La editorial Capitán Swing acaba de editar un magnífico libro en el que se recogen , uno tras otro, dos de nuestros clásicos. John A. Hobson, Estudio del Imperialismo, y Vladimir Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo. Una magnífica idea. El libro contiene además otras dos magníficas ideas. Una: lleva un epílogo escrito por […]
La editorial Capitán Swing acaba de editar un magnífico libro en el que se recogen , uno tras otro, dos de nuestros clásicos. John A. Hobson, Estudio del Imperialismo, y Vladimir Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo. Una magnífica idea. El libro contiene además otras dos magníficas ideas.
Una: lleva un epílogo escrito por David Harvey, nada menos.
Otra: su título, que no puede no muy ser intencionado -muy bienintencionado-: el libro se titula Imperialismo, así y a secas.
El libro tiene también, por tanto, además de otras muchas y magníficas virtudes, que el lector inmerso en el momento histórico presente, caracterizado por la tremenda crujida económica del capital imperialista, financiero, de nuestros días, y por las invasiones militares y la multitud de guerras locales impuestas por el imperialismo, no necesita que nadie le comente, la virtud de ser una magnífica, razonada respuesta a las ligerezas de Negri.
Para volver por nuestros fueros, los rojos necesitamos volver por nuestros clásicos. No para leerlos como análisis actuales, o como respuesta inmediata ante la actualidad. Sino como forma de anudar con nuestra tradición.Para actuar a la manera de ellos. Para comprender qué es lo que se pensó y se hizo. Para fecundar nuestro propio pensamiento.
En resumen amigos: Otra magnífica idea de ese incendiario amigo de la cerveza, luddita impenitente, enemigo del destajo, celebrador de san lunes y de san martes, bon vivant necesitado de pocos recursos y mucho tiempo libre, bromista, luchador insobornable, defensor de la libertad y de la igualdad, capaz de indignarse ante la injusticia sufrida por los demás, el revolucionario Capitán Swing.