1, ¿La vida es un entretenimiento mientras se muere? ¿Es entretenimiento trabajar, producir, pensar, escribir, hacer música, dinero, política, pintar, parrandear, estudiar, vivir en pareja, tener hijos, etcétera? ¿A cualquier cosa que nos dediquemos es puro entretenimiento para no enloquecer y morir? No pensé en ello mientras tuve confianza en mis ideales políticos de transformación, […]
1, ¿La vida es un entretenimiento mientras se muere? ¿Es entretenimiento trabajar, producir, pensar, escribir, hacer música, dinero, política, pintar, parrandear, estudiar, vivir en pareja, tener hijos, etcétera? ¿A cualquier cosa que nos dediquemos es puro entretenimiento para no enloquecer y morir? No pensé en ello mientras tuve confianza en mis ideales políticos de transformación, pero después de dos años de vivir el levantamiento del EZLN, del bloqueo que le impuso el gobierno de la burguesía, comencé a perder la esperanza en un triunfo revolucionario de los trabajadores en México y en el mundo.
2. El fracaso del llamado socialismo ruso y del bloque del Este en 1989 -que no fue nunca más que un capitalismo de Estado o «socialismo» burocrático- ya lo preveíamos y combatíamos desde mediados de los años sesenta; sin embargo nunca dejamos de luchar por «un socialismo verdadero» y autogestivo. El debate chino-soviético, la difusión del trotskismo, así como de los libros y ensayos de cientos de analistas críticos de la izquierda mundial, nos enseñaron lo que había sucedido con las llamadas «revoluciones socialistas», incluso con las teorías marxistas. ¿Qué podía decirse de los cambios capitalistas en China?
3. A partir del bloqueo y aislamiento del EZLN por el gobierno en 1996, sobre todo de su silenciamiento después de la Caravana de 2001, fui llegando -después de más de 40 años de participación política izquierdista- a la reconfirmación de que el gobierno mexicano y el imperialismo de EEUU seguían siendo capaces de controlar todo. La realidad es que desde que el presidente Carlos Salinas privatizó todo, firmó con alegría y burla el Tratado de Libre Comercio e impuso a Colosio como su candidato presidencial, sentí que nosotros éramos objeto de burla sarcástica. Usó a la TV para hacer a sus «triunfos» homenajes solemnes.
4. El levantamiento del EZLN me hizo revivir y por ello al día siguiente llegué feliz como periodista a Chiapas. Escribí decenas de artículos, participé en cuantas protestas y manifestaciones se organizaron, me emplazaron por mi periódico a decidir si iba a ser activista o articulista y perdí un espacio de la prensa. Seguí en reuniones, pero al mismo tiempo fui viendo cómo frenaba el gobierno el movimiento. Todo ello me hizo pensar -después de mil y una experiencias- que el EZLN se quedaría encerrado en Chiapas y todos sus gigantescos esfuerzos no le permitirán ser movimiento nacional.
5. A partir de 2001, a pesar que los gobiernos panistas de Fox y luego de Calderón fueron de la derecha más recalcitrante, del saqueo y de 100 mil muertes y asesinatos, vendría el entreguismo del PRD, las batallas de Oaxaca y represión gubernamental contra la APPO, la compra de líderes de trabajadores del IMSS, el despido de 44 mil obreros electricistas, la firma de la «Iniciativa Mérida» y con la Presidencia de Peña Nieto la implantación de las reformas estructurales privatizadoras. Después de observar, participar y ser derrotados los trabajadores, ¿qué esperanzas que no sean religiosas quedan?
6. Hasta el día de hoy no he dejado de participar en manifestaciones y protestas, pero sólo lo hago por solidaridad y compañerismo aunque esté convencido que estas pequeñas movilizaciones no han servido siquiera para obligar al gobierno a cumplir; mucho menos sirven para derrocarlo y construir un nuevo proyecto de nación. A pesar de marchas de 100 mil personas la burguesía se ha acostumbrado a «resbalarlas» y a esperar que se cansen las luchas y sean abandonadas. La realidad es que por más que medite acerca de las organizaciones y la unidad en las luchas, que participe en foros, no surgen las ideas necesarias.
7. Las millones de denuncias sirven extremadamente poco porque la población no se entera. Pareciera que sólo interesa a periodistas, políticos y a pocos lectores. Da la impresión de que un minoría seguimos entreteniéndonos es escribir reportes, artículos y publicar investigaciones que sólo leen 10 o 15 personas y de allí no pasa nada. La TV, por el contrario, alcanza llegar a más del 90 por ciento de la población ejerciendo un control de las noticias y de la manipulación de la gente. Por ello, por falta de objetivos y perspectivas, he perdido el objeto de escribir después de 40 años de hacerlo de manera permanente.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.
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