El líder político habla sobre la necesidad de la unidad electoral de la izquierda en Argentina.
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M.H.: Contame un poco la propuesta que han lanzado respecto de una unidad electoral de toda la izquierda anticapitalista.
C.C.: El planteo que hemos hecho es la necesidad de que las fuerzas que nos reivindicamos como clasistas, anticapitalistas, socialistas, vayamos con listas comunes a las elecciones generales.
Partiendo de que actualmente en el Frente de Izquierda Unidad (FITU) nos encontramos las fuerzas que agrupamos alrededor del 80% del voto de la izquierda y nos parece muy importante que quienes aún no han formado parte de esta experiencia del FITU, como los compañeros del Nuevo MAS de Manuela Castañeira, los compañeros de Autodeterminación y Libertad de Luis Zamora o Política Obrera de Marcelo Ramal y Jorge Altamira que se escindieron del Partido Obrero. Y que a esta unidad podemos llegar ya sea por un acuerdo general en base a las candidaturas, o sino también está la posibilidad de acceder al mecanismo de las PASO que el FIT utilizó en 2015 a nivel nacional y nuevamente en 2019 en Salta, si no hay acuerdo sobre la valoración de cada organización respecto de quiénes deberían encabezar una lista o la proporción de la rotación de las bancas.
Si no se llega a un consenso está la posibilidad de llegar con listas comunes a noviembre, que es el momento que importa, porque estamos viviendo una situación de desencanto con el gobierno nacional, de muchos de sus votantes que lo apoyaron para que se vaya Macri y recuperar lo perdido durante los cuatro años de gobierno de Juntos por el Cambio y hoy se ven defraudados porque han visto caer sus salarios, las jubilaciones, un manejo de la pandemia que no protegió a quienes menos tienen, como dijo el gobierno sino que, por el contrario, se profundizó una política de ajuste, que ya venía pero no se vio revertida.
Frente a este descontento, para que no lo capitalice la derecha, se necesita que la izquierda proponga ser una tercera fuerza en el debate político nacional, que ambicione tener ese lugar y creo que el planteo de ir con listas comunes quienes nos reivindicamos clasistas y socialistas, manteniendo la identidad de los partidos, pero a partir de un acuerdo programático, como el que tiene el FITU que es una base que creo que pueden reclamar todas las organizaciones a las que me referí. Nos parece que es la mejor manera de enfrentar el desafío electoral que se nos viene.
M.H.: ¿Ha habido algún avance en ese sentido?
C.C.: Por ahora está hecho el planteo. Lo hicimos recién hace un par de semanas. En función de esto tenemos que ver cómo continúan las discusiones hacia el cierre de la alianza que es el 14 de julio.
Nosotros vamos a insistir, lo han planteado Nicolás del Caño y Miriam Bregman desde el PTS llevándolo al FITU, hay compañeros que dudan si las PASO sería el mejor mecanismo, pero para nosotros la garantía que hay, si es que no hay acuerdo porque nuestra primera propuesta es explorar si hay posibilidad de acuerdo de candidaturas, y sino las PASO.
El FITU es un piso del que partimos, nos parece favorable ampliarlo y que las fuerzas políticas que no están integradas formen parte. En la elección pasada en CABA Miriam Bregman sacó el 6% la de Luis Zamora el 1,7% y por un poquito no se llegó al diputado en CABA; esa banca quedó en manos de Juntos por el Cambio. Cuando no había ningún problema en hacer una primaria antes y haber llegado en común cuando se da la instancia que se elijan los diputados.
Es un tema importante, porque de esta manera las bancas que no van para el FITU van para Juntos para el Cambio o para la coalición peronista gobernante. Y es relevante que estén las bancas de la izquierda en el Congreso, no es un hecho político secundario, porque los temas que plantea la izquierda los otros bloques no los plantean.
Durante la pandemia, por ejemplo, han llegado a consenso con una serie de cuestiones que solo criticó la izquierda. Y temas que ponemos sobre el tapete, la reivindicación a la lucha de los trabajadores, fíjate la reacción contra los diputados del FITU por defender la causa palestina, nadie más habló en el Parlamento de la acción criminal que estaba llevando adelante el Estado de Israel sobre el pueblo palestino, solo hablaron Juan Carlos Giordano y Nicolás del Caño. Nadie más lo mencionó. Siendo que hay 257 diputados.
Para que en esos recintos esté la voz de la clase trabajadora, de los pueblos oprimidos, las bancas de la izquierda juegan un papel importante y ahí está el mérito del FITU cuando en 2011 se logró entrar primero a legislaturas provinciales y luego nacionales.
El domingo que viene tenemos una instancia electoral en Jujuy [1] donde las encuestas auguran un buen desempeño del FITU aunque el piso que tiene para acceder a la Legislatura provincial, que es muy alto, del 5%, tenés que sacar alrededor del 8% de los votos efectivos. Pero somos moderadamente optimistas, de que hay una posibilidad de que volvamos a entrar a la Legislatura jujeña, donde prácticamente el FITU ha sido la única oposición entre Morales y el peronismo oficial conducido por Rivarola, el dueño del diario El Tribuno, entre otros medios de comunicación que expresan una oligarquía provincial que entre otras cuestiones mantiene presos políticos como Milagro Sala en la provincia.
M.H.: Precisamente quería preguntarte si en esa próxima elección en Jujuy se ha expresado esta propuesta de unidad.
C.C.: La única lista de izquierda que va en Jujuy fue la del FITU, no ha querido participar el sector de Altamira, pero sí el MST, el PO de Gabriel Solano, Néstor Pitrola y Romina del Plá y el PTS que en el caso de Jujuy es la fuerza predominante con quien es el referente, Alejandro Vilca, nuestro compañero que encabeza la lista a diputados provinciales.
Hay una concentración muy importante de votos en el FITU y vamos a estar peleando el segundo lugar con el peronismo que va fragmentado en cuatro listas, con un peronismo oficial y otros sectores que son desprendimientos de lo que nacionalmente es el Frente de Todos.
Que en Jujuy haya una lista de izquierda que vaya a dar batalla permite concentrar el voto contra el régimen en su conjunto.
Creo que va a ser una buena medida, en el sentido de medición, respecto de lo que nosotros creemos, que la izquierda puede aspirar a un buen resultado en este 2021 porque, como te decía, el descontento con el gobierno es porque las patronales le reclaman más ajustes. La población ve con frustración a un gobierno que creía que iba a actuar en favor de sus intereses, por eso votó para sacar a Macri, y no es lo que ha ocurrido. Entonces a la hora de cuestionar el ajuste, los acuerdos con el FMI, los ataques a los jubilados no están las otras fuerzas.
Cambiemos critica el no ceder más al FMI, no haberse entregado a Pfizer en la pandemia. Ni hablar de un Randazzo que dice que ese ajuste es poco, que se está tardando en negociar con el FMI. Entonces ante estas oposiciones por derecha, y ni mencioné a los llamados “libertarios” Espert, Miley y variantes ultraconservadoras por el estilo. Los únicos que planteamos una alternativa en favor de los trabajadores, los sectores populares, atacar los intereses capitalistas dominantes, somos los sectores de izquierda. Que eso tenga una concentración en el voto. Más allá de que en las PASO se puede ir con listas separadas, para que los propios simpatizantes y votantes de la izquierda seleccionen el orden en las listas, pero en noviembre estar en una lista común que concentre el voto de izquierda.
Sabemos que la división de nuestro voto es una política de arriba, presentar a la izquierda fragmentada, así hayan dos listas, una con el 90% y la otra con el 10%. Tratar de evitar esas maniobras, e ir con una lista única en noviembre es una necesidad, si es posible también en septiembre, pero sobre todo en la elección general poder concentrar en listas comunes me parece muy importante para que la izquierda emerja mucho más fuerte en esta instancia electoral y actúe como una tercera fuerza a nivel nacional, que no quede todo definido entre las dos coaliciones predominantes.
M.H.: Quiero volver al tema de Jujuy. Yo coincido contigo, no olvidemos que en la última elección presidencial el candidato Vilca por unas décimas no llegó a Senado.
C.C.: Vilca fue a diputado nacional y Gastón Remy, a senador, en 2017.
M.H.: Incluso me consta que hubo un llamamiento a integrar al sector de Altamira y Ramal a las listas en Jujuy. ¿Por qué no se dio esa unidad?
C.C.: La verdad no veo ningún argumento convincente de los compañeros. Habíamos incluso propuesto con el otro sector del PO, porque tenían una disputa por la legalidad provincial, un punto de condición del acuerdo que se pudiese integrar a la lista a los compañeros y fue aceptado.
Habrán reflexionado que no les convenía y no vinieron, pero estamos a tiempo para que no sea de esa manera. Marcelo Ramal ha planteado en una nota la necesidad de hacer unas PASO de la izquierda, nosotros insistimos en que no es nuestra primera opción, la primera opción sería llegar a un acuerdo general. Pero si no hay acuerdo, las PASO se han utilizado antes y no creemos que no sea un medio válido. Así que ojalá se pueda dar una elección general y que en este proceso electoral podamos confluir.
Ya en 2019 el FIT se amplió hacia el MST, fue muy positivo que se sumara al FITU. Así que ahora, en una elección legislativa que son más favorables para nosotros, porque en las presidenciales la tendencia lleva al voto por el mal menor, creo que tenemos importantes posibilidades y sería positivo que los y las compañeros que no forman parte del FITU se sumen también.
No veo un problema de programa porque discusiones tenemos también entre los partidos que formamos el FITU, diferencias y disputas, por eso somos una coalición de partidos y no un partido común. Pero ninguna de las diferencias que tenemos amerita que no vayamos en listas comunes para enfrentar a los que son nuestros rivales, que representan las dos variantes del régimen burgués actual, la coalición peronista y la de la derecha y el radicalismo de Juntos por el Cambio.
Además, porque cuanto mejor demos esa pelea, vamos a limitar que la derecha se lave la cara, que es lo que están intentando hacer. También los medios de comunicación, con mucho financiamiento, tratando de montar un peronismo conservador alternativo alrededor de Randazzo y otros que se cayeron del Frente de Todos. Que también es una política que tiene el régimen para hacer variantes de derecha y no que el descontento sea capitalizado por la izquierda. Que es el temor que tienen, porque miran América Latina hoy y ven que a los partidos de derecha les está yendo mal, que los gobiernos de derecha se están hundiendo, hay movilizaciones y rebeliones populares. Y le temen a una izquierda fuerte. No quieren la sorpresa electoral en el sentido de poder superar marcas electorales anteriores. Y, sobre todo, en el AMBA tienen temor de que esto se dé así, porque ya las encuestas nos están dando un resultado que es el piso de lo que sacamos en 2017, a Nicolás del Caño le está dando entre 4 y 5%, a Miriam Bregman entre el 6 y el 7% cuando no empezó la campaña y parte de la población no sabe que se votan diputados.
Hay una posibilidad de tener un crecimiento importante y que no solo revalidemos las dos bancas que están en juego en la provincia de Buenos Aires sino también lograr la diputación en CABA, que hace 20 años que la izquierda no lo consigue y quizás esta vez podamos lograrlo. Incluso tener mejor resultado en la provincia, donde al analizar las distintas encuestas, hay un porcentaje muy alto de indecisos que votaron al Frente de Todos, y no son indecisos por derecha, es importante remarcar esto, el descontento hacia el gobierno es el de la base popular que lo votó, no es el descontento que expresan a los actores de poder, sino una base popular que en este año y medio de gobierno de Alberto Fernández siguió perdiendo frente a la inflación, se quedó sin laburo, no le dieron ninguna medida de contención social, a los jubilados les sacaron una tajada tal como lo hizo Macri. Todo eso lo ha vivido una parte del electorado del gobierno. La juventud que se ve en una situación sin salida, de precarización infinita. Entonces frente a eso por fuera de la izquierda no hay un espacio que levante un programa para revertir esta situación. Me parece que eso es lo que caracteriza el marco actual del proceso electoral.
Nota:
[1] El escrutinio provisorio de la elección del día 27 de Junio de 2021, indica que, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, se ubica en tercer lugar provincial con el 8 % de los votos aproximadamente, segunda en San Salvador y primera en Palpalá con el 98,30% de las mesas escrutadas.
Sin embargo, a pesar de ser la tercera fuerza, con un porcentaje muy superior al 5% de los votantes, se les impide el acceso a las bancas parlamentarias por el piso proscriptivo de la normativa electoral provincial, que toma como base el 5% del padrón electoral, es decir, que el sistema D´Hont solo se aplica para aquellas fuerzas que han logrado superar el umbral electoral.
La fuerza política “Frente Cambia Jujuy” obtuvo 151.614 votos, que representan un 26,6% del padrón electoral. Sin embargo, se adjudicaría 18 bancas de diputados, es decir, el 75% de las mismas.
¿Cómo puede ser representativo que una fuerza política que es votada por el 26% de las y los jujeños obtenga el 75% de los diputados a elegir?
En el mismo sentido el “Frente de Todos” obtiene 48.915 votos (13.15%), adjudicándose 6 bancas de diputados. En relación al padrón, significan un 8.59% de los votos, pero obtiene el 25% de los diputados.
Alejandro Vilca denunció: «Entre las dos primeras fuerzas, que sacaron el 35% de los votos del padrón, se están repartiendo el 100% de los diputados a elegir. De esta forma se produce una clara desproporción de la representación política y vulneración de la voluntad popular».
Así también Gastón Remy sostuvo: «El Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad con más de 27.381 votos, el triple del promedio de cada cargo legislativo repartido entre las dos fuerzas mayoritarias, no obtendría ninguna representación. ¿Cómo se podría justificar legalmente, y sin caer en la lisa y llana proscripción y discriminación, que a una fuerza política que podría obtener tres cargos legislativos, no resulta representativa de la voluntad de los jujeños que fueron a votar?».
De esta manera solicitan que se suspenda la asignación de bancas hasta que la justicia resuelva el pedido de la izquierda de la no utilización del piso del 5% en estas elecciones.
Asimismo requieren que en caso de no hacer lugar a la acción de fondo -declaración de inconstitucionalidad del piso electoral establecido por los arts. 50 y art. 51 inc. 1 a) de la Ley Electoral- la adjudicación de las bancas correspondientes a la Legislatura provincial se realice tomando como base de cálculo el 5% sobre el total de votantes.
Por último solicitaron que en última instancia no se debería contabilizar a aquellas personas exceptuadas o no consideradas infractores por la legislación electoral y que no fueron a votar, para el cálculo del padrón electoral.