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Entrevista a Ramón Giménez, guitarrista de Ojos de Brujo

«Hoy cualquier banda de música puede autogestionarse»

Fuentes: Rebelión

La banda está finalizando la gira en la que han recorrido toda España y parte de Europa. Originales, autogestionarios y comprometidos, Ojos de Brujo es tan inclasificable como su música, en la que fusionan el hip hop, el «flamenquito» y los ritmos caribeños. Ramón Giménez, uno de los puntales del grupo, ha hablado con Rebelión antes de su concierto en Valencia.

Ojos de BrujoOjos de Brujo nació en Barcelona a finales de los años 90. En aquel momento hubo una explosión de creatividad, acompañada de rebeldía, ¿Cómo ves el panorama musical hoy en la ciudad de Barcelona?

Ojos de Brujo se gestionó mucho antes de grabar su primer disco en 1999, era un proyecto de investigación que eclosionó dentro de un perfecto caldo de cultivo formado por músicos que provenían de diferentes culturas, países… En aquel año y en los primeros años de aquella década hubo una auténtica ebullición de grupos de música que, siendo diferentes, empezaron a compartir un público. Hoy, Barcelona tiene una doble moral, por un lado sigue siendo la ciudad mestiza que acoge a ciudadanos de todo el mundo y, por otro, ha surgido la Barcelona represiva que no deja tocar a los músicos en la calle. A pesar de estos obstáculos, hoy en Barcelona sigue estando viva esa cultura cosmopolita.

Hay muchas cosas que hacen de vuestro grupo una banda singular, repasemolas, Para empezar, sois autogestionarios.

Ojos de Brujo es un paraguas artístico, los intereses de las compañías discográficas y los intereses artísticos son diferentes y contrapuestos. La constatación de estas diferencias, tras editar con una multinacional nuestro primer disco «Vengue», fue la semilla de lo que es hoy la experiencia autogestionaria de Ojos de Brujo. Tuvimos que renunciar a casi todos los derechos sobre ese disco a cambio de la carta de libertad. Cuando la conseguimos, fuimos unos de los primeros grupos que inició ese camino. Hoy es más sencillo, ya que se ha abaratado la técnica y también con Internet han nacido mecanismos de promoción que permiten que cualquier grupo de música se autogestione. Nosotros vamos depurando nuestros propios mecanismos organizativos, ya son seis años de autogestión; excepto la distribución, que por razones obvias no podemos asumir, tenemos nuestra propia discográfica, nuestra propia empresa de management, hace poco pusimos en marcha nuestra propia editora… Para el futuro tenemos planes de seguir construyendo proyectos, por ejemplo, pensamos editar obras bajo la licencia de copyleft, pero todo sin planes previos, cualquier proyecto es posible.

Vuestro espectáculo es total, acompañáis vídeos y cuidáis mucho la presentación gráfica de éstos o de los discos.

Es que Ojos de Brujo no es un grupo al uso, somos un colectivo semilla de diferentes disciplinas artísticas y queremos que este proyecto tenga caras y ojos, que tenga un sentido estético en el que participan otras personas que están más o menos involucradas con el colectivo. Ésta fue una de las causas que motivaron que rompiéramos nuestro primer contrato con la multinacional discográfica. Ellos hacen un disco de plástico, fabrican dos mil copias y a rodar… Nuestros discos posteriores ya «se leen» desde el primer gráfico de la portada. Ojos de Brujo utiliza los gráficos y vídeos como un atajo para redactar el mensaje y hacerlo llegar a nuestro público evitando la barrera del idioma, porque muchas de nuestras actuaciones son en lugares donde no se habla el castellano. De esta tarea se encarga André Cruz, que ya realizó nuestro primer vídeo y es el que «pincha» los vídeos en nuestro concierto, pero no sólo es visualizarlo, sino que coordinamos la música con la imagen para que ésta tenga que ver con el mensaje de la canción.Ojos de Brujo

Es curiosa la «distribución» de vuestro público, no sois un grupo conocido para el gran público en España y, sin embargo, hay un sector de éste que tiene una misma visión estética y ética, que os conoce y está distribuido por todo el mundo. Hoy el público, por lo menos el vuestro, no está agrupado territorialmente, sino por afinidades artísticas. Acabáis de llegar de tocar en Inglaterra y Grecia, donde el público ha llenado las salas.

Esto ha sido un fenómeno increíble para nosotros, si bien es cierto que desde que empezamos a tocar como ODB hicimos mucho ruido por toda Europa, que recorrimos en furgoneta. Por otro lado, Internet permite que «el boca a boca» sea «a lo bestia», se múltiplique. Además, en nuestro caso hay diferentes factores, a nuestro público le interesa un determinado concepto y mensaje, compartimos público con otros grupos y también nuestra base flamenca nos hace tener unas características diferentes y llamativas fuera de nuestras fronteras.

En vuestra banda el mestizaje es total. Para empezar, tú eres parte fundamental en ella y eres gitano, algo que no es habitual en grupos que no sean de flamenco. Siempre está muy presente la cultura gitana en vuestras canciones, en vuestra estética. En España existe un racismo evidente que castiga en especial a la etnia gitana. ¿Crees que grupos como vosotros o el caso más reciente del grupo de hip hop «La Excepción» pueden servir para que los más jóvenes no vean a los gitanos como sus enemigos?

Con los gitanos en España pasa algo parecido a los negros en USA, es otro caso de doble moral, de puertas para fuera se promociona y vende la música negra, pero de puertas para dentro la minoría negra sigue sufriendo el racismo anglosajón. Cualquier tipo de minoría está expuesta al racismo, a la exclusión. Nuestras canciones sólo pueden intentar sensibilizar mediante la música, que es un lenguaje universal con el que todos nos entendemos. En el caso de los gitanos, tras 500 años de expolio y persecuciones es un disparate pretender asimilarnos, a lo que debemos aspirar es, al menos, a un respeto mutuo.

ODBEl racismo es uno de los temas presentes en vuestras canciones, pero hay otros muchos. En la canción «Tanguillos Marineros» repasáis la situación revolucionaria de Latinoamericana y el DVD que acompaña a vuestro último disco, Techari, contiene un documental sobre vuestra estancia en Cuba. También os acompañan músicos cubanos ¿Cuáles son las relaciones del grupo con Latinoamérica en general y con Cuba en particular? ¿Pensáis volver de gira?

La relación con el mundo latino ha llegado por diferentes vías; en primer lugar, como he explicado, Ojos de Brujo nace como un laboratorio de ideas en Barcelona, donde viven muchos músicos de otros países. Yo empecé a tocar, por ejemplo, bulerías con un colombiano, simplemente para saber cómo sonaría, no por hacer flamenco puro. Ése fue el primer acercamiento.

Además, Xabi Turull ha vivido en todo el mundo, en China, en la India y en Cuba, donde tiene una hija, y siempre estuvo convenciendo al grupo de que teníamos que viajar a la isla. Hemos tocado en seis países latinoamericanos. Ese viaje lo financiamos con una gira anterior por Europa en la que conseguimos el dinero, y lo invertimos en tocar allí, algo que nos reportó una enorme satisfacción, pues seremos ingenuos, pero para nosotros el arte es lo que llena nuestras vidas.

Os estáis despidiendo de la Gira «Techari». ¿Qué proyectos tenéis más inmediatos?

Vamos a despedir la gira en Barcelona el próximo 22 de diciembre, queremos subir al escenario a todos los que han colaborado con el grupo, entre ellos a Pepe Habichuela con su trío flamenco, Asian Dub Fundation (UK), Nitin Sahwney (UK/India), Faada Freddy (Daara j / Senegal), Prithpal Singh Rajput»Cyber» (Ministry of Dhol/ ADF; UK/India), Roberto Carcassés (Interactivo; Cuba), Martirio (España), Raúl Rodríguez (Son de la Frontera; España), Gyan Singh (tablas/dhol; INDIA) y a la sección de vientos de Carlos Sarduy (Cuba). Grabaremos el evento y ya veremos luego qué haremos con el material. Posteriormente tenemos pensado volver a Latinoamérica a realizar diferentes actividades, entre otras tenemos queremos montar talleres de música con niños.

Nos despedimos de Ramón y dejamos aquí abajo un vídeo para quienes no hayan tenido la suerte de ver a Ojos de Brujo en vivo: