El cantautor cubano Silvio Rodríguez dijo que aunque la trova ha sobrevivido hasta hoy, este género ha gozado de mejores períodos en Cuba. «No estoy de acuerdo con atribuirle a la ausencia o a la presencia de la trova, o cualquier otro tipo de música, problemas sociales que seguro tienen otras razones. Aunque claro que […]
El cantautor cubano Silvio Rodríguez dijo que aunque la trova ha sobrevivido hasta hoy, este género ha gozado de mejores períodos en Cuba.
«No estoy de acuerdo con atribuirle a la ausencia o a la presencia de la trova, o cualquier otro tipo de música, problemas sociales que seguro tienen otras razones. Aunque claro que también pienso que en nuestro país hubo momentos más felices para la canción de texto», declaró el trovador al periódico local Juventud Rebelde.
El diario publicó las opiniones de Rodríguez como parte de un dossier dedicado a la situación actual de la Nueva Trova, movimiento que, encabezado por Silvio, Pablo Milanés y el fallecido Noel Nicola, prosiguió y enriqueció a partir de finales de la década de 1960 el oficio de juglares como los emblemáticos Sindo Garay y María Teresa Vera.
«Yo diría que la lucidez tiene enemigos. Estos suelen atribuirle exceso de responsabilidad al compromiso social en las artes. Aluden demasiada conciencia y con ella tristeza», abundó Silvio en su respuesta sobre la posible incidencia de la trova en la juventud actual.
El autor de Te doy una canción descartó que este tipo de género deba tener un impacto a ultranza, aunque admitió que dada su variedad «cada zona tiene sus adictos». «Es admirable que, a pesar de haber sido casi siempre una música marginada, haya sobrevivido hasta nuestros días, a veces gracias a reducidos guetos de admiradores».
Preguntado sobre lo que haría falta para impulsar esta música, el trovador opinó que la solución estaría en perfeccionar los medios de difusión y ponerlos en función de la cultura. «Esto no puede ser maquillaje, porque eso ya se ha hecho. Los que exponen cultura tienen que ser cultos, los que hacen el arte tienen que ser artistas. Debería comenzar un cambio profundo en varias instituciones».
Rodríguez recordó que la trova tuvo dos grandes momentos de difusión en Cuba: el primero a raíz de la introducción en Cuba de la radio y el segundo, cuando emergió el Movimiento de la Nueva Trova, amparado por la Unión de Jóvenes Comunistas. «Parte de aquel éxito se debió a que estábamos unidos, a que a menudo decenas de trovadores nos encontrábamos para hablar de los problemas de la cultura, que era una forma de debatir los problemas del país. Casi sin darnos cuenta nos convertimos en un factor vivo y actuante de la sociedad. Yo creo que ser tantos, estar agrupados y ser coherentes nos fue dando el alcance que jamás sospechamos».
El trovador, de 60 años, admitió que actualmente no hay en Cuba una experiencia cultural con la fuerza que le imprimieron los precursores al Movimiento de la Nueva Trova. «Puede que valga la pena reflexionar sobre eso. Y no para calcar aquello, que por supuesto es irrepetible. Tendría que ser para tener el arrojo de apoyar algo que fluyera naturalmente de la sociedad, una verdad estimulada, como fue el caso», concluyó.
Los gestores del Movimiento de la Nueva Trova despuntaron al amparo de Casa de las Américas y de su entonces directora Haydée Santamaría, una de las dos únicas mujeres asaltantes al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, en 1953, al mando de Fidel Castro.
Entre finales de julio y principios de agosto de 1967, la institución cultural, fundada en 1959, fue sede del Primer Encuentro de la Canción Protesta, en la que participó, entre otros trovadores, Silvio Rodríguez, poco después de su desmovilización del Servicio Militar Obligatorio. En mayo pasado, la Feria Internacional Cubadisco 2007 rindió homenaje a aquel encuentro con un foro dedicado a la Canción necesaria, en la que tomaron parte varios cantautores latinoamericanos.