Hay quienes -molestos con la convocatoria que va alcanzando #Twitthab – no les basta con reclamar que Estados Unidos invada Cuba. Viendo que su discurso para presentar a la Isla como una «sociedad cerrada» entra en crisis por la iniciativa de un grupo de jóvenes, la emprenden contra el esfuerzo de los cubanos por acceder […]
Hay quienes -molestos con la convocatoria que va alcanzando #Twitthab – no les basta con reclamar que Estados Unidos invada Cuba. Viendo que su discurso para presentar a la Isla como una «sociedad cerrada» entra en crisis por la iniciativa de un grupo de jóvenes, la emprenden contra el esfuerzo de los cubanos por acceder al conocimiento y burlar limitaciones impuestas por EE.UU. Según el autor del blog Penúltimos días, Ernesto Hernández Busto, no debemos acceder «sin permiso» de quienes nos bloquean a programas informáticos ni a libros.
En un reciente post, Hernández Busto ataca cualquier acción que implique facilitar a los cubanos más acceso a la información científica y técnica, y crea fantasmas alrededor de proyectos como EcuRed, la Enciclopedia Colaborativa Cubana que a pesar de las campañas enemigas acaba de estrenar su versión portable y ya rebasa los 40 000 artículos y los 10 000 colaboradores. Llamo la atención sobre el hecho de que ambos indicadores eran mucho menores meses atrás, cuando el cercano amigo de Hernández Busto, Rafael Rojas, la emprendió contra el proyecto desde las páginas del diario español El País.
Lo de «sociedades cerradas» lo debe haber aprendido Ernesto Hernández Busto durante su participación en Chile en el «Personal Democracy Forum», el pasado noviembre. Allí, el funcionario del State Department Alec Ross utilizó los términos «sociedades abiertas» y «sociedades cerradas», pero se acompañó de una imagen del Che que irritó mucho al animador de Penúltimos Días; el video con la intervención de Ross y el abucheo al «abierto» Ernesto -nunca un nombre estuvo peor puesto- lo publicamos entonces en La pupila insomne.
Por cierto, el valiente cronista de Penúltimos días critica a quienes consideran la Red «asunto de seguridad nacional» pero no menciona al G-8 -que dedicó su más reciente cumbre al control de la Red, escudándose en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la propiedad intelectual– ni al Pentágono que cada vez emplea más recursos para la guerra en Internet y mantiene encerrado sin juicio -¿por violar su copyright?- a ese héroe de la lucha por las sociedades abiertas que es Bradley Manning.
http://lapupilainsomne.wordpress.com/2011/06/27/%C2%BFen-defensa-del-copyright-o-de-sus-duenos/