1. En México existe el salario mínimo desde el año 1931 cuya cantidad en dinero es decretado cada año por una comisión de gobierno. Sin embargo, pasados los primeros años, ese salario recibido como pago diario del 80 por ciento de los trabajadores, comenzó a perder poder adquisitivo y hoy, a ocho décadas de distancia, […]
1. En México existe el salario mínimo desde el año 1931 cuya cantidad en dinero es decretado cada año por una comisión de gobierno. Sin embargo, pasados los primeros años, ese salario recibido como pago diario del 80 por ciento de los trabajadores, comenzó a perder poder adquisitivo y hoy, a ocho décadas de distancia, sólo sirve para que mal viva una persona y no una familia como se planteó originalmente. En México no se ha puesto límite a los ingresos de empresarios y gobernantes, menos a inversionistas extranjeros, y pueden obtener las empresas y sus dueños cualquier cantidad de «ganancias». ¿No es esto condenable por hacer crecer la desigualdad?
2. En México el salario mínimo en este año 2013 es de 58 a 62 pesos diarios (un dólar y medio), es decir de 1,800 peses al mes. Siguiendo la propuesta de los jóvenes suizos el mayor salario en México debería ser de 21,699 pesos al mes; sin embargo el presidente de la República, los miembros de la Suprema Corte, los funcionarios del IFE y otros más reciben cantidades que -juntando salario nominal (que se publica) con compensaciones, prestaciones y «regalos» van de 300 mil a 600 mil pesos en un mes, que rebasan el salario mínimo más de 250 veces. Los grandes empresarios obtienen más de mil veces eso que se llama salario mínimo.
3. En Suiza una consulta pública el pasado domingo rechazó una propuesta de un movimiento importante para limitar el sueldo de altos ejecutivos a 12 veces el salario mínimo porque «dañaría» la economía del país. La iniciativa fue planteada por el ala joven del partido socialdemócrata suizo (JUSO), con la premisa de que «nadie debería ganar en un mes más de lo que otros reciben en un año». Una pregunta es: ¿Por qué los suizos, que se supone con altos niveles educativos, no votaron por reducir la desigualdad social? ¿O será que también ellos son fácilmente manipulables por los grandes millonarios y los medios de información a su servicio?
4. Suiza es un país europeo con alrededor de ocho millones de habitantes; se le conoce en el mundo como uno de los «paraísos fiscales» de grandes inversionistas internacionales. Posee un salario mínimo no tan miserable como el de México; sin embargo sus jóvenes, al rebelarse contra los altos ingresos de los empresarios y funcionarios de gobierno, nos están anunciando que la desigualdad social en ese país se está acentuando; que aunque no son tan grandes comparados con los de México, consideran un insulto que la población siga sufriendo la incontrolable explotación y la continua alza de los precios de los artículos básicos.
5. ¿Por qué en México no ha habido una demanda y una batalla para obligar al Ejecutivo y Legislativo a proponer un límite a los ingresos estableciendo un máximo en ellos? ¿Por qué las «reformas fiscales» que sólo aprueban impuestos que apenas tocan los ingresos máximos empresariales y de los altos gobernantes? Siempre se usa el argumento tramposo y proempresarial de que huirían los inversionistas a países donde haya menos impuestos y, con esos argumentos, esos poderosos empresarios siguen saqueando a su gusto el país, llevándose su dinero a bancos extranjeros, pagando salarios miserables y, como las golondrinas, volando cuando quieran.
6. ¿Y cuál es el pretexto de que los funcionarios mexicanos cobren 250 veces el salario mínimo mientras el 80 por ciento de los trabajadores viven con sólo un mínimo? Si en México se decretara que ningún funcionario ganara más de 12 veces el salario mínimo como plantean los jóvenes suizos, no habría tanta desesperación por ocupar un cargo gubernamental; más aún muchos se retirarían de la política beneficiando al pueblo. Entonces sí -sin ser un privilegiado en salarios, negocios, viajes y misiones especiales- se escogería la política por vocación, por deseo de servir y para aplicar los conocimientos sociológicos que se tiene; sería otra cosa.
7. En México quizá no se podría ser tan radical en exigir salarios máximos de 12 (doce) salarios mínimos del trabajador y podría ceder que sean de 24 salarios mínimos; pero aceptar que sean de 200, 250 o 300 veces es lo que se puede decir una mentada de madre. Por eso ocupar una diputación, senaduría, gubernatura, la Presidencia, un cargo en la Suprema Corte o en el IFE es sacarse la lotería; además de otros ingresos, compensaciones, prestaciones, regalías, premios, viajes y demás. Se empresario y funcionario en México es estar en el centro de los negocios.
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