1. Germán Martínez -quien fuera uno de los cinco dirigentes principales del PAN durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón-renunció ayer como Director de Seguro Social después de cinco meses de estar en el cargo. El IMSS, fundado en 1943, es la institución pública de salud más grande del país, con afiliados o […]
1. Germán Martínez -quien fuera uno de los cinco dirigentes principales del PAN durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón-renunció ayer como Director de Seguro Social después de cinco meses de estar en el cargo. El IMSS, fundado en 1943, es la institución pública de salud más grande del país, con afiliados o derechohabientes que van de 13 a 20 millones de dependientes. Durante 75 años fue manejada por una burocracia política extremadamente corrupta que permitió que década tras década los servicios de la institución se corrompieran mucho llevando a la extrema falta de médicos, enfermeras, medicamentos, camas de hospital.
2. Germán Martínez, como alto dirigente conservador panista, decidió hace un año separarse de su partido, el PAN, para cambiarse a las filas del lópezobradorismo, jurando cambio de convicciones políticas. El político panista demostró una gran seriedad y honestidad, pero lo que más convenció fue su juramento de fidelidad. Con ello no solo logró que se le otorgara una senaduría sino que al mismo tiempo fue parte del gabinete ampliado de gobierno con el nombramiento de director del IMSS. Supe que Germán Martínez era un alumno directo del intelectual panista y periodista conservador Carlos Castillo Peraza, que ese año era asesor de dirección del Diario de Yucatán.
3. Recuerdo que antes que Carlos Castillo se trasladara a vivir con su familia a la CDMX como asesor político de Luis H. Álvarez -presidente nacional del PAN- nos hicimos muy amigos y prometió que escribiríamos un libro juntos: él sobre la derecha y yo sobre la izquierda; incluso tendríamos editor seguro. Antes que fuera aceptado articulista en DY escribí 14 artículos que Castillo como asesor revisó y luego él mismo «me presumió» haber autorizado mi entrada al DY, a pesar de que había sido articulista de Excélsior y unomásuno. Castillo en 1986 ya había sido candidato a gobernador de Yucatán, había escrito algunos libros y era muy estudioso.
4. Es muy interesante la lectura de renuncia de Martínez porque enlista muchos problemas del IMSS y los servicios de salud; sin embargo el documento demuestra una vez más la terrible situación de abandono, corrupción y peligro de desplome de los servicios de salud y otros servicios en el país, por culpa de más de 35 años de abandono, saqueo y corrupción. Desde luego Martínez no tiene la razón en sus reclamos contra el secretario de Hacienda cuya responsabilidad -siguiendo al presidente AMLO, es de país y no de una secretaría. Los dos principales y urgentes problemas de la nación son de alimentación y salud, pero todo está concatenado.
5. Pienso que cualquier político o profesionista puede ser director de alguna institución de Estado si de cobrar jugosos salarios y agudizar sus problemas se trata. No puede olvidarse que el PRI y el PAN -poniendo a cualquiera como director- han logrado enriquecerse aunque el país se esté desplomando. El gobierno de Morena -si dice que es otro régimen- tiene que ser otra cosa muy diferente. Martínez -por su capacidad política- pudo ser un magnífico director del IMSS; pero ser de derecha o conservador en una institución que tiene mucho o todo de servicio a los pobres, a los necesitados, a los más jodidos, sólo puede hacerlo bien un centroizquierdista.
6. La renuncia de Germán Martínez es mala porque el tipo, a pesar de su derechismo, denotaba mucha solidez; pero también es buena porque su documento puede ayudar a reflexionar los problemas y a comprender que muchas cosas pueden cambiar para bien de la población. Pero en donde no puede existir duda alguna es acerca de la terrible, desastrosa situación que el gobierno de AMLO tiene que enfrentar y solucionar. Yo no quisiera perder la oportunidad de avance del lópezobradorismo. Debemos estar atentos ante el movimiento golpista de la derecha política y los empresarios. Las masas deben salir a la calle con fuerza para obligar a los golpistas a retroceder.
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