En diálogo con PáginaI12, el gobernador de San Luis señala que el gobierno nacional está involucrado en la persecución a Milagro Sala, a la que define como una presa política. Pide que se atienda el reclamo de los organismos internacionales y se la libere.
Alberto Rodríguez Saá dice que cuando subió al templo de Kalasasaya, en el Alto Comedero, extendió el brazo derecho para un lado y veía viviendas. Extendió el izquierdo, y lo mismo. Por eso, al cumplirse un año de la detención ilegal de Milagro Sala, dijo que la organización Tupac Amaru no sólo había hecho todo lo que tenía que hacer, sino que muy probablemente Milagro Sala hasta puso plata del bolsillo para hacerlo. El gobernador de San Luis es uno de los representantes políticos que comenzaron a reclamar la libertad de Sala, luego de las resolución de Naciones Unidas y de los pronunciamientos de organismos internacionales de protección a los derechos humanos. En esta entrevista cuenta por qué viajo para Navidad a Jujuy, y pide a diputados, senadores, gobernadores y al peronismo poner el tema en la agenda. Al Gobierno le reclama que acepte dar un paso atrás: «El Ejecutivo también es responsable de esto, al Gobierno le sirve muchísimo si logra legitimarlo. Creo que hay que poner un límite, respetar las demandas de los organismos de derechos humanos. Se puede decir basta, volver atrás y liberarla».
-¿Por qué decidió acercarse? ¿Conocía a Milagro Sala?
-No la conocía personalmente. Pero en el marco de un conflicto, levantamos el teléfono y hablamos una o dos veces. Cuando llegó Navidad, entendí que era una presa política y me pareció interesante preguntarle si aceptaba que la pase con ella. La llamé. Y ella, re-amable, me dijo que sí. Así, empecé el trámite, me autorizaron, pero no en la forma que yo quería.
-¿Por qué?
-Quería que fuera más natural el encuentro de Nochebuena, con más libertad en el penal, pero no aceptaron. Tuvo que hacerse todo de acuerdo al reglamento, como si ella estuviera casi incomunicada. El juez tiene atribuciones suficientes para poner condiciones mucho más dignas, con respeto, porque no fueron condiciones dignas de una Navidad, ni horarios dignos, podría haberse hecho de otra manera. Pero el juez dijo que era incompetente, y luego el jefe del servicio penitenciario se portó correctamente. Yo llamé al ministro de Gobierno para anunciarle que iba. Estuvo bien, me dijo que era peronista, conversó conmigo, pero después salió a decir cualquier cosa. Le dije que ni siquiera le estaba pidiendo permiso, sino que le decía que iba porque me parecía correcto dado que soy gobernador de una provincia, y esto lo hacía a título personal.
-¿Gerardo Morales intentó comunicarse con usted?
-Morales quiso hablar con el senador Adolfo Rodríguez Saa. Hizo varios intentos. Al final se encontraron en el Congreso. Y Morales le dijo: espero que no vayas a Jujuy. Mi hermano le contestó: mi hermano está con eso. Nunca habló. Nos encontramos circunstancialmente en una reunión y le dije, buen día, nada más. Quiero decir que otras navidades las pasé con inundados de la provincia en el corazón de las sierras, con gente humilde que había perdido todo, como una forma de poner el tema en la agenda, porque ese es el punto: poner en la agenda este tipo de cuestiones de mucho dolor para que los gobiernos busquen soluciones. Con ella, fue así. Volví a verla el 25. Pero estuve también con los demás compañeros y compañeras que están en la misma situación. Y sobre los que lamentablemente pasa esto, que uno no se acuerda los nombres, por eso es importante escribirlos y escribirlos, hasta que nos acordemos de todos los militantes para hacer el reclamo completo: son presos políticos.
-¿Cual es su evaluación de lo que sucede?
-Milagro Sala es una presa política porque fue detenida ilegalmente. A ella se la detiene por un acampe. Después se llama a una suerte de indagatoria por el acampe. La detienen por una infracción municipal que tiene como pena máxima dos días de arresto. De trabajo comunitario. Así que detenerla por un acampe es ilegal. Después le agregan asociación ilícita, figura que no existe por una falta municipal. Es como ir en auto a una fiesta y que los que van adentro decidan estacionar en un lugar donde no se puede. No se puede hacer que vayan presos por asociación ilícita porque los tres se pusieron de acuerdo para estacionar. Es una locura jurídica. Se hizo de manera torpe y hasta puede ser motivo de humoradas, pero no pueden colgarle el proceso después para intentar resolverlo porque eso cambia las reglas del debido proceso. Eso está clarito en el derecho. El debido proceso es como una foto del día que vos cometes el delito: en esa foto no está la posibilidad que te detengan por una falta municipal y una vez detenido empiecen a colgarte galletas. La Argentina tiene el caso de Gorriarán Merlo, no se puede detener a alguien ilegalmente y luego colgarle el juicio porque todo es nulo y eso es exactamente lo que hacían los tribunales de la inquisición. Era una suerte de proclama que llamaban acto de fe. La proclama la daba el cura. Después te venían a detener, te tenían uno o dos meses hasta que vos con tu silencio firmabas que aceptabas al tribunal de la inquisición y sus reglas en total estado de indefensión. Esto es lo mismo. ¿Qué hay que hacer? Liberarla. Y pedirle disculpas, mire lo que digo. Pedirle disculpas y anular todo lo que se hizo. Todo es nulo.
-Su provincia tiene tradición en construcción de viviendas. ¿Cómo analiza las obras de la Tupac?
-Una galleta que le colgaron con mucha imprudencia es eso de que se robó todo. Quien se ha parado simplemente en la loma donde está el valle y desde donde se ven las construcciones de Milagro Sala no sólo dice que no se robó todo, sino que no se robó nada. Veamos cuánto fue lo que le dieron, en qué condiciones y qué hizo ella, y vamos a ver que se necesitan montañas y montañas de dinero para construir lo que se construyó en Jujuy, son miles de viviendas. Hay que sumar gas, infraestructura, la red de agua, caminos, calles, veredas, asfalto, los árboles. Lo que dicen es muy agraviante. Que se saquen las cuentas, seguro que si nos ponemos a sumar ella puso plata de su bolsillo.
-¿Qué debe hacer el Ejecutivo?
-El Ejecutivo está involucrado porque el caso Milagro Sala le sirve al gobierno muchísimo si logran legitimarlo. Hay que escuchar a los organismos internacionales. Hay que poner un limite, respetar las demandas de los organismos de derechos humanos. Siempre hay un momento en el que se puede decir basta, volver atrás, decir me equivoqué y liberar a Milagro Sala. Liberarla a ella y al resto. Y, en libertad, que sigan los procesos con todas las garantías de la ley.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/17047-el-ejecutivo-es-responsable