Recomiendo:
0

Fea historia de patentes

Fuentes: Misión Verdad

El auge del ébola tuvo su fase medio silenciosa, pero ahora repunta con casos que aparecen súbitamente en España y Estados Unidos. La alarma se incrementa: el mortal virus podría expandirse según los temores de la Organización Mundial de la Salud. Iniciando octubre, 7.470 casos de ébola y 3.431 muertes que se contabilizaban según los […]

El auge del ébola tuvo su fase medio silenciosa, pero ahora repunta con casos que aparecen súbitamente en España y Estados Unidos. La alarma se incrementa: el mortal virus podría expandirse según los temores de la Organización Mundial de la Salud.

Iniciando octubre, 7.470 casos de ébola y 3.431 muertes que se contabilizaban según los países afectados: Liberia 3.834 casos y 2.069 muertes, Sierra Leona 2.437 casos y 623 muertes, y Guinea 1.199 casos con 739 muertes.

Contrariamente a lo que se acostumbra en relación a las enfermedades, las farmacéuticas o laboratorios químicos patentan los posibles tratamientos, patentan fórmulas químicas que tienen en su composición algún dato viral del cual necesiten ser dueños para que nadie más los utilice, sobre todo si ese alguien más también busca forrarse de platica. Es negocio la enfermedad y también la salud. Son décadas de derechos exclusivos sobre las patentes farmacológicas.

Repatriación de enfermos: ¿Cuál es el dato oculto en este negocio?

El mercantilismo de la salud nunca fue tan boleta. Segúnel Observatorio Sudamericano de Patentes, los investigadores Jonathan S. Towner, Stuart T. Nichol, James A. Comer, Thomas G. Ksiazek y Pierre E. Rollin, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva variante viral llamada Ebobun, y a su vez crearon un método para propagar el virus del Ébola en células huéspedes, así como el tratamiento con vacunas de los enfermos infectados.

El Ebobun no alberga la misma carga viral que el actual virus que azota a África Occidental. Científicos pagados por EEUU aislaron el virus en los pacientes que sufrieron de fiebre hemorrágica en un reciente brote en Uganda, luego lo identificaron como Ebobun y registraron su patente, es decir, EEUU es dueño de una patente que incluye más cepas del Ébola, por lo tanto, esa podría ser la razón por la que las víctimas estadounidenses que presentan esta enfermedad fueron trasladadas recientemente a EEUU.

Más allá de la responsabilidad estatal que se deja ver mediáticamente de esas acciones, el dato oculto recae en que cada paciente que contraiga Ébola con alguna de las cepas patentadas por el Gobierno de EEUU le pertenece a ese Gobierno, porque en su cuerpo albergan «valiosos activos de propiedad intelectual en forma de variantes del Ébola, y el CDC desea ampliar su cartera de patentes mediante la recolección de muestras sanguíneas, para estudiarlas y potencialmente patentar nuevas cepas o variantes del virus».

No existe información pública de que EEUU haya patentado los virus del Ébola Zaire, Ébola Costa de Marfil, Ébola Sudán, Ébola Gabón o Ébola Reston, que son las otras cuatro cepas del virus que se encuentran identificadas hasta hoy.

La ruta de los centavos

Datos nefastos, sin contar con el aumento del valor de las empresas farmacéuticas en la bolsa de valores que ya hemos reseñado anteriormente, sumándoles también el aumento en la venta de los trajes antiébola a casi todas las naciones del mundo y el intento de crear un suero para animales gracias al sacrificio de un perro que pertenecía a la enfermera Teresa Romero, infectada de ébola en Guinea y trasladada a España, y que sirvió sobre todo para tapar el sonoro escándalo de corrupción del inutilizado partido gobernante y su estrella Mariano Rajoy.

Patentar una enfermedad o el virus que la produce no tiene sentido aparente en el campo de la medicina (nadie ha patentado la diabetes o el paludismo), pero en el juego global en el que el ébola es delantero, el saneamiento de las víctimas en África pasa a segundo plano, es decir: aquí importa adueñarse de la enfermedad porque cuando se apruebe el primer suero milagroso o la vacuna que extermine dicho virus, las ganancias serán estratosféricas.

De eso hablaremos en la próxima entrega.

Fuente: http://misionverdad.com/trama-global/fea-historia-de-patentes