Numerosos cursos empresariales y terapias psicológicas, los libros de autoayuda, el pensamiento positivo, el marketing y los coach tienen en común la siguiente idea: aquello que sucede en el mundo, los hechos y los datos objetivos tienen escasa importancia frente la interpretación subjetiva de la realidad; esta perspectiva se halla en escuelas filosóficas de la antigüedad, como el estoicismo, o en los sofistas. Asimismo, “vivimos entrampados en una tiranía de lo simbólico” y en la que unos pocos tratan de “usurpar el elemento material”.
Son algunas ideas centrales, además de la crítica al relativismo dominante, del libro de 403 páginas Homo Relativus. Del iluminismo a Matrix, de Iñaki Domínguez, publicado en abril por Akal. El ensayista y antropólogo es autor de Cómo ser feliz a martillazos: Un manual de antiayuda (2018) y Macarras interseculares. Una historia de Madrid a través de sus mitos callejeros (2020). La siguiente entrevista se realiza por correo electrónico.
-En las últimas elecciones a la Asamblea de Madrid, celebradas el 4 de mayo, políticos y periodistas hablaron a menudo de marcos cognitivos, narrativas, relatos, discursos, lenguajes y demoscopia. ¿Qué conclusiones extraes de ello?
Que el discurso académico de la filosofía postmoderna representa un marco conceptual que domina la actualidad. De ello concluyo, a su vez, que dicho marco de pensamiento postmoderno representa la superestructura ideológica de una infraestructura material neoliberal. Es decir, que el postmodernismo filosófico no combate el sistema sino que es una emanación ideológica del mismo.
-El libro incluye una crítica a la izquierda “identitaria” y la lucha “simbólica”. Sin embargo, ¿no es un dato/hecho objetivo que la población negra de Estados Unidos percibe ingresos muy inferiores o tiene probabilidades mucho mayores de morir asesinada por la policía que los ciudadanos blancos?
Esos datos son ciertos, pero también es cierto que la población negra estadounidense cobra salarios mucho mayores que un español blanco medio, por poner un ejemplo. Para atender a lo objetivo es preferible prestar atención a los casos concretos y no a grandes abstracciones y generalizaciones. Es absurdo, por ejemplo, que Oprah Winfrey fuese de víctima por ser mujer negra cuando tiene 3.700 millones de dólares en el banco. Por otro lado, culpar a grupos o categorías de personas sencillamente no tiene sentido: la culpa es algo que atiene al individuo. Por poner un ejemplo, no podemos encarcelar a una mujer blanca porque otra mujer blanca haya cometido un delito. La culpa es algo concreto e individual, no colectivo (Oprah Winfrey es una exitosa presentadora de televisión, editora y actriz estadounidense. Nota del entrevistador).
-“Todo es relativo”. ¿Dónde se halla actualmente este esquema de pensamiento y con qué argumentación lo rebatirías?
Todo es relativo es un eslogan omnipresente a día de hoy, pero muy particularmente en el ámbito de las terapias psicológicas. La psicología cognitiva y la autoayuda, que se nutre de ella, son algo así como un neo-estoicismo que quiere que nos adaptemos a realidades incómodas como la precariedad y la pobreza adoptando marcos cognitivos “positivos”. De nuevo, la cosa iría de desligar la realidad material (pobre y precaria) de la representación mental (positiva). Hablamos, básicamente, de una forma de alienación pura y dura.
-¿Qué relación existe entre el capitalismo neoliberal y la filosofía postmoderna? ¿Hay una postmodernidad de izquierdas?
Como ya he dicho, la filosofía postmoderna es una ideología que surge, precisamente, con el éxito del neoliberalismo que parte de los años setenta. En ambos casos, el referente desaparece y lo primordial es la representación mental, el lenguaje, la especulación. La filosofía postmoderna se autoproclama de izquierdas, pero, en realidad, comparte los valores y pilares conceptuales de la sociedad neoliberal: que la realidad es un constructo cultural, las identidades fluyen y carecen de esencias, el referente material es lo de menos frente al lenguaje, etc. Rechazar y desacreditar la realidad material solo repercute en favor de los poderosos: ellos se apropian lo tangible, mientras el resto niega el mundo objetivo y otorga a su subjetividad el valor de realidad última.
-¿En qué sentido asocias el mundo actual a la película de Ciencia Ficción Matrix, dirigida por las hermanas Wachowski?
Por el hecho de que Matrix es el mundo virtual que uno percibe mentalmente, pero que se halla desligado de una materialidad, una verdad distinta. Es decir, que como ocurre en el mundo actual, Matrix hace preponderar las ensoñaciones subjetivas de cada cual frente al mundo de los hechos. Se trata de una alienación. Nos invitan a creer que somos progresistas al negar la realidad material y adoptar decisiones mentales, pero lo cierto es que una vida construida a base de decisiones mentales no tiene ninguna base. Para transformar el mundo y progresar hay que llevar a cabo acciones que modifiquen el mundo tangible. Las decisiones mentales todopoderosas son para los psicóticos, o para los que sueñan y duermen.
-¿Qué interpretación haces de que entre las principales empresas del mundo por su valor en bolsa figuren las vinculadas a las nuevas tecnologías digitales: Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google) o Facebook?
Pues es una manifestación más del poder que hoy detenta la representación, es decir, el mapa frente a lo tangible. El software y productos asociados representan lo virtual, lo representacional y superficial, frente al hardware. El leitmotiv de la actualidad es el siguiente: transforma tu idea del mundo, porque el mundo tangible ni siquiera existe ya. Pero el mundo tangible sí existe y se lo están apropiando unos pocos mientras el resto nos dedicamos a desacreditar los hechos en pos de imágenes mentales.
-¿Qué cambios implica, a tu juicio, la extensión del teletrabajo?
El teletrabajo puede ser liberador, pero también puede suponer el germen de Matrix: vivir materialmente encapsulados mientras habitamos universos virtuales y falsos. El teletrabajo podría ser el origen de una televida.
-Por último, ¿qué te sugiere la frase de Carlos Marx “todo lo sólido se desvanece en el aire”?
Sugiere lo que está hoy ocurriendo en el mundo. Hoy todo es un constructo cultural y la materialidad es desacreditada en la mente colectiva. Eso sí, lo sólido se desvanecerá en el aire solo para aquellos que no pertenezcan a las élites económicas. Tiene toda la pinta de que en el mundo del futuro los pobres vivirán en mundos virtuales (es decir, simulaciones) mientras los ricos se apropiarán de lo tangible. Como reza una pintada de la resistencia rebelde en la película de John Carpenter They Live (1988): «Ellos viven, nosotros dormimos».