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En Yucatán, aunque haya miseria y hambre, domina la cordialidad y buenas maneras de los maestros

Fuentes: Rebelión

1. Ayer estuve en Mérida en una manifestación de cinco mil profesores que protestaban contra la reforma educativa. Fueron «muchísimos los asistentes» para esta ciudad «de los blancos» donde durante décadas los de izquierda hemos protestado con no más de 150 o 300 personas. Los jóvenes profesores dirigentes de la marcha -que declararon que no […]

1. Ayer estuve en Mérida en una manifestación de cinco mil profesores que protestaban contra la reforma educativa. Fueron «muchísimos los asistentes» para esta ciudad «de los blancos» donde durante décadas los de izquierda hemos protestado con no más de 150 o 300 personas. Los jóvenes profesores dirigentes de la marcha -que declararon que no tenían nada que ver con la Coordinadora (CNTE) que confrontaba al gobierno en México- fueron recibidos por altos funcionarios del gobierno priísta y luego de algunas horas salieron felices porque el gobierno se había comprometido a tratarlos bien, a escucharlos, a resolverles algunos problemas -quizá sin hacerles caso a las leyes- a cambio de ello regresarían mañana mismo a sus clases y no sufrirían descuento alguno.

2. Dado que no reconocían a la CNTE no les interesó lo que sucedía con la lucha magisterial en México, en el país, en Quintana Roo porque «Yucatán es otro país». En el movimiento magisterial de 1989 los maestros yucatecos tampoco querían nada con la CNTE pero al fin entendieron que sin la CNTE no había movimiento ni negociaciones y que el gobierno yucateco de Manzanilla Scháffer no tenía capacidad para resolver el problema magisterial. ¿O piensan a caso los dirigentes magisteriales que las leyes aprobadas por los legisladores y el gobierno nacional se van a hacer a un lado en Yucatán porque «es otro país»? ¿Creen que las grandes batallas de la CNTE en la ciudad de México, en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, son por puras ganas de joder?

3. La CNTE -además de sus 33 años de intensa lucha por la democracia, la justicia y la libertad en México- lleva ocupando el Zócalo de la ciudad de México este año desde el uno de mayo y realizando cientos de manifestaciones desde entonces. Ha bloqueado dos veces el aeropuerto y muchas veces las principales avenidas de la capital, grandes comercios, bancos y embajadas para evitar que el gobierno imponga la reforma educativa y sus leyes secundarias. En este momento los dirigentes de la CNTE deben estar discutiendo con el secretario de Gobernación las mil y un ofertas de Gobernación para que la CNTE desaloje el Zócalo. Claro la CNTE representa a más de 300 mil maestros y lo que logre beneficia a todos. Pero los dirigentes de los maestros yucatecos los ignoran.

4. Durante la marcha de un kilómetro y medio, por el fastuoso Paseo de Montejo (sin gente) sólo transitado por coches, se repitieron algunos estribillos pidiendo que Peña Nieto se evalúe y de respeto a los normalistas; sin embargo nunca se habló de la miseria, de la explotación, del desempleo, de las condiciones de hambre del pueblo yucateco; nunca se pronunció la palabra capitalismo ni se nombró nada a favor de los campesinos y obreros. La marcha llegó a la Plaza Principal y los profesores se reunieron alrededor de un carro con sonido donde dos o tres oradores (en uno o dos minutos, cada quien) se dedicaron a denunciar cosas personales. Aunque estuvieran bien titulados como normalistas, el analfabetismo político e ideológico es profundo; pero así es Yucatán.

5. ¿Quiénes son los culpables de ese terrible atraso político-ideológico? La historia de este estado absolutamente dominada por lo que Salvador Alvarado llamó la «Casta Divina», es decir, una clase dominante integrada por hacendados terratenientes y sus hijos estrechamente aliados a la alta jerarquía eclesiástica católica. Alvarado, el general que introdujo en 1915 la Revolución Mexicana en Yucatán, que se enfrentó a los hacendados y al clero, aunque dio pasos importantes, no pudo con ellos. Es por eso que este estado donde no hubo lucha de Independencia, guerra de Reforma, (se recibió con fiestas a la Emperatriz Carlota y luego -en 1906- a Porfirio Díaz) tampoco hubo Revolución. Los hacendados pasaron su poder a hijos, nietos y tataranietos.

6. En Yucatán el PRI que dominó durante 72 años tuvo que hacerlo estrechamente aliado con los hijos de la «casta divina». Nunca fue un PRI nacionalista en el sentido mexicano sino esencialmente un PRI yucateco hijo de la «Casta» que subsidió al PAN. La única oposición real (aunque de derecha) a la revolución mexicana y al PRI fue la «Revista Yucatán» (1912) que se convirtió en 1925 en «Diario de Yucatán». El PAN no existiría sin el apoyo y la ideología del Diario de Yucatán. Así que PRI vs Diario de Yucatán o DY vs PRI, ha sido la lucha (no de clases, sino entre la misma clase) del siglo en el estado. En Yucatán hay clases sociales bien definidas pero no hay confrontación o enfrentamiento porque las «buenas costumbres» predominan.

7. Cuando en 1989 por asamblea fui designado para la negociación con la SEP en la ciudad de México, todos los maestros que luchaban y sus representantes eran de la CNTE. No debe olvidarse que el sindicato (el SNTE) estaba como hoy contra las batallas del magisterio. Logramos tirar del poder del SNTE al ultra corrupto Jongitud Barrios pero el presidente Salinas nos impuso a una no menos corrupta: Esther Gordillo. Los 40 profesores que discutimos con el secretario de Educación Manuel Bartlett éramos de la CNTE y Yucatán no iba a ser el ridículo de negociar solo. Yucatán siempre ha estado a 1,500 kilómetros de la ciudad de México, pero ahora hay transporte suficiente y medios de comunicación que nos acercan a todo el país. ¿Por qué seguir aislándonos ideológicamente?

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.