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Director de espionaje cierra programa de satélites

Fuentes: The New York Times

Traducido por Yadilka Valiente Boloy y revisado por Ana Maria Acosta, del Equipo de Traductores de Rebelión y Cubadebate

El máximo oficial de inteligencia de la nación ha decidido poner fin a un programa de satélites espías de miles de millones presionado por los elevados costos y la oposición de legisladores poderosos.

 

Funcionarios públicos y expertos de defensa dijeron que el funcionario, Mike McConnell, director de inteligencia nacional, cancelaría la próxima generación de un programa de satélites antirradar altamente clasificado, conocido públicamente como el sistema Misty, porque había decidido que el sistema no valía la pena debido al costo.

 

El señor McConnell dijo en una conferencia de los organos de inteligencia, celebrada esta semana, que había decidido descartar un programa de inteligencia grande, y en broma afirmó que era una manera de flexibilizar su influencia burocrática. Durante mucho tiempo, el cargo de jefe de espionaje ha recibido críticas por considerarse que carece de suficiente autoridad sobre los 16 organismos de inteligencia de la nación.

 

El señor McConnell no dió detalles sobre el programa, pero funcionarios confirmaron el jueves que se trataba del sistema Misty, un satélite móvil construido principalmente por la compañía Lockheed Martin.

 

Durante mucho tiempo, las agencias de espionaje han tenido la esperanza de desarrollar satélites antirradar más pequeños, en parte porque otras naciones están aumentando su capacidad de detectar y destruir los satélites. Durante una prueba realizada en enero, el Gobierno chino disparó un misil de mediano alcance desde un lanzador móvil e hizo añicos un satélite que servía de blanco, destruyéndolo en más de 1 000 pedazos.

 

Algunos expertos militares dijeron que las nuevas tecnologías algún día podrían volver obsoletos los satélites de imágenes, lo cual podría explicar la decisión del señor McConnell. Loren B. Thompson, analista del Instituto Lexington, Instituto de Política de Defensa, dijo que la Fuerza Aérea estaba desarrollando una aeronave de reconocimiento a gran altura, que podía desplazarse hasta una velocidad Mach 6.

 

El señor Thompson dijo: «Una aeronave, suponiendo que pudiera superar el espacio aéreo hostil, probablemente sería la mejor manera de captar imágenes». «La imagen que da la aeronave está mucho más cerca del objetivo»

Además en los últimos años se hace difícil justificar el precio de los programas satelitales, que a menudo esta determinado por el mal manejo y los costos excesivos, a medida que el Pentágono y las agencias de espionaje prestan más atención a la caza de terroristas en detrimento del rastreo de los grandes ejércitos.

 

Funcionarios dijeron que el señor McConnell tomó su decisión tras consultar con el Pentágono, que ya la había defendido hacía mucho tiempo. El programa también ha tenido detractores en el Congreso, como el senador John D Rockefeller IV, demócrata por Virginia Occidental y presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado.

Teniendo en cuenta que ya se ha analizado el presupuesto, los funcionarios del Congreso dijeron que la Casa Blanca podía proponer una enmienda si el Gobierno quisiera terminar la financiación, o bien el Congreso podría cancelar el programa.

 

John Pike, experto en satélites en GlobalSecurity.org, un grupo de investigación, dijo que el programa Misty había tenido problemas, en parte porque sus satélites eran mucho más pequeños que los satélites tradicionales.

El de menor tamaño es diseñado para evadir mejor los sistemas de rastreo, pero es más difícil que sea compatible con los equipos de imágenes muy complejos.

 

Según el señor Pike, la cancelación indicó que el señor. McConnell estaba cómodo con otras tecnologías secretas diseñadas para robar secretos desde el cielo.

 

En un artículo reciente publicado en la revista Foreign Affairs, el señor. McConnell lamentó el estado de la industria satelital estadounidense, y lo comparó desfavorablemente con la manera más rápida en que Europa desarrolla sistemas más baratos.

 

Además, señaló: «Por el contrario, un sistema de satélites espías estadounidense, aunque indudablemente más complejo que uno similar europeo, puede requerir más de 10 años y su desarrollo puede costar miles de millones de dólares.»