1. Unos 40 mil profesores, que pasaron el colador de la farsa del examen para obtener una plaza de profesor en la SEP, han recibido la funesta noticia de que no hay presupuesto para contratarse. Les han dicho que hay que esperar plazas que dejen las jubilaciones, los probables ceses o renuncias de profesores. Mientras […]
1. Unos 40 mil profesores, que pasaron el colador de la farsa del examen para obtener una plaza de profesor en la SEP, han recibido la funesta noticia de que no hay presupuesto para contratarse. Les han dicho que hay que esperar plazas que dejen las jubilaciones, los probables ceses o renuncias de profesores. Mientras tanto hay millones de niños en el país sin profesores, con profesores que atienden varios grupos, con profesores del Conafe o del sector indigenista que llegan a cumplir -sin saberlo- con el papel de esquiroles, además de grupos recargados con más de 30 alumnos.
2. «Más de 34 mil 960 maestros aspirantes a una plaza docente en nivel básico que aprobaron el examen INEE se quedarán sin plaza a pesar de haber sido seleccionados; fueron 51 mil 471 los aspirantes seleccionados en esta prueba presentada en julio pasado; sin embargo, solo existen 11 mil 773 plazas disponibles en todo el país, además de 56 mil 828 «horas clase», que representan 4 mil 735 lugares adicionales, es decir, hay en total 16,508 plazas». ¿Tendrán qué presentar otro examen cuando se les venza el plazo? La SEP y el INEE son los responsables de esta situación.
3 . El gobierno ha repetido -durante décadas- que no hay más presupuesto para aplicar en educación, salud, vivienda popular y asistencia social; la gente tonta, sin pensarlo, repite el estribillo de que «no hay dinero», pero no se da cuenta que «sí hay dinero» para pagar insultantes salarios a funcionarios de gobierno, a miembros del poder legislativo y judicial, así como a partidos e instituciones electorales. Hay alrededor de 100 mil profesores titulados sin plaza y hay millones de niños sin maestro. ¿Por qué los imbéciles culpan a los maestros de la mala educación si es el sistema el culpable?
4. El gobierno de Peña Nieto ha concluido, con su poder legislativo, la aprobación de la privatización del petróleo y la electricidad; sin embargo, a pesar de ello, sigue amenazante una profunda crisis económica porque la economía mexicana no alcanza salir del hoyo en el que entró en 1982. Su crecimiento productivo se ha anclado entre el uno y dos por ciento, absolutamente insuficiente para parar el gigantesco desempleo, el desplome de los salarios, el aumento desesperado de la migración y la cada vez más peligrosa inestabilidad del país, producto de lo anterior.
5. En España, el grupo Podemos, que acaba de ganar varias diputaciones para el parlamento europeo, hizo firmar a sus diputados de que no cobrarán más de tres salarios mínimos españoles (1,900 euros) renunciando a los 8 mil euros que cada diputado cobra; firmaron que viajarán en avión plaza turista y que denunciarán toda la corrupción que registren en entre los eurodiputados. Si los políticos mexicanos cobraran sólo tres salarios mínimos de 60 pesos diarios o 1,800 al mes, es decir, 5,400 nadie aceptaría ese cargo, y sería magnífico. Hoy los diputados, senadores, gobernadores, jueces, los del INE, cobran entre 100 y 300 salarios mínimos.
6. Pero estos políticos mexicanos que cobran entre 400 y 600 mil pesos al mes se quejan porque en la «empresa privada» (con excepción de los SLIM. Azcárraga, Salinas, que obtienen cientos de millones) se obtienen ingresos que van más ahí de un millón o dos millones al mes, mismos que según ellos deberían cobrar. ¿Podría imaginarse que se estableciera en México un «salario máximo» o una «ganancia máxima» de 30 (treinta) mil pesos y un salario mínimo de 10 mil pesos? Se recuperaría la confianza en el país, en sus políticos, se acabarían los robos, los asaltos, la migración y la delincuencia porque todos tendrían comida, vestido, habitación y bienestar.
7. Con una ganancia máxima en México de 30 mil pesos (tres salarios mínimos de 10 mil, como han firmado los españoles eurodiputados de Podemos), se vendría abajo la venta de coches de lujo, la especulación bancaria, la compra y venta de drogas, la reventa inmobiliaria, las largas vacaciones de veraneo y turismo político, el despilfarro empresarial y funcionaril. Pero esto es casi imposible en un país como México donde las costumbres se han hecho leyes; donde es inconcebible -es una utopía- hacer un planteamiento como éste que saca de balance todo. ¿No se puede vivir con 30 mil pesos cuando el pueblo ha vivido con uno o dos dólares al día?
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