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Imperialismo y entreguismo, a propósito de la llegada de Trump

Fuentes: Black Magazine

Donald Trump es el nuevo presidente de los EUA, se espera una reconfiguración importante de la política exterior norteamericana. Con respecto a México se plantea una renegociación del TLC y un endurecimiento de la actual política migratoria (muro y deportaciones), acompañado de un discurso de odio hacia lo mexicano. Ante esta situación hay una idealización […]

Donald Trump es el nuevo presidente de los EUA, se espera una reconfiguración importante de la política exterior norteamericana. Con respecto a México se plantea una renegociación del TLC y un endurecimiento de la actual política migratoria (muro y deportaciones), acompañado de un discurso de odio hacia lo mexicano. Ante esta situación hay una idealización de la relación anterior. La brújula se pierde entre lo malo pasado y la amenaza presente.

Un eje de análisis para entender la historia de la relación México-EUA es la noción de imperialismo. Este concepto hace referencia al dominio político y económico de una metrópoli sobre países de la periferia capitalista. Esta dominación es de diverso tipo, dependiendo las resistencias de los países dominados y las estrategias cambiantes de la metrópoli.

Desde el siglo XIX los EUA se convirtieron en la gran potencia continental y América Latina en su zona de influencia, en su espacio de dominio. La doctrina Monroe llevada a la práctica, significó «América para los norteamericanos». La historia del imperialismo en América Latina está cubierta de sangre y de estrategias «pacíficas», la política del «gran garrote» y la de la «buena vecindad» son ejemplo de ello.

El concepto de globalización busca encubrir al de imperialismo. No visualizando relaciones de dominación, a partir de un supuesto intercambio entre toda una aldea global. Mientras la reflexión en torno al imperialismo subraya las relaciones asimétricas y de dominación entre países periféricos y una metrópoli.

México padece del imperialismo norteamericano, el desmantelamiento neoliberal se impulsó desde los Estados Unidos, vivimos en una relación de dependencia con ellos, el TLC es también un mecanismo del imperialismo para garantizar condiciones favorables a sus productos, recursos primarios y altas tasas de extracción de valor a través del bajo costo de la fuerza de trabajo mexicana. La política energética de los últimos treinta años ha sido diseñada en E.U.A. para garantizar sus intereses estratégicos.

El imperialismo ha sabido imponerse, en el caso de México, a partir de presiones, préstamos y, sobre todo, gracias a la complicidad de la élite del poder, que abrazó el sueño de «integración» como la mejor vía al desarrollo. Una oligarquía cómplice, que se enriquecía mientras ataban a México a una dependencia estructural con EUA. Los resultados están a la vista, un éxodo de millones en busca de mejores condicione de vida, el abandono del campo, la desindustrialización de la economía nacional, la penetración de las empresas trasnacionales a través de ofrecer bajos salarios y la crisis de inseguridad.

Con la llegada de Trump se estará modificando aspectos importantes de la relación hacia México, pero no el imperialismo que es fundamental para el mantenimiento de E.U.A. como gran potencia. No se modificará la dominación económica, política y cultural de los E.U.A. hacia México.

A lo largo de la historia nacional ha habido proyectos de liberación y de independencia, opuestos al imperialismo norteamericano. Mexicanos han muerto en contra del imperialismo, (en diversas invasiones militares), el pueblo ha defendido sus intereses en más de una ocasión. La nacionalización petrolera en 1938, gesta del gobierno y el pueblo, es un claro ejemplo de dignidad y política soberana, que hizo frente al imperialismo norteamericano.

La actual clase dominante mexicana está subordinada, como socio menor, a los Estados Unidos. Su proyecto es una supuesta integración regional, que ingenuamente visualizan como pareja y conveniente. Ante la llegada de Trump no podrán hacer mucho, seguirán jugando su rol de subordinación y dependencia.

Urge un cambio de proyecto nacional ante el fracaso del neoliberalismo a la mexicana. Hacen falta patriotas en la mejor tradición mexicana, abiertos al mundo pero antiimperialistas. Urge recuperar nuestra soberanía como país independiente. La coyuntura difícil que se abre con la llegada de Trump y la renegociación del TLC, son momento de oportunidad para visualizar nuevos caminos. Hoy como ayer, la lucha es contra el imperialismo y contra el entreguismo.

Publicado por primera vez en: http://www.blackmagazine.mx/imperialismo-y-entreguismo-a-proposito-de-la-llegada-de-trump/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.