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Reseña de "Crédito a muerte. La descomposición del capitalismo y sus críticos", de Anselm Jappe

El sujeto automático

Fuentes: Semanario Directa

Crédito a muerte. La descomposición del capitalismo y sus críticos, de Anselm Jappe, Pepitas de calabaza ed. Logroño, 2011, 269 pàgs.

Da la sensación de que el mayor consuelo que ofrece el actual contexto de crisis a las personas inquietas es el interés de muchos de los textos escritos al hilo de los acontecimientos. Textos, muchas veces espontáneos, que emergen de la observación cotidiana de los paneles de las bolsas o de las protestas en las calles y que, en conjunto, adquieren el aire de un diálogo colectivo. Un diálogo que, en el mejor de los casos, no solo busca la explicación puntual de lo que sucede, sino que trata de detectar los puntos débiles de las interpretaciones, al mismo tiempo que sale al encuentro de una teoría que permita formular un pensamiento radical a la altura de la complejidad que presenta el capitalismo en la que podría ser su fase terminal.

Este es, al menos, el propósito general del libro «Crédito a muerte» de Anselm Jappe (Bonn, 1962). Un autor que, en nuestro entorno, vamos a tener la oportunidad de leer desde el primer número de  la revista Mania (1995), publicación que nació por iniciativa de un grupo de estudiantes de filosofía de la Universidad de Barcelona y que tuvo una dilatada vida hasta 2003.

Los trabajos de Jappe que se publicaron en esta revista universitaria han quedado recogidos en el libro colectivo titulado «El absurdo mercado de los hombres sin cualidades» (Pepitas de calabaza ed., 2009). El libro también incluye textos de Claus Peter Ortlieb y de Robert Kurz (*), el autor principal de la llamada «Crítica del valor y del fetichismo de la mercancía» – que es la que rige el trabajo de Anselm Jappe- y uno de los animadores de las revistas alemanas Krisis y Exit!.
 
La crítica de la crítica

El libro que ahora nos ocupa, «Crédito a muerte. La descomposición del capitalismo y sus críticos», reúne diez artículos de Anselm Jappe publicados en revistas francesas entre los años 2007 y 2010. Son textos, pues, elaborados al calor de la crisis y, en cierto modo, muestran su evolución. Salvo en un aspecto: por razones cronológicas, la irrupción internacional del movimiento social del 15 de mayo de 2011 ha  quedado fuera del alcance de este libro. Y sin embargo, resulta curioso constatar que el libro puede leerse casi como si en muchos de sus párrafos se estuviera hablando del 15-M, tanto en positivo como en negativo.

Esto es así porque, en buena parte, los textos del el libro se constituyen de antemano como una «crítica de la crítica» partiendo de la base de que, ni la ruina económica, ni la respuesta social a una crisis, ni su propia crítica radical, son en sí mismas un sinónimo de emancipación. Para el autor, pues, se hace necesario repensar de nuevo, y a fondo, el proyecto de emancipación humana y trascender lo antes posible la banalidad de cualquier horizonte ciudadanista.
En este sentido, el análisis de Jappe se articula en tres partes (Pars destruens, Pars construens y Pars ludens) en las que se abordan los diferentes aspectos que forman tanto el contorno como el eje de lo que interesa discutir. Aspectos tales como, por ejemplo, «la evocación ritual de la política», «la ambigüedad del concepto de utopía» o «el juego de la violencia en el seno de un Estado policial»  (en este sentido, es interesante la crítica al conocido opúsculo «La insurrección que viene» publicado en 2007). Poco se salva también de la crítica la perspectiva teórica del decrecimiento  que, en general, no pasa de ser para el autor algo que vaya más allá de «un reformismo que quiere ser radical».
 
La vida a crédito

Con todo, el artículo más elocuente que se recoge en este volumen es  el que da título a todo el libro: «Crédito a muerte». Se trata de un texto de 2009 en el que Anselm Jappe pone a prueba con fluidez la teoría de la crítica del valor y del fetichismo de la mercancía. Su análisis nos muestra la utilidad de abordar las características -y las consecuencias- del capitalismo actual profundizando de forma específica y articulada  en las categorías concretas de valor, dinero, mercancía y trabajo empleadas por Marx en su crítica de la economía.

Unas categorías que, en realidad, giran siempre en torno al valor como categoría central -o eje autorreferencial-, cuya única finalidad es su constante «valorización». A esta dinámica tautológica (en tanto que incesante «valorización del valor») Marx la llamó en El Capital «el sujeto automático».

En síntesis, para Jappe, esta autonomía del valor, o este automatismo, podríamos decir, comienza a entrar en crisis en el momento en que la tecnología entra de lleno en competencia con el trabajo humano en tanto que fuente de plusvalía. De esta manera, el valor se desvaloriza y la acumulación real de capital pierde fuelle. La aparición  del crédito (o «capital ficticio», que diría Marx) como forma constante y generalizada de intentar alargar la vida a un capitalismo que ha rebasado sus propios límites internos (a la vez que destruye sus límites externos),  es un síntoma que conocemos bien desde la década de 1980 y que, en la actualidad, forma parte  del día a día. Lo interesante sería saber cuánto tiempo podrá continuar viviendo el capitalismo a crédito. ¡Menuda paradoja!
 
 
(*) En el siguiente enlace puede leerse una entrevista realizada en 2009 a Robert Kurz (1943-2012),  en ella se tratan directamente los temas relacionados con esta reseña: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5201