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Hartazgo, movilización y el 2018

Fuentes: Black Magazine

El hartazgo social va en aumento, el gasolinazo ha sido recibido con muestras de rechazo a lo largo y ancho del país. Es un malestar acumulado de décadas de ínfimo crecimiento económico, del aumento de la violencia, de fraudes electorales, del aumento grosero de la desigualdad y de la corrupción generalizada. A las múltiples resistencias […]

El hartazgo social va en aumento, el gasolinazo ha sido recibido con muestras de rechazo a lo largo y ancho del país. Es un malestar acumulado de décadas de ínfimo crecimiento económico, del aumento de la violencia, de fraudes electorales, del aumento grosero de la desigualdad y de la corrupción generalizada.

A las múltiples resistencias organizadas a lo largo del país y al partido opositor al régimen, MORENA, hoy se agrega la ira de millones de ciudadanos ante un atropello más. Sin embargo, no está claro encontrar una salida ante la decadencia presente.

Manifestaciones pacíficas, marchas, mítines, consignas en autos, brigadas informativas; saqueos a grandes tiendas departamentales (me refiero a las que no hayan sido preparadas por el gobierno) y cierre de vialidades han sido algunas formas de mostrar la ira contenida. Estas manifestaciones se han conformado de manera local, de manera espontánea, sin algún núcleo claro de dirección.

El objetivo es parar el gasolinazo, aunque cada vez queda claro que esto implica vencer al gobierno de Peña, ponerlo en las cuerdas y hasta hacerlo renunciar. En la marcha del pasado 9 de enero la consigna más común fue el ¡fuera Peña!

Las movilizaciones se presentan sin objetivos y programas claros, son más una reacción ante un agravio más. Lo que en caso de aumentar y se desbordarse, podrían lograr detener el gasolinazo o tirar a Peña, pero aún faltaría la disputa por el futuro. Un segundo escenario es que la movilización se diluya y se vuelva a la «normalidad». Por último, un tercer escenario es que la movilización no logre sus objetivos inmediatos, pero sí despierte la consciencia de lucha de la sociedad, con miras hacia el 2018.

Es importante subrayar que estamos en la recta final del gobierno de Peña y próximos a las elecciones del 2018. No olvidemos que la coyuntura electoral, desde 1988 hasta el 2012, ha sido un momento privilegiado de irrupciones populares en la disputa por la nación.

El momento político actual es tenso, y podría tensarse aún más, ya se avecinan nuevos aumentos. Las crisis son oportunidades para transformar el sistema. Existe el riesgo de que el malestar encuentre falsas salidas que perpetúen el sistema o que no se visualice la raíz del problema, el neoliberalismo.

Es por eso que se hace necesario organización y sobre todo dirección, para que la movilización no sea una descarga de ira sino un medio para la transformación. Ese es el gran reto, solamente así le podremos disputar la nación al actual grupo dominante que desde 1982 se ha impuesto por medio de fraudes, corrupción, violencia, cooptación y compra de votos.

Publicado por primera vez en: http://www.blackmagazine.mx/hartazgo-movilizacion-y-el-2018/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.