¿Qué es eso de los «derechos humanos»? ¿Son amplios, limitados, para las víctimas, para todos? 1. Sólo he tenido amigos en derechos humanos de la Liga Mexicana (LIMEDDH) que son totalmente independiente del gobierno, muy aguerridos y que al parecer no reciben salario, subsidio o partida presupuestal alguna. Me pregunto: ¿Cómo le hacen para activar […]
¿Qué es eso de los «derechos humanos»? ¿Son amplios, limitados, para las víctimas, para todos?
1. Sólo he tenido amigos en derechos humanos de la Liga Mexicana (LIMEDDH) que son totalmente independiente del gobierno, muy aguerridos y que al parecer no reciben salario, subsidio o partida presupuestal alguna. Me pregunto: ¿Cómo le hacen para activar y vivir? Conozco a otra organización nacional que cuenta con oficinas, empleados, salarios, un presidente designado por el gobierno, ayudantes, y me pregunto: ¿Cómo le hacen para ser independientes del mismo poder que paga? No me he metido a investigar más porque la he sentido muy de arriba, nos muy comprometida con los de abajo.
2. En alguna ocasión algunos miembros de la LIMEDDH me invitaron a participar pero sentí absolutamente limitada su tarea y, hasta cierto punto muy de personas, de presos, muy individual. Yo, por el contrario he pensado -quizá equivocadamente- que los primeros derechos humanos son los básicos: la libertad, el trabajo, la comida, la salud, la educación y la vivienda y para conquistarlos en serio hay que confrontar al estado y al sistema político, económico y social. Quizá esas tareas son de las organizaciones sociales, pero las comisiones de derechos humanos tienen que ser también parte de la lucha social.
3. Por ello se ha dicho que cada persona por el hecho de su condición como ser humano se le otorga derechos humanos y libertades que son inherentes sin importar su origen étnico, su color de piel, género, edad, clase social, opinión política, religión, orientación sexual, lengua, lugar de residencia, ascendencia familiar, entre otras condiciones ; que el fin de los derechos es proporcionarle a todos los hombre y mujeres una vida digna e integrarse en la sociedad para su propia satisfacción y realización, lo cual generará a su vez una sociedad más consciente que respeta a todos por igual.
4. El primer derecho es el de libertad de todos los seres humanos para manifestarse, protestar, organizarse, usar todas las formas de presión para conquistar sus derechos. Ni el gobierno, ni el Estado, ni los empresarios pueden limitar esa libertad en nombre de la paz, el orden y la disciplina porque quienes con su cerrazón o represión provocan las protestas son siempre el poder. La libertad es social, es respeto a los derechos del pueblo y nada tiene que ver con la libertad individual de explotar, de hacer negocios privados, de acumular capital, de abrir centros de vicio.
5. El derecho al trabajo, al salario adecuado y a la alimentación es elemental, concreto y debería ser obligatorio. Comer es un derecho humano indiscutible y obligado. Nadie puede estar al margen de la producción y de la alimentación. Las comisiones de derechos humanos deberían estar luchando y vigilando diariamente que todos los seres humanos posean un trabajo, un ingreso y la comida correspondiente. ¿Cómo es posible que las cárceles mexicanas estén repletas de gente que por robarse un pan o una cartera, o por no poder pagar una fianza, se pasa años encerrados en chirona?
6. Por último, la salud, la educación y la vivienda, aunque no estén en el primer plano como la libertad, el trabajo y la alimentación, son derechos humanos fundamentales que el Estado cumple con mucha deficiencia. Allí es donde las comisiones de derechos humanos también deben vigilar mucho y si no cuentan con personal suficiente, emplazar fuerte a los altos funcionarios para que ejerzan vigilancia y cumplan con su servicio a la comunidad. Esas comisiones de derechos deberían ser parte de las luchas sociales y no aislarse como si fueran simples vigilantes.
7. Todos deberíamos ser personal de derechos humanos y pelear para que las clases dominantes y explotadoras respeten esos derechos. Desafortunadamente -escriben algunos- esas comisiones como muchas más (IFAI, INE, INEE, TRIFE) parecen sólo estar de adorno por estar supeditadas al Estado y la clase social dominante. La comisión de los derechos humanos puede cumplir un papel fundamental sólo si está dispuesta a confrontar con sus quejas, informes y consignaciones al poder del gobierno, los empresarios, los medios de información. No es solamente un problema de policías y ladrones.
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