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Reseña del libro "Corresponsal en la Guerra de España" de Ilya Ehremburg

Escrito conforme acontecía

Fuentes: Rebelión

28 de Agosto de 1936: La aviación nazi-fascista bombardea en plena noche la ciudad de Madrid. El Ministerio de la Guerra y las calles adyacentes han sido los primeros objetivos. Es la primera vez desde la Guerra Mundial que se bombardea una ciudad, que además es una capital europea. Después…

Ilya Ehremburg (1891-1967) periodista y escritor, dejó para los amigos de la Historia y los interesados en la guerra del 36 dos libros que se hace necesario conocer: «España, República de trabajadores», y, «Corresponsal en la Guerra de España». Prohibidos en la dictadura y editados en la transición. Ocultarlos, perseguirlos, como otros muchísimos libros, era como querer ocultar con un dedo el sol, era querer ocultar lo ocurrido.

En éste «Corresponsal en la Guerra de España», breve, directo, llenas de intensidad las observaciones, Ilya Ehremburg, que lo escribió conforme acontecía lo que cuenta, capta escenas de valor personal y colectivo de la gente trabajadora, de sus muestras de entrega y solidaridad, de su reconocimiento y gratitud a quienes ayudaron a defender la libertad. Cuenta lo que ve a su alrededor mientras recorre los frentes de guerra republicanos, habla con campesinos y obreros, conoce a internacionalistas y a milicianos, y observa el entendimiento entre ellos sabiéndose hermanados por la misma causa. Un italiano, un hombre de Dackar, un islandes…, todos se quedan a luchar contra el fascismo. En sus páginas encontramos a quienes formaban la brigada Thälman, una brigada de antifascistas alemanes, que resultó ser la más numerosa, habían escapado de la Alemania bajo Hitler y sabían que España corría el mismo peligro. Aquí Hitler y los suyos mataban con los destructores Heinkel y los bombarderos Junkers. La República comenzó por no tener aviones operativos hasta pasados unos meses y los que pudo adquirir eran viejos y en algunos casos no eran de guerra, los tuvieron que adaptar. Ehremburg menciona un avión destinado a llevar el correo postal que se recompuso como bombardero en la medida en que fue posible, que, parece ser, fue bien poco.

En su libro Ehremburg trata las formas de estar sobre el terreno de anarquistas, socialistas, comunistas, señala el espíritu de lucha general, el problema de la prostitución, los italianos, alemanes y marroquíes que caían prisioneros de los republicanos y sus preocupaciones. Italianos y marroquíes sobre todo cuentan cómo se habían alistado porque les daban de comer y les pagaban, siendo ésta la única forma de no morirse de hambre y de poder alimentar a sus familias. En Italia la crisis económica había reducido a la miseria más absoluta a buena parte de la población y esto les dio a los fascistas gente para llevarla a la guerra de Abisinia. Mussolini y los suyos, dispuestos a participar al lado de los golpistas en España previendo pingües beneficios, desviaron a esos pobres soldados a la zona de Andalucía ocupada. A los marroquíes los sacaron ofreciéndoles el doble de paga y diciéndoles que iban a participar en un desfile en Sevilla. Por entonces, además, los marroquíes que iban a trabajar de temporeros en Argelia se encontraron sin trabajo debido a la sequía de ese año.

Encontramos al pueblo de Madrid soportando los terribles bombardeos. La aviación nazi llevó a cabo ese tipo de operación por primera vez el 28 de Agosto de 1936 sobre una capital europea después de la Primera Guerra Mundial. En Marruecos, el ejército colonial español lo hizo antes, durante lo que se llamó la guerra de África; es un tipo de operación militar que le reconoció como el primero que lo hizo en la Historia. Parece ser que también es en Marruecos donde por primera vez emplearon armas químicas. Después también se emplearían sobre el pueblo español. La resistencia en Madrid duró 3 años. En ese tiempo se protegió el arte -la aviación fascistas bombardeó entre otros lugares emblemáticos el Museo del Prado con bombas incendiarias, estando iluminado para advertir de su ubicación, creyendo que lo respetarían-, de la misma manera se fomentó desde el principio la formación cultural, desde enseñar a leer y a escribir en las trincheras en los momentos de descanso, el analfabetismo era muy generalizado, hasta impartir cursos y conferencias, luego se llamaría a la República la República Ilustrada. Quizás por eso con el triunfo del fascismo era peligroso saber leer, podía ser indicio de haber estado con los republicanos. Como agarradero para la supervivencia se generalizó la frase «que bonita es la ignorancia», con eso nos podemos hacer una idea.

Ilya Ehremburg pasó por Málaga, escuchó la radio por la que lanzaba sus amenazas Queipo de Llano, así de llano: fusilar a los hombres y violar a las mujeres. Al salir la población huyendo de la ciudad en dirección a Almería, la aviación alemana se cebó sobre ella, sembró de muertos los campos y la carretera por donde huían los refugiados. El corresponsal conoce a los obreros de la General Motors, que se hacen cargo de la fábrica y se ponen a producir camiones para la República, trabajando día y noche. También conoce a los agricultores de la comarca del Maresma, de Cataluña, que recogen sus lechugas, las empaquetan, las embarcan, para enviarlas a Inglaterra con el fin de conseguir dinero que permita a la República comprar armas, además envían camiones de patatas y legumbres a Aragón y Madrid. El pueblo de Buñol tiene una historia emocionante, acoge en sus casas a centenares de niños huérfanos. En Albacete sabe de 9 ataques aéreos, más de 100 bombas de 250 kilos. Sabe de guerrilleros que combaten en Andalucía, manchegos y extremeños, se van al frente, cogen una escopeta vieja, se hacen con armas sorprendiendo algún puesto fascista. Nos habla del batallón «Comuna de París», brigadistas franceses que participaron en la defensa de Madrid, en la Ciudad Universitaria, combatieron en Boadilla, en el Jarama,… El último apunte lo dedica al pueblo asturiano, y recuerda como, en el periodo que se llamó «el bienio negro», con Lerroux y Gil Robles a la cabeza del gobierno, un gobierno fascista, se encargó a los africanistas, Franco y los suyos, aplastar el levantamiento obrero, causaron 4000 muertos. Aquí termina el libro.
Qué vidas tan distintas las de hombres y mujeres de las clases más humildes, que tuvieron que aprender sobre la marcha a crear su propio ejército, a manejar el armamento que nunca habían visto, a conocer tácticas y estrategias militares, todo para defender con las armas la legalidad, las reformas sociales que habían ganado en las urnas, que vidas tan distintas de las de aquellos latifundistas, banqueros, obispos, y militares profesionales enriquecidos por medio de la explotación feudal, gentes sin escrúpulos, que buscaban matar cualquier cambio social con signo de progreso. Después, una vez terminada la guerra, seguirían haciéndolo en una persecución sistemática y cruel sobre familias, amigos, conocidos, vecinos, de los que asesinaron, encarcelaron, o escaparon. Pero nadie podía hablar de ello, como tampoco de lo que habían hecho, para eso una parte de esa persecución se empleó en el terror, y otra parte, que se derivaba del terror, que lo facilitaba el terror, la censura. Nadie podía hablar, escribir, difundir lo que habían hecho o lo que estaban haciendo. Por ejemplo se eliminaron los periódicos republicanos de todas las tendencias y se impusieron los fascistas con su absolutismo religioso y dictatorial. Con respecto a esto un dato curioso que el periodista Haro Teclen recuerda: el llamado «Informaciones», el fascista, lo sacaron nada más entrar en Madrid, y su primer director fue el abuelo del hoy famoso Julio Iglesias, pero duró poco; el que ocupó el puesto de director, según cuenta Haro Teclen, fue el cronista de Franco en la guerra de Marruecos, que luego resultaría ser abuelo del alcalde de Madrid, Ruiz Gallardón. Una más sobre «periodistas», a Franco le trajo de Canarias, pasando por el protectorado francés de Marruecos, con permiso de los franceses, otro señor dedicado a los periódicos, Luca de Tena, fundador del ABC, que fue con dinero del millonario Juan March a Inglaterra para adquirir el avión llamado Dragon Rapide, con piloto inglés y todo, de los españoles parece que no estaban muy seguros. El ABC se había dividido en dos, uno republicano y otro fascista, al terminar la guerra ya sabemos cual quedó. Pero esto es otro asunto.

El libro de Ehremburg, que escribió bajo el espíritu del momento, periodista al lado del pueblo, qué distinto de aquellos otros, lo escribió como quien dice «al pie del cañón», y se lee casi como se ve un reportaje, de una sola vez. Visión rápida sobre el panorama general que resalta detalles para el recuerdo, aspectos de lo que debe ser recuperado y conocido, acciones que defienden nuestra identidad como pueblo. Su prohibición, la prohibición de éste y de tantos otros libros que guardan nuestro pasado, se asemeja a la que en estas fechas hace 60 años impuso EEUU a Japón al finalizar la 2ª Guerra: prohibió a los japoneses que se escribiese, se informase, se incluyese en los libros, se estudiase, lo que había hecho EEUU, tirar dos bombas atómicas sobre dos ciudades, población civil, Hiroshima y Nagasaki, con el resultado de 300.000 muertos. La prohibición duró hasta 1956, 10 años. Los que cometen crímenes contra la Humanidad siempre quieren borrarlos de la memoria colectiva. 28 de Agosto de 1936.

Título: Corresponsal en la Guerra de España.
Autor: Ilya Ehremburg.
Ediciones Jucar.