Un día después del paro general que el lunes paralizó la Argentina, Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la jefatura de gabinete, anunció el despido de unos 354 periodistas y trabajadores de la agencia estatal de noticias Télam, acusándolos de «hostigamiento», por haber advertido lo que iba a suceder. […]
Un día después del paro general que el lunes paralizó la Argentina, Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la jefatura de gabinete, anunció el despido de unos 354 periodistas y trabajadores de la agencia estatal de noticias Télam, acusándolos de «hostigamiento», por haber advertido lo que iba a suceder.
Lombardi, ejecutor de las políticas comunicacionales del gobierno neoliberal de Mauricio Macri, es el responsable de miles de despidos en todos los medios públicos del país y está encargado del desguace de los mismos, dejándole el campo libre a los medios oligopólicos hegemónicos, mientras continúa con acciones amenazantes contra todos los periodistas que siguen trabajando.
Acallar toda crítica
Es el llamado «disciplinamiento», que no solo afecta a los medios públicos (Télam, Radio Nacional, Televisión Pública, entre otros) y la destrucción de todo medio crítico al gobierno sino que también se persigue y obliga a renunciar a los jueces que el Ejecutivo no maneja o que tienen a su carga alguna de las tantas causas de corrupción por las cuentas off shore del Presidente y su gabinete de empresarios evasores.
Rodolfo Pousá, director de Télam, comunicó los despidos con la justificación de «modernizar» la empresa y la acusación de que los trabajadores «pretenden apropiarse de la línea editorial como si fuera un botín político», en el intento de invisibilizar una denuncia previa de los periodistas «por aprietes» (coacción, amenazas, impedimento de trabajar).
Los trabajadores decretaron un paro por tiempo indeterminado. En el caso de la Televisión Pública, los periodistas que están bajo presión, fueron impedidos de continuar con los informativos que transmitía la televisora del Estado y decidieron reunirse y continuar por fuera de sus horas de trabajo y, como forma de resistencia, lanzar un informativo por redes.
«Desde hace meses quienes trabajamos en los medios públicos venimos de ataques e informes de seudoperiodistas y de autoridades y funcionarios que fueron instalando una idea muy fuerte de desprestigio sobre nuestro trabajo. Desvalorizando la función de lxs trabajadxs y sobre todo -en su acción de desguace- desvalorizando el objetivo fundamental de un sistema de medios público: democratizar la comunicación», denunció la periodista Carolina Balderrama.
La empresa justificó los despidos por la «oposición demostrada por 44 delegados sindicales, que realizaron 61 medidas de fuerza en dos años y medio», lo que pone «en evidencia el hostigamiento del que fue víctima el directorio en una empresa del Estado que paga puntualmente los salarios, respeta las leyes y los convenios laborales y preserva las condiciones de trabajo».
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) denunció la persecución a los trabajadores y el vaciamiento de la agencia de noticias y confirmó «la existencia de un proyecto cierto, verificado, de ejecución inminente, destinado a desmantelar un medio público fundamental del Estado argentino, con 73 años de vida, a través de la promoción de despidos masivos y la destrucción de su servicio federal, con el objetivo de terminar de acomodar el ecosistema de medios y modelarlo al servicio del capital concentrado».
» Lombardi se dispone a ejecutar un drástico plan de destrucción de la agencia: despidos en masa, eliminación de la función publicitaria de la agencia y el feroz disciplinamiento de toda voz en la redacción para poner de rodillas a una agencia y que sea, como nunca antes, una agencia gubernamental y no del Estado. Una agencia al servicio de los funcionarios y no de la sociedad civil. Obediencia o desempleo, es el lema del titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos», denunciaron los representantes gremiales.
«Las trabajadoras y los trabajadores de Télam vamos a defender, como ya lo hicimos ante otros proyectos de cierre en 1996 y 2000 frente a políticas del mismo cuño, la existencia y el valor social de la agencia pública y publicitaria de noticias», añadieron.
En la mira del gobierno de Macri están medios escritos como Página/12 y el semanario Tiempo Argentino, que mantiene una edición diaria por la web, y también a los detenidos preventiva e ilegalmente dueños de la empresa Indalo, Cristóbal López y Fabián de Souza, propietarios del canal C5N y radios importantes, con programas que no silencian ni invisibilizanla realidad, como lo hacen los grandes medios hegemónicos.
Liberados por orden judicial ya que los empresarios estaban dispuestos a pagar sus deudas impositivas, el gobierno desintegró la Cámara Federal y la reemplazó por jueces que siguen a pie juntillas los dictados del Ejecutivo. «Sin medios y sin jueces» se ha convertido en un dicho muy popular en esta Argentina macrista.
Rubén Armendáriz. Periodista y politólogo uruguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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