En un mes, 33 fotógrafos (entre ellos Julio Carbó, Pepe Encinas y Elisenda Pons, redactores gráficos de EL PERIÓDICO) se han puesto de acuerdo para hacer una exposición conjunta, que se inauguró ayer en el Col.legi de Periodistes de Catalunya. El objetivo: rendir homenaje a Manuel Vázquez Montalbán al año de su muerte. Pilar Aymerich, […]
En un mes, 33 fotógrafos (entre ellos Julio Carbó, Pepe Encinas y Elisenda Pons, redactores gráficos de EL PERIÓDICO) se han puesto de acuerdo para hacer una exposición conjunta, que se inauguró ayer en el Col.legi de Periodistes de Catalunya. El objetivo: rendir homenaje a Manuel Vázquez Montalbán al año de su muerte.
Pilar Aymerich, fotógrafa y miembro de la Junta directiva del colegio, presentó la exposición resaltando la dificultad teórica de poner de acuerdo, «en el tiempo récord de un mes», a más de una treintena de fotógrafos. Pero el escritor, a quien siempre había preocupado la imagen e incluso hablaba alguna vez de «la objeción fotográfica», fue, como periodista, «un gran compañero de los fotógrafos», que según Aymeric necesitan «un referente literario» para explicarse el mundo.
DURO PERO RECONFORTANTE
Anna Sallés, viuda de Vázquez Montalbán, y su hijo, Daniel Vázquez Sallés, estuvieron presentes en la inauguración de la muestra. Sallés dijo que para ella y para su hijo era «muy duro y, al mismo tiempo, muy reconfortante, contemplar aquella serie de fotografías».
La treintena larga de fotos abarcan los dos últimos decenios de la vida del escritor. Sobre el papel quedaron fijadas algunas de sus facetas públicas más conocidas y escenas de esas que acaban en la intimidad de los álbumes familiares. Entre las primeras hay una en la que el escritor de Xàtiva Joan Fuster le disputa el protagonismo a Vázquez Montalbán en la cocina del restaurante Odisea; en otra presenta un libro de Juan Marsé. También aparece con Santiago Carrillo, José Saramago o el subcomandante Marcos. Y se le ve con sus perros y con su gato, entregado a la convivencia doméstica.