1. El gobierno asesino de Bush ha intensificado nuevamente su abierta intervención en Bolivia. Usando a poderosos terratenientes y empresarios el gobierno yanqui busca derrocar al presidente indio Evo Morales o, de lo contrario, separar a la rica y mestiza Santa Cruz y los sectores que la rodean. Los millonarios de Santa Cruz y Sucre […]
1. El gobierno asesino de Bush ha intensificado nuevamente su abierta intervención en Bolivia. Usando a poderosos terratenientes y empresarios el gobierno yanqui busca derrocar al presidente indio Evo Morales o, de lo contrario, separar a la rica y mestiza Santa Cruz y los sectores que la rodean. Los millonarios de Santa Cruz y Sucre (ciudad que reclama derechos que tiene La Paz como capital del país), en asociación con el imperio yanqui, y usando a los medios de información a su servicio, han intensificado una campaña de calumnias contra el gobierno de Morales. Pero Evo cuenta con el total apoyo de los indígenas, los campesinos y la casi totalidad de la población pobre y ha respondido con una gran movilización de masas. ¿Qué quieren los empresarios explotadores de Santa Cruz? No perder sus privilegios porque las nuevas leyes que se aprobaran les reducirán o harán perder sus grandes e ilegítimas ganancias.
2. Es, como se ha publicado, una rebelión contra el proyecto constitucional de Bolivia aprobado sólo por los legisladores que siguen a Evo ante el boicot de la derecha empresarial. Comenzó en Santa Cruz con el anuncio del líder del movimiento cívico local, el terrateniente de origen yugoslavo Branco Marinkovic, de lanzar un «sacrificado» plan de reconquista de la autonomía departamental. Frente a miles de personas de sectores económicos medios y altos, concentradas ayer martes en la plaza principal de la oriental ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Marinkovic pidió «sacrificio» a la población lanzando al mismo tiempo fuertes críticas al gobierno por la muerte de al menos cuatro muertos en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Sucre, mientras la Asamblea Constituyente sesionaba en un recinto militar. Las protestas contra Evo en toda la región continuaron con el apoyo de medios de información.
3. Lo que a Bush y a sus militares preocupa no es solamente Bolivia y sus once millones de habitantes hoy gobernados por el indio Evo Morales, sino toda la región donde el presidente venezolano Hugo Chávez ha estado consolidando su liderazgo, seguido por Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Chávez (como fue Fidel Castro durante 30 años) es un peligro para el dominio yanqui en América. Sus permanentes denuncias en todos los foros internacionales, han hecho grande su influencia, al mismo tiempo que desenmascaran al imperio opresor. Si los yanquis logran derrocar a Evo buscarán amarrar muy bien a Paraguay y al Perú donde tienen dominados a sus gobiernos pero con un agudo descontento de sus pueblos. Por otro lado, los gringos, aprovechando la total subordinación del presidente colombiano Uribe, buscarán usar al ejército de ese país subsidiado por medio del Plan Colombia, para golpear a Venezuela y Ecuador.
4. No debe olvidarse que el ejército yanqui es el más grande y mejor armado del mundo. El Departamento de Defensa controla actualmente los tres departamentos militares: el departamento de la armada (que incluye tanto la armada como el cuerpo de marines); el departamento del ejército (responsable del ejército); y del departamento de la fuerza aérea (responsable de la fuerza aérea) También tiene bajo su tutela al Estado Mayor conjunto y a algunas otras agencias de defensa que se encargan del escudo antimisiles. El Departamento de Defensa y el Pentágono poseen 700 u 800 bases militares alrededor del mundo, en 63 países; sus bases tienen una extensión total de 120 191 kilómetros cuadrados. El presupuesto que usan es de 1000 millones de dólares en 2006, porcentaje de 3.7 del PIB. Basta con mirar algunas revistas y folletos publicados como propaganda por el gobierno de los EEUU.
5. Después de observar esos datos y más me viene en los recuerdos lo que Mao Tse/tung declaró a la Periodista yanqui Luise Strong al señalar que «el imperialismo y todos los reaccionarios son tigres de papel porque visto en perspectiva es el pueblo el que realmente es el poderoso». Mao tenía razón, pero su perspectiva optimista se veía muy lejana. Declaró la frase en 1946, tres años antes que triunfe la revolución china que él encabezó; cuando los campesinos chinos eran ya poderosos después de la «larga marcha» que 86 mil hombres y mujeres iniciaron once años antes y que les dio unidad y fuerza. Pasados sesenta años el imperialismo ha demostrado que es un tigre asesino de verdad y el poderoso pueblo en América Latina aún no despierta totalmente para demostrar que el imperialismo, aunque se disfrace de oveja, puede ser destruido. El discurso de Chávez, igual de optimista, da confianza al pueblo venezolano.
6. La reciente confrontación del rey de España y el presidente Chávez en la reunió de Chile, pero sobre todo el discurso de Daniel Ortega, hacen ver una pugna entre intereses transnacionales. Al parecer en América Latina hay una lucha entre imperialismos, el yanqui y el europeo, por obtener la conquista de nuevos mercados. Durante la década de los noventa y lo que va de este siglo el Mercomún europeo, así como los asiáticos, han estado penetrando buscando desplazar a inversionistas yanquis en la zona. Esta batalla económica está modificando el mapa militar del continente. Los EEUU han promovido organizaciones económicas internacionales con el objetivo de controlar recursos naturales como el petróleo, el agua y demás recursos naturales, pero lo que más le preocupa es amarar a los gobiernos de la zona. El ALCA, el Plan Puebla Panamá, los Tratados de Libre Comercio, el Plan Colombia, el Plan México, son eso.
7. El haber sacado a Hugo Chávez de las negociaciones del intercambio de prisioneros por el gran prestigio internacional que iba logrando, y las descaradas presiones golpista contra Evo Morales en Bolivia, están definiendo el futuro inmediato de América del Sur. Los gobiernos de Brasil, Argentina y Uruguay (del Mercosur), deben apoyar a Evo porque su derrota permitiría el fortalecimiento de Bush. El futuro de Latinoamérica se encuentra en manos de estos países, en estos años encabezados por Chávez, que de una u otra forma, con diferentes políticas, están enfrentando al imperialismo. Desafortunadamente países importantes por su tamaño y número de habitantes como Perú, Colombia y México, están subordinados a los intereses de los EEUU. Los tienen atrapados con deudas, con bases militares, con inversionistas que saquean los recursos naturales y con gobiernos que sólo saben arrastrarse al poder yanqui.
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