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Indígenas atentos al próximo gobierno de Oaxaca

Fuentes: IPS

La autónoma comunidad indígena triqui de San Juan Copala, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, está a la expectativa de la postura que asuma el flamante gobierno estadual electo. Esa comunidad, habitada por 786 personas y que se declaró autónoma en 2007, padece desde enero un bloqueo de paramilitares pertenecientes a la Unión de […]

La autónoma comunidad indígena triqui de San Juan Copala, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, está a la expectativa de la postura que asuma el flamante gobierno estadual electo. Esa comunidad, habitada por 786 personas y que se declaró autónoma en 2007, padece desde enero un bloqueo de paramilitares pertenecientes a la Unión de Bienestar Social para la Región Triqui (Ubisort), una organización ilegal acusada de tener vínculos con el actual gobierno del estado, encabezado por Ulises Ruiz, del histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI).

«La primera señal que el gobierno elegido el domingo debe enviar es el rompimiento del bloqueo y el desarme de Ubisort», planteó a IPS Jorge Albino, miembro de la comisión de derechos humanos de San Juan Copala, ubicada a unos 600 kilómetros al sur de la capital mexicana.

«El nuevo gobierno no va a ser una solución para la región triqui, pero puede ser una puerta abierta en beneficio del municipio», añadió.

El candidato Gabino Cué, de la coalición de izquierda y derecha formada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia, lidera las votaciones locales, en detrimento de Eviel Pérez, abanderado del PRI, según los resultados preliminares.

El domingo, unos 30 millones de ciudadanos acudieron a las urnas para renovar los gobiernos estaduales y municipales, así como los congresos legislativos locales de 14 estados de México, en los comicios más importantes antes de la cita presidencial de 2012. En 12 de ellos se eligieron nuevos gobernadores.

El PRI, que gobernó este país sin interrupciones durante siete décadas hasta 2000, se impuso en nueve estados, pero perdió el norteño y emblemático estado de Sinaloa y, por vez primera en ocho décadas, fue vencido en los sureños Puebla y Oaxaca, en una señal de alerta de que no tiene asegurada la victoria en 2012, como se presuponía.

«Se vino un voto de castigo en Puebla y Oaxaca, por los dos gobernadores que están saliendo. Vienen nuevos aires, Cué va a tener mayores herramientas para dar paz a la comunidad oaxaqueña, va a poder lidiar mejor con las diferentes fuerzas políticas», señaló a IPS Arturo Argente, académico del privado Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

Ruiz y su correligionario Mario Marín, de Puebla, han estado involucrados en sendos escándalos de corrupción y abuso de poder, aunque que éstos no derivaron en condenas penales.

San Juan Copala ha sido escenario este año de varios incidentes violentos. En abril, paramilitares atacaron un convoy humanitario con víveres y medicamentos para los pobladores, misión que intentó quebrar el cerco impuesto.

La emboscada de Ubisort dejó muertos a Beatriz Cariño, directora del no gubernamental Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos, y al finlandés Jyri Jaakkola, un observador de derechos humanos, y varias personas heridas. En esa caravana viajaban activistas de derechos humanos y observadores de Alemania, Bélgica, Finlandia e Italia.

Luego, en mayo, fueron ejecutados Timoteo Alejandro Ramírez y su esposa Cleriberta Castro. Ramírez fue uno de los precursores de la autonomía de San Juan Copala y máximo dirigente del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (Multi), una de las organizaciones defensoras de esa iniciativa.

En junio, otro convoy, integrado por diputados, activistas y periodistas, que también transportaba bienes básicos, trató de entrar en la comunidad, pero se abstuvo de intentarlo debido a las amenazas de los paramilitares de un nuevo ataque.

Este domingo no se instalaron casillas para votar en San Juan Copala.

Cué, quien perdió en las elecciones a gobernador de Oaxaca en 2004, asumirá en diciembre de ser declarado ganador por la autoridad electoral, arrastrando un legado de conflictos violentos, corrupción y pobreza, pues se trata de uno de los estados con mayor grado de marginación en México.

«Vamos a esperar su agenda de trabajo. Pero queremos que investigue los asesinatos en San Juan Copala y que el estado no meta las manos en la comunidad», apuntó Albino.

Para evaluar la situación de derechos humanos, las eurodiputadas Satu Hassi, ex ministra del Medio Ambiente de Finlandia, y Ska Keller, ex presidenta de la Federación de los Jóvenes Verdes Europeos, se encuentran en Oaxaca y, luego de su gira, entregarán un informe al Parlamento Europeo y al gobierno mexicano.

En los últimos años, Oaxaca ha vivido otros conflictos, como el ocurrido entre mayo y octubre de 2006, cuando el magisterio del estado, afiliado a la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), tomaron las principales calles de la ciudad en rechazo a la gestión del gobernador Ruiz.

El magisterio y la APPO, que agrupa a unas 300 organizaciones locales, acusaron a Ruiz, imagen del ala más conservadora del PRI, de corrupto y autoritario.

El conflicto acabó con la intervención de docenas de policías federales enviados por el entonces presidente Vicente Fox (2000-2006), afiliado al PAN, al igual que el actual mandatario Felipe Calderón.

La acción policíaca dejó más de 20 muertos, la gran mayoría atribuidos a la represión oficial, unos 370 heridos y aproximadamente 350 detenidos, sin que haya procesos penales contra los responsables. Las manifestaciones resurgieron a mediados de 2007, pero se debilitaron rápidamente.

«Tenemos una sociedad muy lastimada, con muchos rencores y que busca un cambio. Hay que ver el ambiente que dejan los gobernadores salientes. El mexicano está manifestando que está recuperando la memoria y que quiere ver otros políticos a la cabeza», analizó Argente.

El virtual triunfo de Cué es la confirmación de la estrategia de alianzas emprendida entre el conservador PAN y los partidos de izquierda, repetida en otros cuatro territorios y que derivaron también en triunfos en Sinaloa y Puebla.

El esquema podría repetirse en los comicios en el estado de México, aledaño a la capital mexicana, de 2011.