1. Los maestros de la CNTE prepararon un enorme espacio en la explanada entrada del Auditorio Nacional donde se concentraron -el domingo 13- más de un millar de maestros para presenciar un debate del secretario de Educación Aurelio Nuño frente a los dirigentes de la Coordinadora (la CNTE) encabezados por los secretarios generales de Oaxaca, […]
1. Los maestros de la CNTE prepararon un enorme espacio en la explanada entrada del Auditorio Nacional donde se concentraron -el domingo 13- más de un millar de maestros para presenciar un debate del secretario de Educación Aurelio Nuño frente a los dirigentes de la Coordinadora (la CNTE) encabezados por los secretarios generales de Oaxaca, Guerrero y la sección IX del DF. Se esperó casi una hora, se habló de la situación del movimiento magisterial y la gente se retiró lanzando consignas contra la represión y por la libertad de los presos políticos de la CNTE y estudiantes de Michoacán. Rodeando el frente del Auditorio se veían a cientos de policías sin uniforme dando información a sus jefes sobre lo que sucedía.
2. Muy pronto nos enteramos que el tal Nuño sí quería asistir para demostrar que no era un ignorante, tonto o cobarde, como lo han acusado. Había preparado su discurso para demostrar que conoce la historia de la Educación, que ha estudiado la vida del sindicato, que conoce las carencias en educación, pero que «no está de acuerdo con los métodos de la CNTE porque el gobierno siempre ha estado abierto al diálogo». Más aún ya estaba listo el equipo que lo acompañaría, incluso los cincuenta guardaespaldas que estarían en todo momento cuidándolo. Sin embargo a última hora recibió instrucciones de Gobernación pidiéndole que no asistiera al debate porque lo iban a «abatanar» por todos lados.
3. Los de gobernación le dijeron a Nuño que había más de dos mil maestros apoyando a sus dirigentes que en número de diez llevaban carpetas y expedientes con resoluciones de sus foros académicos, así como demandas por la libertad de todos los presos políticos. Nuño siguió terco defendiendo su derecho a asistir porque ha demostrado que tiene «mano firme», que no le tiene miedo a la CNTE y que si demuestra cobardía podría perder la candidatura presidencial que también busca el secretario de Gobernación. Al no asistir Nuño a ese debate en el que sus sillas y mesa quedaron vacíos, perdió una gran oportunidad de ocupar las primeras planas de los periódicos compradas para él; pero también pudo hacer un ridículo total.
4. La realidad es que el incapaz Nuño iba a leer documentos preparados por sus asesores y los maestros se iban a fastidiar o dormir; por el contrario los líderes de la CNTE -con más de 20 años en educación, sin «títulos honoríficos» y después de convivir cada uno con más de mil alumnos en diferentes escuelas y comunidades- lo iban a «barrer y trapear» con mil argumentos académicos, sindicales y políticos. El auditorio no iba a permitir que se le envuelva con ideas abstractas sobre «el fenómeno y la esencia», con deformaciones históricas, engaños y promesas que ha escuchado durante décadas de voz de los intelectuales alejados de los problemas reales. El auditorio exige de entrada la liberación de todos los presos por protestas con dignidad.
5. Los líderes magisteriales entrarían preguntando: ¿Cuántos millones de niños en el país llegan a la escuela sin desayunar? ¿Cuántas familias en México por falta de trabajo e ingresos no tiene asegurado la comida diaria? ¿Qué porcentaje de escuelas del país no tiene techos, pisos, servicio de agua, mesabancos ni profesores con nombramiento? ¿Por qué la escuela pública carece del presupuesto necesario mientras el gobierno apoya la privatización? Y como ninguna respuesta se daría, los profesores pasarían a analizar en concreto «La educación como práctica de la libertad» y «La pedagogía del oprimido» como respuesta al tipo de educación capitalista que nos imponen que sólo buscan crear estudiantes sumisos en lugar de formarlos como críticos.
6. La CNTE ha realizado cientos de foros académicos y educativos pequeños, así como en grandes auditorios; ha recibido a decenas de estudiosos de educación comprometidos en la lucha social; ha elaborado cientos de documentos resolutivos compendiados en grandes documentos. Los maestros de la CNTE, por sus más de 30 años de lucha, son los maestros más preparados y capaces de la República. Pueden los funcionarios de la SEP y sus asesores «intelectuales» manejar muchos números y estadísticas, pueden escribir discursos, pero no tienen «alma, corazón, vida» para comprender la realidad que es muy concreta. Estar en reuniones, asambleas, foros, conferencias, congresos, actos de protesta, enseñan y educan mucho más que cualquier universidad.
7. El Nuño de la SEP iba a asistir (aunque no es creíble) al debate sólo para demostrar que tenía carácter para ser candidato presidencial, pero la realidad es que hubiese hecho el ridículo porque no tenía el control del auditorio. Recuerdo que en 1968 los estudiantes retaron a Díaz Ordaz a debatir y los políticos de entonces lo consideraron como «una ofensa al presidente». No debe olvidarse que ningún político debate nada con nadie; ellos «dialogan» en su propio terreno y a partir de sus propias reglas. Si los trabajadores carecen de fuerza y poder en las calles para dialogar con el gobierno mejor que lo olviden; ya vendrá el mismo gobierno a suplicar diálogo cuando los trabajadores paralicen la ciudad y la economía; antes es un engaño.
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