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El litio mexicano, un recurso estratégico en el radar de las grandes empresas mundiales

Fuentes: Rebelión / CLAE

En México hay indicios de potencial en litio desde finales de los años 1970 y principios de los 80, según documentos del Servicio Geológico Mexicano, pero lo cierto es que el modelo neoliberal de los gobiernos anteriores optó por truncar la exploración del que los geólogos de ese entonces denominaban un mineral estratégico para el país, al ceder los recursos naturales, entre ellos el minero, al sector empresarial.

Analistas privados señalan que México tendría el depósito de litio más grande del mundo, con reservas probables y probadas de 243.8 millones de toneladas, que contendrían 4.5 millones de toneladas de ese mineral en estado de carbonato. La exploración en México aún está en un momento bastante primario y rústico, la secretaria indicó que todavía no es posible afirmar cómo será el esquema para su eventual explotación, hasta que el Congreso dicte la reforma constitucional.

Desde que el Ejecutivo envió al Congreso su iniciativa de reforma en materia energética, voceros de la industria minera, supuestos especialistas e incluso autoridades han desestimado la importancia de la propuesta de adición al artículo 27 constitucional en la que se prohíbe otorgar concesiones para la explotación de minerales radiactivos, litio y demás minerales considerados estratégicos para la transición energética.

Para los agentes referidos, la propiedad y aprovechamiento público de estos recursos sería de escasa relevancia, toda vez que, afirman, los yacimientos de litio ubicados en México son pocos y de difícil extracción. Estas apreciaciones son desmentidas por los funcionarios oficiales que indican que no es casualidad que México esté en el radar de las grandes empresas y los países más interesados en la explotación de litio

 Violeta Núñez Rodríguez, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM),  destacó que hace poco más de 40 años el gobierno mexicano tenía un programa de exploración nacional al que llamó Proyecto Litio, enfocado en Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Michoacán, Puebla, Oaxaca, San Luis Potosí, Zacatecas, Sonora, y Chiapas, entidades donde los geólogos sabía de la presencia de litio.

Más de 40 años atrás, el 9 de octubre de 1980, geólogos del Consejo de Recursos Minerales señalaban que el litio era un mineral estratégico que se empleaba para la fabricación de las bombas de hidrógeno y en los motores de gas de los submarinos, además de que el incremento en la demanda de dicho mineral había dado lugar a buscar nuevos usos como la producción de energía en los reactores de fusión.

Recién se había descubierto su utilidad para la fabricación de baterías eléctricas de larga duración y de recargas múltiples, que podrían ser utilizadas principalmente en vehículos de motor eléctrico. Y hoy, pese a que se insiste que en México no tiene grandes cantidades de litio, el país esté en el radar de grandes empresas.

El Servicio Geológico de EU coloca a México entre los 10 países con mayores reservas de litio en el mundo; Australia tiene identificadas grandes franjas de litio a escala global, incluyendo ahí a parte del territorio mexicano, y Ganfeng Lithium, la productora de litio más grande de mundo ve potencial sólo en cinco naciones, una de ellas México

México tiene 1.7 millones de toneladas de reservas de litio, tres por ciento de las que hay en todo el mundo, esto sin aún contar los cuatro campos que tiene reservados el gobierno, dos de ellos enormes en Sonora, otro en Puebla y uno más en Jalisco; a lo que se suma que hay manifestaciones de litio en 82 localidades del país.

Por si fuera poco, destacó Violeta Núñez, la empresa china Ganfeng Lithium tiene parte de la propiedad del yacimiento de Litio de Sonora, el más grande de México y está a punto de comprarlo en su totalidad por el potencial que ve en él, dado que es un campo del que se puede extraer fácil y rápido el mineral. Ganfeng tiene operaciones en China, Australia, Argentina, Irlanda y en Sonora, México

Por su parte, la titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier, La exploración de los posibles yacimientos de litio en México se encuentra todavía en un estado bastante primario y rústico, y aunque ya se estudian más de 80 puntos donde podría existir dicho mineral, no será sino hasta marzo próximo cuando exista mayor claridad sobre este tema.

Las posibles reservas de litio se encuentran en arcilla, lo que dificultaría más su explotación, por lo que la eventual participación de empresas privadas o extranjeras en este terreno todavía está por definirse, pues la ley respectiva aún no se encuentra lista.

 “Se hizo un plan en donde estamos explorando los primeros indicios en 82 espacios; estaremos terminando 50 para finales de año, y el resto para marzo de 2022, y entonces tener mapeado dónde sí y dónde no (existiría el mineral). De lo que llevamos hasta ahorita, se ha encontrado una proporción de litio en la tierra que podría significar que conviene entrar a un trabajo mayor”, añadió.

“En México tenemos el litio en arcilla, y si tengo un cerro de arcilla que lo contiene, no puedo decir que toda una tonelada de arcilla es litio: tengo que ver qué proporción voy a poder extraer de material útil, dijo Clouthier. En Bolivia lo tienen en sales, más fácil de explotar, pero nosotros lo tenemos en arcilla. Es bien distinta la proporción y es mucho”, señaló.

Clouthier destacó que el plan del gobierno de México es generar en el país una cadena de valor para el litio, y no sólo extraerlo y venderlo, pues la primera opción es mucho más poderosa y rica que el producto en sí mismo, y anunció que se está empezando a trabajar en una cadena de proveeduría para la elaboración de baterías de este mineral, como parte de la cual se reciclaría el material de otras pilas para poder impulsar un proceso más eficaz y menos costoso.

Pero lo cierto es que la historia del descubrimiento, olvido y entrega del litio refleja el carácter inoperante y hasta contraproducente del modelo neoliberal como palanca del desarrollo, así como la relevancia y oportunidad de la iniciativa de reforma constitucional que tienen en sus manos los legisladores; tanto en el ámbito económico, como en el de la transición energética y la lucha contra el cambio climático.

Con esta propuesta, dice un editorial del diario La Jornada, se actúa a tiempo para salvaguardar un recurso estratégico, de tal forma que la sociedad mexicana en su conjunto pueda beneficiarse con la riqueza del subsuelo y se evite que ésta permanezca ociosa o sirva para la especulación y el lucro de unos cuantos.

Gerardo Villagrán del Corral es antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.