Recomiendo:
0

Un libro necesario

«El Paraíso de Adán» de Ramón Pérez Almodóvar y José Manuel Castellano Gil

Fuentes: Rebelión

Son muchos los interesados -de todo tipo y conveniencia- en presentar a Canarias como una réplica de las Hawai, como lugar exquisitamente paradisíaco, admirable paraíso, geográfica demostración de las más fecundas de la Tierra, y efectivamente, las Islas Canarias son de una belleza impactante, del todo singular, pero bien distinta es la situación económica, social […]

Son muchos los interesados -de todo tipo y conveniencia- en presentar a Canarias como una réplica de las Hawai, como lugar exquisitamente paradisíaco, admirable paraíso, geográfica demostración de las más fecundas de la Tierra, y efectivamente, las Islas Canarias son de una belleza impactante, del todo singular, pero bien distinta es la situación económica, social y política que las define. A tal respecto, son muchos los periodistas, los escritores, en suma, nada mercenarios -salvo excepciones- que han constado cuál es la situación socioeconómica del Archipiélago. De tal manera, que han surgido libros como: Desarrollo del subdesarrollo, de Antonio González Viétiez y Óscar Bergasa, competentes economistas; Canarias, región polémica, obra del brillantísimo y malogrado dirigente político antifranquistal Antonio Carballo Cotanda; Canarias, hoy, del sagaz periodista y escritor José A. Alemán, y otros textos como los certeramente aportados por los destacados Catedráticos en Economí
 a José Ángel Rodríguez Martín y Miguel Padrón, respectivamente, sin olvido del también Catedrático de Economía, Federico Aguilera Klink, docentes todos de la Universidad de La Laguna (Tenerife, Islas Canarias), dando paso a un libro absolutamente necesario: El Paraíso de Adán, cuyos autores son el periodista Ramón Pérez Almodóvar y el Doctor en Historia José Manuel Castellano Gil.

Respecto a éste último libro se ha dicho: Situarse al otro lado de la trinchera oficial, que es lo que ha subrrayado el Catedrático de Filología Francesa de la Universidad de La Laguna, Antonio Álvarez de la Rosa en su agudo prólogo a El Paraíso según Adán. Veinticinco años de caciquismo autonómico (Asociación Cultural Taller de Comunicación, Ramón Pérez Almodóvar, y José Manuel Castellano Gil, 268 páginas, Tenerife, 2005), refiriéndose a sendos autores, libro que engloba cincuenta y nueve artículos críticos cuyo contenido consolidan el ideario propio de la resistencia y la transversalidad democrática, ofreciéndonos implícitamente otra alternativa política, completamente diferente y enraizada en lograr diferente realidad y cubrir, legítimamente, las necesidades de los habitantes del Archipiélago y obtener una democrácia plural y avanzada.

Lejanos de apologías a manera de claque, sus autores han estructurado un texto que aborda el déficit democrático que se ha impuesto en Canarias, que para muchos no es más que Canarias SL, demostrando el vínculo existente entre el caciquismo político y variadas influencias económicas y sociales que vienen a consolidar al primero. En El Paraíso… se aúnan artículos aparecidos en diversos medios de comunicación social: diarios, revistas y páginas digitales. Un libro que constata la indefensión cívica, el enorme estado de postración que define a la ciudadanía canaria, el clientelismo de los vasallos del caciquismo de uno y otro tipo, y la irrefutabilidad de una resignación que aqueja al pueblo canario cuya indolencia o inducida complicidad viene a hegemonizar a un poder político que está «representado» por Coalición Canaria (CC, en adelante), por denominarla de alguna manera. El libro no es ajeno -en absoluto lo es- a graves conflictos supranacionales. En cuanto al panorama canari
 o, tenemos artículos como «El negocio del golf en Canarias», que revela el entramado de complejos hoteleros y extrahoteleros en el Archipiélago, y cómo la Naturaleza queda al servicio y hasta resulta degradada por la especulación: «Porque es evidente que en las islas no hay agua potable suficiente para atender la demanda de sus habitantes, de sus campos agrícolas y del sector ganadero, de los 12 millones de turistas que vienen a todas las islas y de todas las infraestructuras turísticas construidas, y que se están construyendo, para acoger esta masa ingente de personas. Es decir, con dinero público se construyen las desaladoras, depuradoras y cualquier infraestructura hidráulica (cuando no se subvenciona directamente a los aguatenientes, propietarios de pozos y galerías) que sirven directamente a los interés del sector privado», op. cit. página 20; «Granadilla y Vilaflor, ciudadanía y ecologismo», del ecologismo conservacionista al modelo salvaje de crecimiento económico (op
 ., página 63); «La demagogia del pleito [insular]», premeditada estrategia para balcanizar Canarias (op. cit. página 121) constituye la aportación crítica de Pérez Almodóvar, todo un buen exponente del periodismo de investigación, y que ha sufrido un intenso mobbing, sutil pero brutal represión neototalitaria que no tan hábilmente ejerce CC, coalición, semipartido, cónclave de intereses o simulacro del PRI mejicano; mediante institucionalizarse en el Ejecutivo, Parlamento, Cabildo y Ayuntamiento gracias a una pésima Ley Electoral que le favorece, neutralización y sometimiento de una frágil sociedad civil, y perpetuarse en el poder mediantes pactos antinatural, contradictorias componendas y permanentes crisis de gobierno.

Retomar la memoria histórica y verter luz (donde tanto escasean los taquígrafos) sobre el más torpe y grosero marjal, el de la vida cultural en las Islas, viene de la mano de José Manuel Castellano Gil, y que supone, a título ilustrativo una reafirmación democrática respecto a la autonomía bananera de una oligarquía partitocrática (nueva clase social, que es uno de los paradigmas de Milovan Djilas), o como también ha acuñado el propio JM. Castellano en estas páginas de «economicocrático» que soportamos. Como prueba el artículo titulado «El nuevo modelo cultural de Dulce X»: «La Viceconsejera, que ya desde hace mucho tiempo no se pone colocada por nada, posee un concepto de cultura un tanto banal y superficial, diría más que estética puramente escaparatístico», y contundente en cuanto a las «simplonadas» (sic) (op. cit. pág. 183) de la inteligentísima y eficaz Viceconsejera de Cultura, Dulce Xerach…, «i-dentidad canaria», que alude a la manipulación de la prehistoria de Cana
 rias y «la monumental estafa» (sic) de la piedra Zanata (supuestamente encontrada en la zona de El Tanque, norte de Tenerife, sin dejación de «Un colectivillo esponjoso: La plataforma del 2%»: «En este Archipiélago ultraperiférico, tricontinental y transinsular es unánime la creencia absoluta de una ausencia total de política cultural desde el Gobierno de Canarias» (op. cit, página 258). Aportaciones argumentales, vitriólico índice el de Castellano Gil, hombre que ha sido víctima de otro desaforado mobbing, y persona volcada en el estudio de la Historia y diestro en cuanto al disparatado pantano cultural de las Islas. La demostración es que excelentes escritores radicados en Canarias, salvo excepciones, son del todo desconocidos en la España continental, que parece haberse aliado con esta autonomía bananera en cuanto a censura (no omitamos el peculiar secuestro que sufrió y continúa sufriendo el libro Ernesto Lecuona: el genio y su figura, obra de la enorme tenacidad de José
 Manuel Castellano Gil y J. Fernández Fernández, fallecido sin haber visto distribuido su exhaustivo trabajo; circunstancia que aparece descrita en El paraíso…, páginas 187-192) neocensura, olvidos, marginaciones, favoritismos y genuflexión hacia los creadores que vienen de otros puntos de España. Lo anterior alcanza inenarrables cuotas cuando Canarias ha constituido historicamente vanguardia a tarvés de la Escuela de Luján Pérez, y del Modernismo y del Surrealismo literario ejemplificado en Gaceta de Canarias y la Fracción Surrealista de Tenerifere, el boom de la narrativa de los años setenta y del llamado Grupo del Silencio, respectivamente, por citar algunas excentricidades de quienes pretenden amordazar…

Los dos escritores que atreven sus curtidas opiniones no están en la nómina de una claque oficialista, muy al contrario, inciden en el caciquismo político y el más insólito (cada vez menos) nivel de influencias socioeconómicas, el cual estudia y sustenta con solvencia el Catedrático Federico Aguilera Klink, Premio Nacional de Economía y Medioambiente, reconocimiento concedido en el año 2004, cuando epilogalmente expone: «…lo explican muy bien Ramón Pérez y José Manuel Castellano: convertirse en una sociedad totalmente descohesionada de pocos, nuevos y grandes ricos y de muchos pobres y en la que apenas hay distinción entre empresarios y políticos». Enriquecimiento súbito y esplendor que surge cuasimprovisadamente…, es lo que emerge, y cómo emerge… Esta nueva edición -a presentar en este mes de febrero- de El Paraíso según Adán supone todo un sobrecogedor estudio por medio del cual se corrobora la situación de una autonomía bananera donde la sanidad, la proliferación de determ
 inadas clínicas privadas, la vivienda, el constante «Plan de Andamios, Edificaciones Faraónicas y Reconstrucciones Varias», la enseñanza, la más evidente carencia de equipamientos sociales, el tráfico de influencias, las humillantes pensiones -tanto las convencionales como las no contributivas-, una alucinante inmigración, las 400.000 personas situadas en el umbral de la pobreza, el «enchufismo» concedido a quienes sostienen entre dientes el carnet de determinado partido político, el paro, el subempleo, y la subvaloración cultural, continúa subiendo geométricamente. Mientras, son muchos los creadores (escultores, pintores, escritores, teatreros, fotógrafos, cineastas, y un largo etcétera) que apuestan por otro modelo económico y social, a la vez que intentan ser combatidos por algunos creadores bien situados en la trinchera oficial y una clases política insensible ante las necesidades de la ciudadanía, la cual debe superar su extrema dependencia.

Agustín Díaz Pacheco
Director-Coordinador de  Signos Culturales