Su verdadero nombre es Amparo Sánchez, llegó a Madrid desde Andalucía y en 1996 inició su proyecto musical, que bautizó con el nombre de «Amparanoia». Desde entonces ha viajado por todo el mundo con sus canciones, llevando un mensaje de esperanza y solidaridad. En un mundo como el del espectáculo, dominado por hombres y en […]
Su verdadero nombre es Amparo Sánchez, llegó a Madrid desde Andalucía y en 1996 inició su proyecto musical, que bautizó con el nombre de «Amparanoia». Desde entonces ha viajado por todo el mundo con sus canciones, llevando un mensaje de esperanza y solidaridad. En un mundo como el del espectáculo, dominado por hombres y en el que las mujeres con frecuencia sólo son secundarias, Amparanoia es un ejemplo para muchas jóvenes que desean transmitir su sensibilidad mediante la música. Amparo Sánchez está de gira con su grupo para presentar su último trabajo discográfico, La vida te da, y al final de un concierto le ha concedido esta entrevista a Rebelión.
– La situación de desigualdad que la mujer ha de sufrir con respecto al género masculino es evidente, pues aunque desde el punto de vista legislativo no existe barrera alguna para la igualdad, las barreras económicas y culturales subsisten. Para vivir de la música ¿tiene la mujer que superar también barreras más o menos invisibles? ¿Has vivido alguna experiencia en la que te sintieses discriminada por el hecho de ser mujer?
– No es fácil para las mujeres conciliar vida laboral y familiar, para mi éste ha sido el mayor problema, pero tengo la suerte de haber contado con gente dispuesta a ayudarme en mi profesión. Me he sentido respetada, aunque a veces me han propuesto cosas a las que me negué, y cuando una dice que no le resulta difícil negociar. Hay muchos hombres en el mundo de la música, algunos son maravillosos, pero otros siguen pensando que las mujeres son «pa casa…».
– Pienso que no es algo insustancial que existan mujeres compositoras, dan otra visión del mundo. En muchas de tus canciones existe un mensaje u otra forma de ver la realidad que la que puedan reflejar las letras de un compositor de sexo masculino.
– Los hombres y mujeres tenemos esa cualidad de poder expresar a través de canciones nuestra visión del mundo. Estoy convencida de que la mujer tiene un contacto con la madre tierra y con la realidad mucho mas fuerte que los hombres, por algo damos la vida… También nuestra sensibilidad es diferente.
– En la sociedad española existe un debate muy intenso acerca de la prostitución femenina. Hay posturas muy encontradas, incluso entre organizaciones feministas. En el parlamento español se va a debatir de qué manera afrontar esta lacra que sufren las mujeres. Nos gustaría saber cuál es tu opinión.
– Deberían ser trabajadoras del sexo, con sus derechos y sus obligaciones, con medidas de sanidad, para salir de la ilegalidad, acabar con las mafias y la trata de blancas. Y la mujer que elija ser prostituta que sea una ciudadana más, como el podólogo o el dentista… Realiza un servicio sexual, que no deja de ser un servicio y debe ser reconocida por ello… Respeto mucho a las mujeres que toman esta decisión en la vida y me duelen otras muchas que se ven en esa vida sin desearlo y son esclavas.
– Además de las luchas de las mujeres sigues muy de cerca los cambios sociales en Latinoamérica. En sucesos recientes, como el de la represión policial en Atenco, en México, vemos cómo las mujeres sufren una doble represión, ya que además de ser detenidas han sufrido agresiones sexuales a manos de la policía mexicana.
– Esta doble brutalidad es algo que no puedo entender, estuve hablando con las dos chicas catalanas que sufrieron las detenciones y torturas en Atenco y lo más increíble es que su dolor se convierte en fuerza para seguir luchando, para denunciar, para que salgan de la cárcel todas las personas que aun siguen detenidas. El Movimiento Zapatista lucha con la palabra y, cuando los gobiernos no pueden contra esta rebeldía, responden con la violencia.
– En muchas de tus letras observo que tienes una visión de la vida un poco amarga o triste, pero al final siempre procuras transmitir un mensaje optimista, de superación frente a las adversidades de la vida. ¿Crees que es fruto de tu propia personalidad o de la situación actual que vivimos?
-Es una mezcla de todo, la vida te duele y a la vez te hace seguir… Cuando estoy muy triste haciendo una canción, siempre miro a ver cuál es el lado positivo, que puedo aprender con el dolor…
– Si nos fijamos sobre todo en Latinoamérica ¿que te parecen los cambios que están teniendo lugar allí? ¿Eres optimista?
– Sí, soy optimista, porque creo que Latinoamérica ha sufrido muchísimo, sigue sufriendo y es el pueblo, los movimientos indígenas y los obreros quienes están plantando cara a sus gobiernos, están organizados y creo que en unos años podremos ver avances si los pueblos siguen decidiendo de verdad quien quieren que los gobierne.
– Los tiempos están cambiando, no sólo para los gobiernos, sino también para los músicos que intentan ganarse la vida con su arte. El mercado del disco está en crisis. ¿Cuál crees que debería ser la vía para que los músicos vivan de su trabajo?
– Los espectáculos en directo, ésa es nuestra fuente de ingresos. También podemos hacer discos, como muestra de nuevos temas, nuevas historias, pero lo importante es hacer música y encontrar las personas que apoyen el proyecto y entre todos intentar llevar la música por muchos lugares… No es fácil, pero tampoco imposible.
– Es cierto que en la música en directo no hay piratería, teóricamente tu publico conoce tus canciones. Sin embargo, se acude a los conciertos para volver a escucharlas de viva voz, los conciertos han existido y siempre existirán, ¿Qué busca tu público cuando acude a tus actuaciones?
– Creo que busca la energía de la música, la energía de encontrarnos… Hay gente que conoce las canciones y gente que no, lo importante es que todos pasemos un buen rato juntos y tomemos fuerza para seguir el camino.
– Tu último trabajo, La vida te da, fue grabado con todos los músicos tocando al mismo tiempo. ¿Has querido atrapar la magia del directo?
– Sí, pero también dar proximidad a quien lo escucha. A mí me gusta cantar así, todo acústico, sintiendo la música, y creo que al grabar todos al mismo tiempo hemos conseguido una calidez de sonido que no habíamos experimentado hasta ahora.
– En este disco interpretas cuatro canciones en inglés y otra en catalán. ¿Intentas con ello acercarte a más público o ha sido algo natural en el proceso de creación?
– Yo escribo canciones casi a diario y antes de grabar un disco elijo las 20 o 25 que más me gustan y de ésas voy seleccionando hasta quedarme en 15, que son las que normalmente grabo. Una vez grabadas, sólo conservo las que desde el punto de vista musical y de los textos considero más logradas. En realidad, ni yo misma sé si una canción va a formar parte algún día de un CD, así que escribo con la libertad del momento y de lo que voy sintiendo.
Carlos Martínez es responsable de Cultura en Rebelión.