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El Álamo y El Impostor

Fuentes: Rebelión

 Dentro de las lectura actuales destacan estos dos libros escritos por dos autores mexicanos. La lectura de estos es casi obligada por la importancia de sus temas. Prevalece una ignorancia total en la mayor parte del estudiantado y en el público en general. El Álamo, escrito por Paco Ignacio Taibo II, es un recuento de […]

 Dentro de las lectura actuales destacan estos dos libros escritos por dos autores mexicanos. La lectura de estos es casi obligada por la importancia de sus temas. Prevalece una ignorancia total en la mayor parte del estudiantado y en el público en general.

El Álamo, escrito por Paco Ignacio Taibo II, es un recuento de lo que verdaderamente ocurrió en esos nefastos días en que México perdió la mitad de su territorio. Y la incongruencia es que Antonio López de Santa Ana, algunos todavía lo consideran una especie de héroe, fue el autor de todo este desaguisado. Su forma caprichosa de gobernar el país y lo más grave, los que le creyeron y siguieron, llevaron a esta «Épica» batalla, según los gringos, para que se convirtiera en un símbolo de heroicidad y nacionalidad de los filibusteros yanquis. Es hasta el S.XX, a través de las producciones cinematográficas de Hollywood, que se empezó un mito y una serie de falsos héroes fabricados por los guiones de películas que ensalzaban esta escaramuza. El escritor hace una investigación a fondo que sirve como documental para el Canal de Historia. De hecho, como atinadamente lo menciona, esta escaramuza sirvió para que EUA, tuviera un inicio histórico a falta de raíces y cultura. Para México, el Álamo es un pie de nota, ya que no tuvo importancia alguna. Lo único que se puede mencionar es que estos dislates del dictador condujeron al inicio de perder el territorio mexicano. Este capítulo de la Historia de México, debiera ser enseñado en las escuelas y Universidades, con el fin de sacudirse ese vicioso complejo de superioridad que nos han plantado los gringos. Y todavía ellos se llaman «americanos», «norteamericanos», como si fuera su patente de corso. Y Paco Taibo no deja de caer en esto al mencionar en algún pasaje, «los norteamericanos». Y la razón de mayor peso es que los ciudadanos mexicanos ignoran el tema. Los ciudadanos gringos se los embuten por todos los orificios y se saben de memoria la gesta heroica de haber sido masacrados en aras de la libertad y su lema «In God we trust».

El Impostor es un libro escrito por Pedro Ángel Palou García que merece mucha atención. Es un libro bien documentado y se puede decir con una investigación minuciosa y exhaustiva. El tema, ajeno al lector de habla hispana, es sobre Saulo de Tarso conocido por su nombre romano Paulus. Desde luego esta exploración de este personaje no es nada nuevo. De hecho comenzó desde hace 2 mil años y ha sido un tema de controversia y discusión que pone en duda la validez del personaje. La fuente primaria son las llamadas cartas paulinas, 13 adjudicadas a Paulus. Posteriormente se ha encontrado que no todas son de su autoría. El relato es en forma de novela llevando paso a paso su vida, así como la de sus cercanos, como Teófilo, Lucas y otros más. Algunos pensarán que es una novela más producto de la imaginación. En realidad se puede decir que el escritor encontró un exoesqueleto y procedió a rellenarlo tomando en cuenta la condición humana. Con esto se puede ver la verdadera personalidad de Saulo de Tarso. El mismo a través de sus relatos se retrata a sí mismo pero quedan situaciones anómalas que el lector no ve ni entiende. Su papel como informante del Emperador Romano en turno es clásico. Cuando el reclama su ciudadanía romana y se dice amigo del César, no se aclara que el César en esos momentos era Calígula. Posteriormente el siguiente César es Claudio y después le sigue Nerón. Como se ha mencionado el tema no es reciente y de hecho en los rollos del Mar Muerto o Qumram, se le menciona aunque no de nombre. El lector tiene que estar con una mente abierta y si conoce el Nuevo Testamento podrá aceptar o no los argumentos que se han encontrado a través de los años. Una ampliación a todo esto se puede encontrar en el erudito libro de Robert Eisenman, «James the Brother of Jesus», o traducido, Santiago el Hermano de Jesús. Este libro apareció en 1992 y se puede ir corroborando paso a paso lo escrito en los rollos de Qumram. Saulo de Tarso hace uso de la filosofía griega y la acomoda al pensamiento hebreo para crear un pensamiento complicado y a veces confuso. Uno de estos, es su carácter misógino y que se lee como un consejo sagrado en las ceremonias matrimoniales. Esto es una realidad meridiana y actual como lo vemos en la elección de la primera mujer como alcalde de León, Guanajuato. La alcaldesa no tiene a ninguna mujer en su gabinete. La razón porque ese pensamiento paulino pesa sobre de ellas. «La mujer debe de estar sujeta al hombre….» con la complacencia y beneplácito de la curia romana. Hay muchos pasajes que se pueden comentar, pero el panorama general que Pedro Palou, describe, tiene una vigencia actual con el único cambio de escenario y personajes de lo que ocurre en la vida política y nacional de México y el mundo. Es decir regresamos al dicho, «no hay nada nuevo bajo el sol». Se puede resumir que la condición humana no cambia solo varía su intensidad y sus acciones y lenguaje. Pedro A. Palou G., merece un reconocimiento por traer un estudio erudito y documentado a los lectores de habla hispana. En otros idiomas existen y existieron a través de los años. La Inquisición, el fundamentalismo y el fanatismo impidieron que este conocimiento llegara a las masas populares. Y la advertencia de Pedro Palou, es válida. Cada quién haga su conclusión y su libertad de leer o no leer este libro.

Son dos autores modernos y los une la investigación exhaustiva y el afán de develar el conocimiento a toda criatura que sepa leer y escribir.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.