1. El presidente de los empresarios, Felipe Calderón, exigió en la asamblea nacional del Partido Acción Nacional (PAN), que se realiza hoy en León, Guanajuato, que le brinde «todo el apoyo» y actúe con «corresponsabilidad», y lo convocó a que lo acompañe a materializar desde el poder los principios y la lucha del propio instituto […]
1. El presidente de los empresarios, Felipe Calderón, exigió en la asamblea nacional del Partido Acción Nacional (PAN), que se realiza hoy en León, Guanajuato, que le brinde «todo el apoyo» y actúe con «corresponsabilidad», y lo convocó a que lo acompañe a materializar desde el poder los principios y la lucha del propio instituto político. Tanto el presidente nacional del PAN, Manuel Espino, como el ex presidente de la República Vicente Fox (llegaron juntos al cónclave, acompañados de Carlos Abascal) aceptaron respaldar a Calderón. Fox respondió: «saludo a mi presidente Felipe Calderón, con él nos esperan los mejores seis años en la historia del país. Acompañémoslo, querámoslo, entreguémosle nuestra energía para que alcance las metas que se ha propuesto». Espino, llamó a Calderón «no sólo el líder indiscutible del panismo nacional, sino también Presidente de México», pero después de referirse a Fox como «el líder de nuestra transición democrática».
2. El apoyo de su partido a Calderón no podía ser menos que unánime. Hace seis años Fox logró parecido apoyo a pesar de que él declaraba que su gobierno no sería directamente panista ni tampoco el gabinete era integrado mayoritariamente por miembros del PAN. Con Calderón el panismo controla todo y él mismo se considera hijo, pero también padre del PAN. En casi todo el mundo el presidente o el primer ministro gobiernan con el apoyo de su partido, al parecer no hay otro camino. En México durante 70 años el partido oficial casi desapareció porque fue sólo un apéndice del presidente en turno. Por eso es un tanto absurdo pretender separar a uno del otro; a no ser para que los dirigentes quieran «curarse en salud» y lo usen para engañar a los tontos. En última instancia esa «división de funciones» no sería otra cosa más que apariencia pues en línea ideológica y acciones están unidos.
3. Quienes aprendimos a mirar el bosque y sólo en segundo lugar los árboles, quienes siempre buscamos la contradicción principal y sólo luego la secundaria, no vemos más que pequeñas diferencias internas entre la derecha. En lo esencial no hay proyectos distintos en el tipo de país que quieren construir, en las magníficas relaciones que deben mantener con los EEUU y en la necesidad de que el gobierno de Calderón continúe siendo la punta de lanza de gobierno yanqui frente a los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador. Las diferencias están en que los «yunques» exigen acciones concretas e inmediatas y los «fecales» se ven obligados a aparecer como conciliadores y «buenos chicos», aunque haciendo lo mismo. Obvio, las dos corrientes, defendiendo y reivindicando el «panismo histórico y moral». La realidad es que no son iguales todas las corrientes panista que están operando, pero son lo mismo.
4. Pero, ¿existe ese gran proyecto histórico panista del cual Gómez Morín fue su creador? Desde su nacimiento en 1939, impulsado por poderosos empresarios anticardenistas, por hacendados y por el clero, las confrontaciones en el PAN han sido protagonizadas por dos grupos. En sus inicios por Manuel Gómez Morín, al frente de los conservadores liberales, y Efraín González Luna, con los conservadores clericales. El primero, fundador del partido, encabezó en 1964 una de las primeras luchas internas, pues se opuso a la integración del instituto político a la democracia cristiana. Opinaba que la política y la religión no debían mezclarse. Gómez Morín llamó «meones (orinones recién nacidos) de agua bendita» a todos los panistas católicos. Pero los católicos se integraron y los empresarios pragmáticos también. Gómez Morín, el funcionario callista y fundador del Banco de México, aportó la línea empresarial y González Luna la clerical y «moral».
5. La base social del PAN le ha llegado de la iglesia católica que con un trabajo diario y permanente en sus parroquias ha logrado que la mayoría de sus fieles voten por el PAN en cada elección. Sin embargo la dirigencia se nutre del sector empresarial que, a partir de 1982 (a raíz de la «nacionalización bancaria» lópezportillista) se decidió a participar directamente en política. Encabezados por el dirigente empresarial Manuel Clouthier, miles de empresarios rabiosos contra «la nacionalización» (Vicente Fox entre ellos) comenzaron a ser diputados, senadores, gobernadores, hasta asumir con Fox la Presidencia de la República. Así que Gómez Morín está en el poder y González Luna en la base. Pero, ¿a quién le interesa resucitar a sus muertos que no fuera para usarlos en los discursos y para consolidar su poder? Los grandes empresarios han estado muy contentos con Fox y ahora con Calderón, pero también la alta jerarquía católica.
6. La asamblea del panismo en Guanajuato, tiene el objetivo de lograr «todo el apoyo» de dirigentes y militantes del PAN al gobierno de Calderón. En esta asamblea no se busca revisar o construir programas de gobierno o de analizar si lo hecho en seis meses por el gobierno empresarial ha tenido resultados adecuados. Pero la reunión servirá para demostrar que el PAN está totalmente unificado y dispuesto a imponer su fuerza en el plano nacional. En el interior de los partidos de derecha, como puede verse en la historia, no hay luchas ideológicas o confrontación de proyectos sociales; la derecha es muy pragmática y sólo sabe de problemas concretos y soluciones prácticas. Preguntan: ¿Qué se va hacer con el ejército? ¿Cuál va a ser la posición ante la Ley Televisa? ¿Cómo enfrentar a Hugo Chávez? ¿Cómo aprobar las reformas estructurales? ¿Cómo negociar la gubernatura de Baja California? Los panistas están preocupados hoy por agrupar fuerzas, por llegar a acuerdos con el PRI mediante «concertacesiones».
7. A pesar de que el gobierno de Calderón ha fracasado porque no ha podido derrotar al narcotráfico después de haber colocado al ejército y la policía en las calles de muchos estados de la República, porque además han aumentado los precios de muchos artículos de primera necesidad y porque el desempleo sigue incrementándose, parece estar muy contento porque encuentra a los líderes del PRI dispuestos a negociar todo y a una izquierda dividida y sólo parcialmente movilizada. Así vemos a Marcos y el zapatismo solitario defendiendo a los presos de Atenco, al PRD solitario participando en elecciones, a la APPO luchando solitariamente en Oaxaca, a los del Diálogo Nacional buscando apoyos para defender la privatización, a los trabajadores mismos solitarios defendiendo a su líder y a un centenar de pequeñas organizaciones luchando solos con escasos recursos, defendiendo a sus presos y sin posibilidad de defenderse del la fuerza bruta de la autoridad. Todo esto lo sabe Calderón y lo pone contento.
8. Muchos izquierdistas, sobre todo los hoy viejos, aprendimos a caminar viendo el horizonte y nos tropezábamos por no ver las piedras del camino, por eso hoy en la política concreta y pragmática casi nada tenemos qué decir. Antes de que al «intelectual» del gobierno, Reyes Heroles, se le ocurriera (ante el gran debacle del PRI) la «fantástica idea» de ofrecerle poder y dinero a la izquierda, ésta se ocupaba de analizar el pasado y el futuro de los proyectos socialistas y en las acciones directas «semiclandestinas» apoyaba los movimientos de los trabajadores buscando formar «cuadros políticos». Casi nadie se preocupaba de procesos electorales ni mucho menos se pensaba en ser diputado o senador. El gobierno del PRI y los partidos que giraban en torno a él (PAN, PPS, PARM) sólo querían consolidar el sistema de explotación capitalista. Por tanto no se veía ninguna salida que no sea el movimiento de masas.
9. Los panistas del «yunque» y de «fecal», en lo fundamental están de acuerdo en mantenerse unidos alrededor del «señor presidente», sobre todo en estos momentos en que busca desesperadamente su consolidación. Nadie puede negar que hay líderes y funcionarios panistas con intereses muy particulares, pero (como en los tiempos del PRI) hay un presidente de la República que está por encima de todos. La izquierda no puede irse con la finta de mirar las broncas entre líderes olvidando que ese partido es de disciplinas, de órdenes y obediencias. La asamblea panista que hoy concluirá en Guanajuato será una gran victoria de Calderón. Obtendrá miles de votos de confianza para continuar con su política hacia el ejército, las reformas económicas y su política exterior. Se evitará cualquier investigación sobre los desfalcos del sexenio anterior y los de la familia Fox/Sahagún en particular. Mientras tanto la izquierda seguirá luchando sin consolidar avances por su incapacidad para unificar acciones.