1. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y demás organizaciones que han convocado el V Diálogo Nacional (DN), se han constituido en uno de los pilares básicos del gran frente para la defensa de los recursos patrimoniales del pueblo de México, así como para la transformación profunda de la sociedad mexicana. A […]
1. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y demás organizaciones que han convocado el V Diálogo Nacional (DN), se han constituido en uno de los pilares básicos del gran frente para la defensa de los recursos patrimoniales del pueblo de México, así como para la transformación profunda de la sociedad mexicana. A fines de noviembre de 2004 se constituyó el DN como una organización de masas y después de sus cuatro reuniones anuales en la Ciudad de México y Querétaro (en las que se discutieron con profundidad los problemas del país, se aprobaron principios y programas de lucha, así como el impulso de grandes manifestaciones en las calles) el DN es tan importante como el EZLN, el lópezobradorismo, la APPO oaxaqueña, la CNTE o el sindicato minero en lucha. El 2 de octubre surgió el Frente Nacional Contra la Represión (FNCR) presidida por Rosario Ibarra que quizá le corresponda amalgamar un frente unitario.
2. Frente a estas fuerzas sindicales y de centroizquierda, que cuentan con una gran fuerza de millones de trabajadores y miembros de la llamada sociedad civil, está el gobierno ilegítimo del derechista Felipe Calderón que, al parecer, avanza hacia su consolidación respaldado por el ejército, los empresarios, el clero y los consorcios que dominan los medios de información. Calderón cuenta además con el fuerte apoyo del gobierno norteamericano, sobre todo después de la firma del Plan México el año pasado. La diferencia entre estas dos fuerzas está en que Calderón recibe un gran apoyo unitario de toda la clase dominante que, como es obvio, cuenta con el gran poder económico, ideológico y militar, contrario a las fuerzas sindicales y de izquierda muy dividas que no han logrado (ni tampoco hacen esfuerzos) ponerse de acuerdo para batallar unitariamente. Mientras éstos se pelean, Calderón recibe fuerte apoyo.
3. Calderón está a punto de cumplir un año y dos meses en el gobierno, y a pesar de que la economía del país empeora, el desempleo aumenta, el narcotráfico y el ejército combaten en campos y calles, Calderón parece estar consolidando su gobierno mediante acuerdos y alianzas con la dirigencia del PRI. Mientras tanto la llamada oposición al calderonismo se divide cada vez más en el interior del PRD, del FAP y entre las dirigencias de las distintas luchas sociales. Los medios de información, los empresarios y el panismo (contra lo que millones de gentes creyeron hace poco más de un año) mediante una permanente campaña de calumnias contra López Obrador, grupos progresistas y luchadores sociales, han logrado hacer más débil a la oposición política. Aunque estemos deseando que no sea así y que voluntariamente hagamos todo para evitarlo, la realidad es que los arreglos PAN/PRI son cada día más fuertes.
4. Se pensó (como muchos sectores de izquierda) que este mes de enero «se incendiaría» el país contra el gobierno de Calderón por el enorme descontento de la población mexicana contra el aumento de la tortilla de maíz y otros artículos de primera necesidad, así como contra la privatización de PEMEX y la electricidad, el alza de la gasolina y la puesta en marcha del capítulo agropecuarios del TLC. Pero no pasó nada y sólo falta saber de la gran manifestación del 31 de enero, que se espera no termine como siempre: mandando a la gente descontenta y enojada a descansar a su casa. ¿Es realmente difícil realizar acciones determinantes, como el cierre de carreteras, de bancos y embajadas, que obliguen al gobierno a liberar a los presos políticos, a desconocer al asesino Ulises Ruiz, a frenar la privatización o a revisar el TLC? Esas acciones serían pacíficas de parte del pueblo y quien las haría violentas sería el gobierno, su ejército y policía.
5. ¿Qué hacer ante tan negro panorama para los trabajadores, parte de los 70 millones de pobres y miserables de México? ¿Cómo responder a la política militarista, represiva y privatizadora de Felipe Calderón? Han surgido muchas respuestas teóricas y prácticas de: a) el PRD, el FAP, los lópezobradoristas, parecen estar de acuerdo que el único camino es el electoral y el fortalecimiento en el poder legislativo; b) el EZLN parece apostarle al apoyo internacional que recibe por los medios y a enseñar las experiencias de gobiernos comunitarios por las experiencias de los «Caracoles»; c) la APPO y la CNTE, partidarias de la lucha popular y de masas, por la represión gubernamental no han podido rebasar (la primera) las fronteras de Oaxaca y la CNTE los débiles límites del gremialismo; d) el Diálogo Nacional no ha podido evitar importantes diferencias con las dirigencias de los telefonistas y demás líderes de trabajadores de otras empresas.
6. Al nacer el FNCR el pasado octubre, creció entre la izquierda la esperanza en que ese Frente, encabezado por Rosario Ibarra y un buen núcleo de organizaciones y de activistas, podría ser un centro donde confluyeran todas las corrientes batalladoras con el objetivo de discutir diversas posiciones y encontrar algunos puntos de unidad y lucha. Doña Rosario es amiga de Marcos y del EZLN, también es muy bien querida por López Obrador. Las otras organizaciones le tienen un enorme respeto por su posición combativa e independiente. Sin embargo parece que las cosas no apuntan por el rumbo porque aún las organizaciones y sus líderes no encuentran atractiva la unidad, ni el Frente parece estar trabajando por ella. Y no se trata de un planteo de unidad a toda costa, sino de una búsqueda urgente para enfrentar a un gobierno derechista que acude cada vez más a implantar un Plan México con características cada vez más represivas.
7. El pasado Foro Social Mundial, realizado en el Zócalo de la Ciudad de México del 22 al 26 de enero, fue contundente en reflexiones y análisis de los problemas de México y del mundo, pero (al parecer) casi en nada contribuyó para unificar fuerzas que pudieran unificarse en la lucha contra el capitalismo salvaje, la derecha y el imperio. Ponencias brillantes como las de Enrique Dussel (Filósofo), Juan José Bautista (Bolivia), Andrés Barreda (SME), despertaron (sin duda) interesantes reflexiones, pero pronto se convertirán en asuntos de simple teoría política o filosófica. El FSM (versión México) con unos tres mil asistentes, pudo dar mucho más, pero al parecer también se reflejó la división en la izquierda y el sectarismo. Pudo ser un gran espacio para debates más amplios y abiertos sobre estrategias y prácticas que pudieron haber contribuido a aclarar el panorama nacional, pero también para encontrar puntos de unidad y lucha.
8. ¿Por qué los más conocidos «intelectuales» mexicanos no expusieron ponencias en el FSM? Se sabe que un grupo numeroso de ellos se han convertido en voceros estrellas de la empresa Televisa, otros, se han ligado a las revistas Nexos y al gobierno panista y que quizá muchos más prefirieron encerrase en sus cubículos universitarios. O, ¿tuvo que ver acaso «un sectarismo» de la comisión organizadora del FSM (México)? Lo que haya pasado, la realidad es que el Foro pudo contar con muchos más expositores y mayor cantidad de asistentes. Incluso las obras de teatro, los conciertos y demás espectáculos, pudieron ser más concurridos si las actuaciones se hubieran intercalado en horarios de mañana, medio día y noche. En el FSM de Brasil de 2002, por ejemplo, después de cada tema, se registraba alguna actuación artística de media hora para todos los asistentes de la Mesa. Ello permitía reflexionar y gozar las cinco horas continuas de trabajo.
9. De todas maneras la participación en el V Diálogo Nacional del 4 y 5 de febrero en el local sindical del SME será muy importante Este V DIÁLOGO NACIONAL se desarrollará bajo los siguientes ejes de discusión: 1. Situación política actual y perspectivas; 2. Balance de los movimientos y resistencias contra el neoliberalismo y estrategias unitarias; 3. Ejes programáticos, formas de organización y Plan de Acción; y
4. Asuntos Generales. Tengo confianza en que en algunos de estos encuentros los dirigentes de estos organismos logren arribar a acuerdos que permitan fortalecer las batallas de los trabajadores contra el sistema de explotación capitalista. Y no será por una casualidad o un milagro, sino porque las circunstancias de mayor agravamiento de los problemas del país obligan a tomar medidas unitarias para defender los derechos de los trabajadores, así como para reivindicar sus luchas por un mundo más justo e igualitario.