Durante al menos los últimos tres o cuatro meses, las autoridades hacendarias mexicanas y la propia Presidencia de la República han declarado enfáticamente que son falsas y sin fundamento las versiones periodísticas de un supuesto subejercicio del gasto público. Pero a pesar de los desmentidos oficiales, las versiones y quejas públicas sobre ese negado subejercicio […]
Durante al menos los últimos tres o cuatro meses, las autoridades hacendarias mexicanas y la propia Presidencia de la República han declarado enfáticamente que son falsas y sin fundamento las versiones periodísticas de un supuesto subejercicio del gasto público. Pero a pesar de los desmentidos oficiales, las versiones y quejas públicas sobre ese negado subejercicio continúan y van al alza.
Apenas el 20 de julio pasado, la prensa nacional dio cuenta de una «aclaración» de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en relación con este asunto. Según la dependencia, en la SCT no hay ni ha habido subejercicio del gasto, sino sólo un retraso en la ejecución de éste.
Esta aclaración proviene de una entidad gubernamental que debe ejercer un gasto multimillonario, pues es la encargada de la construcción y mantenimiento de una buena parte de la infraestructura del país.
Pero las denuncias y quejas sobre el subejercicio del gasto no son exclusivas de la SCT. No hay sector de la economía mexicana en que empresarios y trabajadores no estén sufriendo los estragos de esta inactividad gubernamental. Así que, llámese subejercicio o retraso, lo cierto es que la economía nacional se encuentra estancada, lo que ha generado y genera el desempleo de trabajadores y la quiebra de empresas.
De modo que la «aclaración» de la SCT no ha hecho sino confirmar lo que todo el mundo sabía, suponía o temía: que el gobierno de Enrique Peña Nieto está aplicando deliberada y prolongadamente la más clásica de las políticas económicas neoconservadoras tan gratas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y demás agencias económicas del imperialismo: la restricción del gasto público. O dicho de otro modo, la ausencia del Estado en el fomento de la actividad económica.
¿Qué tiene de extraño, en consecuencia, que la quiebra de miles y miles de pequeñas y medianas empresas esté siendo la constante económica en los casi ocho meses del gobierno peñanietista? ¿Y qué tiene de extraño, igualmente, que cada día que pasa se sumen miles y miles de personas al contingente de quienes han perdido su empleo o no pueden conseguir una ocupación remunerada?
Esta política neoconservadora de contención del gasto público no es, desde luego, una invención del gobierno peñanietista. Se trata de una práctica que dura ya varias décadas y que a lo largo de más de 30 años ha probado su eficacia para generar estancamiento económico, quiebra de empresas y creciente y sostenido desempleo.
La doctrina económica neoconservadora a la que, según se observa, se ha sumado Peña Nieto, justifica la contención del gasto público como una medida antiinflacionaria. Pero, hoy como siempre, hay que plantearse la vieja cuestión: ¿qué es más importante: la estabilidad de precios o la generación y conservación del empleo?
Y según se está viendo, para el gobierno peñanietista el fomento de la actividad económica y la generación de empleos no son la prioridad, lo que augura la continuación de las tribulaciones económicas de la inmensa mayoría de la población mexicana.
Habrá que resignarse, pues no se vislumbra en el horizonte una fuerza política capaz de lograr un cambio de estrategia económica. Y menos desde que el PRD (Partido de la Revolución Democrática) optó por sumarse, en calidad de vergonzosa subordinación, mediante el llamado Pacto por México, al neoconservadurismo económico del gobierno de Peña Nieto.
Luego de más de siete meses de contención del gasto y de crecientes penurias ciudadanas, ¿pensarán Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, prolongar aún más esta nociva política de astringencia financiera, de gasto a cuentagotas? ¿Por cuánto tiempo? ¿Meses o años? ¿Será ésta la tónica de todo el sexenio?
Blog del autor: www.miguelangelferrer-mentor.
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