia más radical la posibilidad material que algún día habrá que poner en ejercicio real un destino presencial compartido común y comunitario de toda la especie humana de hominis et mulieris sapiens sapiens loquens[26].


[1] Las diferencias entre una revolución, una rebelión o una revuelta son abismales. La autora aunque recomienda la lectura de un artículo de una desconocida autora feminista sobre esta cuestión tira de diccionario para definir lo que ella entiende por hacer una revuelta: Marga ARZABAL «Diferencias entre una revuelta, una rebelión y una revolución«, en: https://vix.com/es/btg/curiosidades/7868/diferencias-entre-una-revuelta-una-rebelion-y-una-revolucion (p.232) <curiosamente en nuestra consulta de esta página web no tenía autoría>: «Una revuelta es una protesta espontánea y de corta duración en respuesta a una decisión o acción política que va en contra de los intereses y el bienestar de un sector delimitado de una sociedad… Su carácter espontáneo implica que suele no tener un programa ni una proclama bien definida y por lo tanto no tiene gran peso por sí sola. Sin embargo, puede ser el puntapié inicial de protestas más organizadas, masivas, profundas y sistemáticas.». Ya entraremos a leerle las cuarenta un poco más tarde. Pero sepamos que una revuelta dejará las cosas tal y como ya están. Será una mera llamada de atención, una algarada, no transformará apenas nada. Con lo cual toda la propuesta abolicionista, si se queda en una simple revuelta de las putas, no servirá para que el abolicionismo pueda aplicarse. Por eso esta reseña debiera de transformar el título incluso del libro y apostar por: una Gran diosa revolución de las prostitutas (putas revolucionarias) que fuera mucho Marx allá de una rebelión de las putas (putas rebeldes). Ya que desde nuestro punto de vista aunque parezcan lo mismo en muchas situaciones no lo son.  De algunas de esas diferencias va esta breve reseña.

[2] Editado por Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2023, 8ª reimpresión. Fue publicado por primera vez en 2021.

[3] Como nos enseñara nuestro amigo y maestro Juan Ramón CAPELLA en 1975 con su libro Materiales para la crítica de la filosofía del Estado: «ni todo lo ilegal es legal; ni todo lo legal es ilegal«. O como diría HEGEL en sus lecciones de 1827 Filosofía del Derecho: «ni todo lo real es racional; ni todo lo racional es real«.

[4] Como diría Baltasar GRACIÁN sería preferible llamar a las cosas por su auténtico nombre y en vez de utilizar el participio pasivo del verbo estar, Estado, hablar del Establo como establecimiento, stablishment, donde se establece, estructura, permanece el estercolero donde los amos encierran, tabulan y numeran a las bestias de carga: establo para poder domesticarlas y que trabajen en la dirección que se les inculca o amaestra. Campos de concentración con vigilancia y disciplina panópticas. Si en estos términos nos explicamos la invención de los Establos pornocapitalistas modernos nos cuadra muy bien todo el proceso de escolarización, hospitalización e industrialización. La modernización como civilización, como institucionalización de la servidumbre voluntaria como la voluntad de poder de los señores, de los amos. El amor no es más que una enseña de esa romantización de los vínculos de los amos con sus súbditos. La obra del divino Marqués de Sade se debe de empezar a leer como lo que realmente fue: una descripción cuasi fotográfica de esos poderes maléficos.

[5] Hemos escrito sobre este tema y seguiremos haciéndolo pues no resulta nada claro que se haya producido tal nefasta identificación entre el leninismo y el comunismo. 1917 fue, por supuesto, un año crucial. En aquel año Lenin cambió de pareceres y de definiciones de una manera harto increíble. Por supuesto que sus razones tuvo. Y las reflejó en su escrito inacabado El Estado y la revolución. Pasó de definir el comunismo como la extinción (abolición) del Estado a su defensa más esperpéntica. Hasta el punto que, en palabras, de Bujarin/Zinoviev, al nacer la URSS lo único que se hizo fue pintarrajear de rojo las estructuras de la burocracia estatal zarista. De aquellos barros proceden muchos de nuestros lodos actuales. Nosotros, siguiendo a Marx&Engels no apostamos por ese monstruo frío de la burocracia estatal, sino por un movimiento social de liberación permanente y constante que siendo y estando (o sea: haciéndose) vaya revolucionándose a una velocidad de años luz en consonancia con sus actos éticos, morales y políticos.

[6] Jacques RANCIERE (Política, policía, democracia. Santiago de Chile: Arcis-Lom, 2006) puso sobre aviso de este desliz hace ya algunos años. Pero: como althusseriano se perdió en la bruma de la retórica política de los estructuralistas franceses.

[7] En el breve artículo que Immanuel KANT publicara en 1785 como Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?

[8] Jerarquías como Principios (Arché) sagrados. Las miserias de la ética kantiana han de ser expuestas más allá de la repetición ad nauseam de formulas vacías como el imperativo categórico: actúa de tal manera y blablabla…: puta y jodida retórica de la inculcación de la servidumbre voluntaria para sujetos que han de ser esclavizados, pero que se creen libres. Libres por desposeídos de todo.

[9] Y de ello dan cuenta los mismos títulos convertidos en best sellers por la industria de la propaganda: El Gran Terror, El Libro Negro negrísimo del Comunismo, etc.

[10] Ojo: matices importantes. No decimos que sea el primer oficio porque no estamos personalizando ni teatralizando. Hablamos en términos amplios conceptuales y por lo tanto nos referimos a un campo social (Pierre BOURDIEU) en el que hay multitud de individuos que realizan sus funciones. y, por tanto, sería bastante complicado saber quiénes de todos ellos entró el primero por la línea de meta… (valga el símil deportivo de atletismo prehistórico).

[11] Por eso hay que transformar radicalmente el sistema educativo donde la sexualidad sea una materia transversal. Y donde haya espacios y tiempos donde se enseñen las malévolas consecuencias de los malos tratos sexuales.

[12] O: ¿prostitutas rebeldes? Por una Academia Filosófica de prostitutas. Enseñar el arte de la dialéctica como ironía de nuestras historias. La superación filosófica (Symposium*banquete erótico*Symploké) de las paradojas ilógicas: antinomias, economías, eco*logías, astronomías, astrologías, paralogismos, etc: Marx allá del Platón kantiano: el problema ético de la metafísica.

[13] El hombre rebelde es un panfleto de la literatura existencialista francesa. Nihilista.

[14] Por qué las mujeres disfrutan más del sexo bajo el socialismo (Capitán Swing, 2019) https://jacobinlat.com/2021/02/el-sexo-era-mejor/ De la URSS a Rusia o de cómo las desgracias del pornocapitalismo tanatocrático convirtieron a las putas soviéticas en prostitutas miserables ya fueran rusas, rumanas, búlgaras, checas, etc: el caso almeriense de las formalistas rusas es paradigmático.

[15] Que quizás tuviera que ser un Estado mínimo, pero discutiendo en qué tareas o áreas se quedaría esa institucionalidad (policía política <redundancia helena, muy bien vista por CASTORIADIS, FOUCAULT o RANCIERE>, policía sanitaria, policía educativa, policía cultural, etc: funciones de policía de los diferentes Aparatos del Estado donde lo represivo y lo ideológico coexisten y se realimentan): Anarquía, Estado y Utopía de Robert NOZIK hay que leerlo y reinterpretarlo robándoselo a la derecha conservadora tradicionalista libertariana radicalmente antidemócrata e iliberal. ¡Qué lejos queda ese estatalismo totalitario con la idea marxista de socialismo y aún más de comunismo! ¿Qué hubiera pasado si todas las plusvalías que ha reproducido la fuerza energética de trabajo desde los tiempos de Marx se hubieran gestionado, distribuido y dirigido con una lógica humanista y comunista? ¿Cómo sería la vida humana en el Planeta Tierra? Se habría pasado de la prehistoria presidida por la criminal lógica de la explotación de unos hombres sobre otros a la historia de seres humanos semejantes, iguales, responsables, solidarios, racionales y libres. Ese ha sido el descomunal costo de las guerras mundiales imperialistas y las funestas carreras armamentísticas. La apuesta marxista por la construcción de una sociedad comunista no era una utopía. Era un sueño posible. Pero para que no se haya materializado todas las fuerzas del mal han sabido muy bien aliarse. Y hoy estamos peor que nunca.

[16] Pierre BOURDIEU en México el 22 de junio de 1999: «Trayectoria de un sociólogo«.

[17] Qué es eso de SER/Hacer de PUTA. Como nos enseñara Simone DE BEAUVOIR no se nace mujer, pues menos aún se nace puta, se desea serlo por las ventajas que un hecho tal nos pueden ofrecer. Y ojo sí que hay unos componentes biológicos que nos determinan como mujeres. Otra cosa será no ser mujer desde las funcionalidad social, cultural. etc. Y esta segunda naturaleza sí es la que se puede y se debe modificar. Esa es la diferencia radical entre física y ética, naturaleza y cultura. Y es que los seres humanos además de animales físicos somos seres metafísicos, éticos que podemos construir una segunda naturaleza a la que solemos llamar cultura. Las posiciones de Carlos PARIS AMADOR El animal cultural nos parece más adecuada a nuestra lógica de ideas que el farragoso Gustavo BUENO MARTÍNEZ con su obra El mito de la cultura que parece que no sabía muy bien con qué fin -o fines- la produjo.

[18] La cuestión radical está en ese hacerse prostituta por lo que hay que saber formarse e ilustrarse. Entonces y solo entonces la prostitución se podrá considerar como el mejor oficio del mundo, el más divino y el más sagrado. La historia ha mostrado ya -hasta demostrado- por activa y por pasiva que la prostitución no se puede erradicar, pero sí sus degeneraciones. Y los motivos y las razones, así como sus deseos y sus intereses son demasiado complejos como para eliminarlos con argumentaciones simples e infantiloides.

[19] Gustavo BUENO MARTÍNEZ (1996, El sentido de la vida. Seis lecciones de filosofía moral materialista, ed. Pentalfa, Oviedo). en esta obra se nos habla de ese concepto de persona en grado cero. Y hasta se nos propone frente a la mala concepción jurídica y justiciera de la pena de muerte un sistema de eutanasia procesal voluntaria para todas aquellas personas malévolas que cometan crímenes horrendos de manera inconsciente e irrecuperable. Y que haya un proceso jurídico procesal indubitable acerca de su culpabilidad.

[20] Eduardo GALEANO entrevistó allá por 1963 al último emperador de China en Pekín: Nosotros decimos no. Crónicas periodísticas (1963-1988), editorial Siglo XXI, Madrid, 1988. Aquellos apuntes les servirían a Bernardo BERTOLUCCI para elaborar una de sus más impresionantes películas. Hay que volver a resetear lo que ambos autores nos intentaron mostrar con sus obras.

[21] La monja libertaria de Antonio  RABINAD se transformó en Libertarias de Vicente ARANDA:

https://elviajerodeorion.blogspot.com/2015/09/la-monja-libertaria.html

[22] Se puede ver hasta en Carlos FERNÁNDEZ LIRIA y Silvia CASADO: ¿Qué fue la Segunda República?,  ¿Qué fue la Guerra civil? y ¿Qué fue el franquismo?, los tres editados en Akal: https://www.akal.com/libro/que-fue-la-segunda-republica_50814/

[23] Edward MALEFAKIS (1979) Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX, tr.esp. de Antonio BOSCH, Juan-Ramón CAPELLA y Alfredo PASTOR, Ed. Ariel, Barcelona, 1982, 5ª reimpresión.

[24] Un término que tiene mucha miga como nos recordara Joan COROMINAS en su Diccionario etimológico de la lengua española. Las propuestas literarias del Marqués de Sade se comprenden mucho mejor si se entiende la historicidad radical de esta terminología. Véase Lydia VÁZQUEZ Elogio de la seducción y del libertinaje, San Sebastián, ed. R&B.

[25] Con el amor hay que tener mucho cuidado. Pues en lenguas latinas degeneradas feudalmente el señor de las oraciones como divinidad de todo lo trascendente se nos cuela de rondón. Conjugar el verbo amar en presente de indicativo: Yo Amo y las demás personas actúan como siervas, criadas o esclavas…

[26] Hombres y mujeres sabios sapientes locuelos: u hombres y mujeres irracionalmente racionales: Edgar MORIN (1973) El paradigma perdido (tr. española de Doménec Bergada, ed. Kairós, Barcelona, 1974).

Maika LIÁÑEZ DE LA PEÑA DELFARGUE, Academia Erótica Internacional de Put@s & Prostitut@s Libres. Monteluz de Peligros, Granada, 28 de agosto de 2024.

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