José Ramón Ubieto es un psicólogo clínico y psicoanalista de orientación lacaniana que desde hace años aporta una serie de conceptualizaciones y de análisis muy fecundos para abordar los fenómenos que presenta hoy la adolescencia. En esta ocasión, nos presenta un ensayo que, en parte, enlaza con un trabajo, éste colectivo, anterior, con el significativo título de “Del padre al iPod”. Digo en parte, porque los temas que aborda aquí van más allá de la adolescencia, incluso de lo presencial y lo virtual, ya que entra directamente en los efectos de la pandemia y de las medidas gubernamentales para paliarlo. El libro está dividido en dos partes: La primera parte la titula “Un mundo en cuarentena” y la segunda “Entre lo presencial y lo virtual””.
En la primera parte aborda la manera cómo, durante casi un año, este acontecimiento del Covid-19 nos ha afectado. Lo hace de manera poliédrica y matizada, de una manera sugerente, que se aparta de los tópicos al uso. La pandemia nos afecta a todos, de maneras diversas: asombro, miedo, rabia, pero también amor y solidaridad. Para muchos, el duelo por la muerte de un ser querido… El autor plantea la necesidad de superar lo que Spinoza llamaba las pasiones tristes y los malestares subjetivos que ha desencadenado. La necesidad de buscar salidas como la de “tejer historias sobre lo real” de una manera es una forma de buscar salidas singulares. Pero también hay que combatir las formas de odio que pueden aparecer para defendernos (mal) de la vulnerabilidad que ha puesto de manifiesto esta situación.
La segunda parte me parece todavía más interesante, porque nos da algunas claves para abordar un tema que me parece imprescindible tratar si queremos hacer una “ontología de la actualidad”. Se trata de la manera como el empuje hacia lo virtual nos afecta como sujetos corporales. Esto empezó, por supuesto, antes de la pandemia, y de manera muy evidente a los nacidos en el siglo XXI; es la dinámica que transforma los lazos sociales que derivan de la presencia de los cuerpos, hacia el los que se manifiestan en las pantallas. La pandemia la ha reforzado y no sabemos hasta qué punto de manera irreversible. Aquí, como en la parte anterior, combina el análisis con las propuestas. La conversación, el humor, la capacidad de mantener la sorpresa, la cooperación, la creatividad son armas que tenemos para salir juntos del túnel. La pandemia es, efectivamente, aunque ya sea un tópico decirlo, un peligro, pero también una oportunidad. Se abren muchos interrogantes. Es importante que aprendamos lo que es esencial en nuestras vidas para no volver a una normalidad poco deseable. Siempre sabiendo que somos cuerpos hablantes y que éste es el núcleo del que parte nuestra experiencia y nuestra la relación con los otros.
Un libro, en definitiva, que vale la pena leer, lleno de sugerencias sobre las que habrá que volver y profundizar. El psicoanálisis de orientación lacaniana tiene mucho que aportar, y lo hace, para entender los síntomas contemporáneos. Hay que agradecer a José Ramón Ubieto que haga un esfuerzo por hacer accesibles los conceptos, siempre difíciles, lacanianos. Pero no es sencillo explicar la complejidad. Todavía no podemos despertar de la pesadilla del Covid, pero hemos de transformar la impotencia en imposibilidad. Aceptar los límites que en estos momentos no podemos franquear y trabajar hacia una salida digna, que es a la vez ética y política. Aceptar no quiere decir conformarse con lo que hay sino ir avanzando para ir cambiándolas de la mejor manera posible.