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El veto presidencial a ley de protección de glaciares y el fraude de la Barrick en Pascua-Lama

Fuentes: Argenpress

 Introducción a la denuncia penal efectuada ante el juez Federal Martínez Giorgi: «¿Ustedes quieren que vayamos todos presos?» por evadir retenciones ¿Que tendrá que ver el hielo de los glaciares con las famosas retenciones?, se preguntará quien lee estas líneas. Pero en el opaco mundo de los grandes negocios vinculados con el Estado, generalmente nada […]

 Introducción a la denuncia penal efectuada ante el juez Federal Martínez Giorgi:

«¿Ustedes quieren que vayamos todos presos?» por evadir retenciones ¿Que tendrá que ver el hielo de los glaciares con las famosas retenciones?, se preguntará quien lee estas líneas. Pero en el opaco mundo de los grandes negocios vinculados con el Estado, generalmente nada es lo que aparenta. 
¿Recuerdan la película de Lupi – Aristarian de fines de la dictadura militar «Tiempo de revancha», en la que una multinacional minera volaba montañas enteras en su mina de cobre, y el secreto del negociado era que… no había cobre? Esa parece ser la tecla alrededor del proyecto minero de oro y plata de Pascua – Lama de la Barrick, ubicado en la cima de los Andes, en San Juan, en la frontera con Chile.
El secreto de la montaña
En el lado chileno está PASCUA, una de las minas de oro y plata diseminados más grande del mundo. Pero está en la región de Atacama, donde el agua escasea enormemente, y vale mas que el oro. ¿Que hizo la Barrick entonces? Afortunadamente encontró que el filón de Pascua chileno supuestamente cruzaba un poquito la frontera argentina en LAMA. Y apareció así el «proyecto binacional» de la Barrick Gold de Pascua – Lama, que es el primero en su tipo en el mundo.
En Lama argentina no sabe muy bien si hay, y cuanto hay, de oro y plata, pero si hay glaciares, periglaciares, y AGUA. Así Barrick solucionó su problema para poder explotar la mina chilena de Pascua, mediante establecer una servidumbre minera de aguas en el lado argentino de Lama. La Barrick no traspuso la frontera hacia Argentina buscando el oro ni la plata argentinos, sino el agua argentina. Con los enormes daños que eso significa en una minería practicada a cielo abierto, que para concentrar el mineral usa el agua mezclada con ácido sulfúrico, cianuro, y mercurio.
Pese ello los hermanos chilenos, que saben mucho de minería desde hace mucho tiempo, ya que viven de ella, impusieron sus condiciones. Que la tributación (por magra que sea por parte de estas codiciosas mineras) se haga conforme el origen del mineral. O sea a Chile. De tal manera el negocio -o negociado- de la Barrick en Pascua Lama, puede resumirse con la siguiente metáfora metonímica, narrada en nuestro lunfardo porteño.
Se trata de la instalación de un piringundín o prostíbulo ambiental, en las altas cumbres de los Andes, en el lado argentino junto la frontera con Chile, en donde solo trabajarán minas chilenas. En donde el cafishio y la madama, la Barrick chilena y argentina, respectivamente, que dependen directamente de un rufían que reside en Canada, la Barrick Gold, se llevaran puestas la parte sustancial de las ganancias. Y solo pagarán menguados tributos a Chile, por ser este el país de origen de las minas. 
Quedarán en consecuencia en nuestro país los extensísimos daños sanitarios y venéreos de ese proyecto ambiental prostibulario, que perdurarán por miles de años, en una zona de altísimo riesgo sísmico. Pero la gravedad del asunto no acaba allí, dado que para la instalación de ese firulo ambiental, inusitadamente se creó una extenso santuario o área liberada binacional, con pistas de aterrizajes incluidas, que quedara en la práctica bajo la exclusiva regencia del cafishio y la madama mencionados. 
Una imagen vale mas que mil palabras. En el portal de la Barrick http://www.barrick.com.ar/proyectos/pascua-lama-proyecto_instalaciones.php se puede ver claramente que la explotación minera en sí, se íntegramente realizará en Chile. Y que en Argentina se concretará íntegramente una peligrosísima y contaminante servidumbre minera de aguas, consistente en la concentración de los metales preciosos, mediante su flotación y lixiviación con cianuro, y refinación con mercurio, hasta obtener los codiciados lingotes de metal doré (mezcla de plata y oro cuya proporción solo constara en una declaración jurada de la Barrrick, pese a que el oro vale 60 veces mas que la plata). 
Sin embargo nuestro país no obtendrá ninguna ganancia o rédito de estas riesgosísimas y altamente contaminantes operaciones, porque violando la ley, se ha dejado expresamente establecido que los tributos a las ganancias, réditos, y las retenciones (derechos de exportación) de esa explotación minera, corresponderán íntegramente al país de donde se extrajo el mineral, con prescindencia de toda otra consideración. Pese a la sustancial transformación que sufrirán esos minerales en nuestro país, que en consecuencia deberían tributar retenciones según el Código Aduanero. 
¿Cómo se pudo llegar a esta absurda situación?
A principios de los ’90, a la par que en Argentina se sancionaba una absurda ley de promoción de la gran minería, en la que prácticamente pagamos para que las multinacionales se lleven los metales nobles y preciosos, en Chile comenzó a verificarse la enorme magnitud del yacimiento de oro y plata de Pascua, que fue comprado por la Barrick, e incluso se encuentra hoy en litigio con otras mineras, con acusaciones de que se han corrido sus lindes. Ante la ostensible carencia de agua en Pascua para poder explotar el mineral, a principios de 1997 se firmó un protocolo adicional al Protocolo de Complementación Económica firmado entre Argentina y Chile, en el cual la Barrick proponía explorar Lama a los efectos de una posible explotación conjunta con Pascua.
En él se fijaron las bases de ese inusitado emprendimiento binacional: creación de una absurda Area de Operaciones liberada internacional, sin aduanas en la frontera entre Argentina y Chile, las que se instalarán en los accesos argentinos y chilenos a esa Area de Operaciones. Y tributación en función del origen del mineral. Como evidentemente ese protocolo adicional era insuficiente para legalizar esa enorme desmesura, a fines de 1997 se firmó un Tratado de Integración y Complementación Minera entre Argentina y Chile, que debía ser aprobado por el Congreso. A principios de 1998, pese a que el Congreso no había intervenido aún, por otro protocolo adicional se reglamentó minuciosamente el protocolo de principios de 1997, en cuanto al establecimiento de esa absurda Area de Operaciones binacional, y la forma de tributar a favor de Chile, el que fue prestamente ratificado por el presidente chileno Frei.
Pero como aparentemente el texto del Tratado Integración y Complementación Minera de fines de 1997, era aun insuficiente para legalizar tamaña desmesura de la Barrick, se hizo necesario la firma de un protocolo adicional al Tratado. Este se concretó dos años después, a mediados de 1999, en el que se introdujeron estipulaciones en relación a las servidumbres mineras y las características de las Areas de Operaciones, como para que pudiera entenderse que la Barrick quedaba cobijada bajo esa norma.
De esta manera en el 2.000 el Congreso aprobó el Tratado de Integración y Complementación Minera entre Argentina y Chile, por ley 25.243. En forma casi simultánea a la sanción de la ley 25.250 conocida como «ley Banelco», por la coima que cobraron nuestros señores senadores, llevando ambas leyes la firma del secretario del Senado, el hoy arrepentido Mario Pontaquarto. Con este detalle se puede apreciar la calidad de esa ley.
Posteriormente en el 2004 nuestro canciller Bielsa firmó un nuevo protocolo adicional, para supuestamente adecuar el proyecto de Pascua Lama al Tratado de Integración Minera. Pero lo que en realidad hizo, fue dejarlo tal cual estaba desde el principio, consagrando definitivamente la instauración de la republiqueta Barrick en la cima de los Andes, eximiéndola a la par enteramente del pago de retenciones. Pese el enorme valor agregado en territorio argentino, donde se transformará químicamente una tonelada de roca molida chilena, en un gramo y medio de oro… chileno.
 
El veto a la ley de protección de glaciares y después
Seguidamente el trabajoso proyecto minero de Pascua Lama, pacientemente impulsado por la Barrick, se enfrentó con un imprevisto obstáculo. La sanción en el año 2008 de la ley de protección de los glaciares y periglaciares, que hacia prácticamente inviable a dicho proyecto, al menos en lo referido a Lama.
Sin embargo el veto salvador de nuestra señora Presidenta a fines del año pasado, supuestamente a pedido de gobernadores como el sanjuanino José Luis Gioja -gran impulsor de la Barrick- aventó prestamente dicha acechanza. Debe tenerse en cuenta que Santa Cruz, la provincia de origen de la Sra. Presidenta, fue la primera provincia que inauguró en la década del ’90 la minería de oro y plata a cielo abierto en Argentina, con lixiviación de cianuro, con la mina Cerro Vanguardia. Y Anglo Gold, la inglesa australiana que explota esa mina, no solo no pagaba derechos de exportación (retenciones), sino que se las ingenió para, a la inversa, cobrar reintegros a la exportación, con el cuento que eran exportaciones desde puertos patagónicos.
Por esa razón carga las preciadas barras de metal doré en un buque cualunque de cabotaje (como el pesquero que se hundió recientemente) y las lleva a Puerto Arenas, desde donde se reembarcan vía área para Santiago, y luego para Suiza. En la conflictiva cuestión de las retenciones, hay hijos (las empresas extranjeras) y entenados (los argentinos), pese que supuestamente debería ser a la inversa.
Finalmente hace pocas semanas el secretario de Hacienda Pezoa firmó con su émulo chileno un acuerdo complementario, que prácticamente confirma que todos los tributos los cobrará Chile, y exime parcialmente a la Barrick de pagar ganancias e IVA. A dicho acuerdo se opuso el subsecretario de Ingresos Públicos Cristian Modolo, exclamando airadamente «Ustedes quieren que vayamos todos presos». Modolo difícilmente vaya preso, dado que seguidamente renunció a su puesto. Pero seguramente otros que están por arriba de él, si existiera Justicia en Argentina, deberían terminar de esa manera.
La visión histórica y política
Los argentinos no deberíamos desconocer que la guerra del Pacifico que Chile inició a fines del siglo XIX contra Bolivia y Perú, se originó por una discrepancia impositiva registrada en la «zona económica compartida» de Atacama. Esta era propiedad de Bolivia y la había concedido a Chile, para que explotara el entonces valioso «nitro de Chile». En términos bélicos el «nitro de Chile» era el uranio de entonces, al ser la base para la fabricación de la dinamita, además de ser un fertilizante indispensable para hacer cultivables las agotadas tierras europeas.
Apoyada diplomática y militarmente por Gran Bretaña, dado que la marina chilena era prácticamente inglesa, y diplomáticamente por Estados Unidos; Chile se impuso bélicamente sobre Bolivia y Perú, y se apropió de los extensos yacimientos de nitrado de estos dos países, de los que Chile carecía. A partir de allí las mineras inglesas a través de Chile, monopolizaron mundialmente el «nitro de Chile», que era único en el mundo. Y las mineras norteamericanas se quedaron con Chuquicamata, que pasó a ser la mina de cobre a cielo abierto mas grande del mundo.
Esa geopolítica inglesa tenía a Malvinas como la base naval estratégica en el Atlántico Sur, para asegurar la vital ruta del nitro de Chile hacia Europa. Por esa razón la batalla naval de Malvinas de 1914, fue una de las mas importantes y cruentas de la Primera Guerra Mundial. En ellas las naves inglesas que quemaban petróleo argentino obtenido de Comodoro Rivadavia, masacraron y mandaron a pique a la anticuada flota del Admiral Graf Spee que operaba con carbón. Una segunda vuelta de ese enfrentamiento, fue la batalla del Río de la Plata que protagonizó el acorazado Admiral Graf Spee, en la Segunda Guerra Mundial, pero eso es ya otra historia. 
Con la geopolítica no se juega, eso lo sabe cualquier aprendiz de dirigente en el mundo. Pero no en Argentina, en donde supuestamente vivimos en la sociedad del «conocimiento», pese a que desconozcamos casi todo, principalmente las claves de nuestra realidad e historia. Un ejemplo notable lo dio nuestra Sra. Presidenta, que veto la ley de los glaciares, quién en la reciente cumbre del UNASUR para tratar la cuestión de las bases militares extranjeras, se olvidó enteramente de la megabase militar inglesa de Malvinas. Como si esta no existiera, y como si no estuviera allí para asegurar la explotación por parte del Reino Unido, del petróleo offshore que legalmente pertenece a Argentina. Por contrario Brasil propulsa enormemente sus fuerzas armadas, para defender su Amazonía y el petróleo que yace en su Atlántico Sur.
Así es como estamos, en lo que parece ser la interminable debacle de Argentina.