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Jujeñazo

Fuentes: El Cohete a la Luna - Imagen: Las comunidades originarias frente a la gobernación provincial. Foto: Javier Corbalán, Télam.

Masivas movilizaciones contra la reforma constitucional de Gerardo Morales, gobernador de la provincia de Jujuy.

20:38 del viernes 16 de junio. Un comunicado de la dirigente Verónica Chávez de la comunidad Bajo Salina llama a cortar las rutas nacionales que van a Chile y Bolivia hasta que se reponga la Constitución original en Jujuy y renuncie el gobernador Gerardo Morales. Sucede luego de que la Policía de la provincia reprimió a pueblos originarios y rurales en Fraile Pintado, cerca de Ledesma, Abra Pampa y La Quiaca. Una hora y media antes, un dirigente indígena entrevistado en la señal de noticias C5N adelantó la medida de fuerza en las rutas, que desafió a la nueva Constitución aprobada por Morales y el PJ local en forma general el jueves 15 a la noche, justo durante una multitudinaria marcha de antorchas surcaba la ciudad y ponía en vilo el control territorial y el poder represivo del gobernador y su ideación sobre “la paz” y “el orden”.

Eran las 20:48 cuando desde la Plaza Belgrano, frente a la gobernación provincial, crecía la tensión porque la Guardia de Infantería se aprestaba a reprimir a los manifestantes, en su mayoría mujeres empoderadas de comunidades originarias, maestras y docentes de la educación media y superior y de colegios primarios.

Jujuy vive los días más angustiantes desde la década del 90, con tres sindicatos docentes en paro y movilización desde hace más de 11 días y el apoyo de gremios de la CTA y la CGT, que confrontaron el estigma del miedo. Esta vez Morales no pudo coaccionar a los manifestantes con la cárcel y las sanciones, aunque en una de sus bravatas pidió los legajos de maestras que, según él, “le llenan la cabeza a niños de 12 años”. Lo cierto es que con la reforma constitucional no se come ni se educa: una docente de enseñanza media tenía un sueldo básico de 35.000 pesos antes del conflicto y, después de días plagados de amenazas de despidos, Morales ofertó subirlo a 51.000 pesos.

La cruz, por encima de los escudos, en la Legislatura jujeña.

Claudia Pinela trabaja en la escuela 22 de Palpalá. Enseña en un bachillerato. Cuenta que las docentes no logran viajar en transportes dignos y están obligadas a volverse a dedo en zonas rurales, corriendo peligro y soportando un frío que cala los huesos, con el hambre rodeando las palpitaciones.

Alicia Chalabe, abogada de 38 comunidades de Salinas Grandes (la mayor explotación de litio de Jujuy y del país) describe la zozobra que produce la nueva Constitución de Jujuy. “Están en peligro todas las comunidades porque Morales avala los desalojos y la aparición de personajes como Joe Lewis en la Patagonia. Las comunidades no tienen título de propiedad de sus tierras, el gobernador les niega ese derecho, al tiempo que habilita los desalojos con la excusa de la defensa de la propiedad privada, desconociendo el convenio 169 de la OIT, que tiene rango en la Constitución Nacional desde el año 2000”.

Fernando Acosta, histórico referente de ATE de Jujuy, dice que “esta Constitución sostiene lo mismo que el decreto que derogó. Es decir, se trata de una excusa para perseguir a los sindicatos y organizaciones movilizadas, en nombre de una paz de miseria y cementerio. Lo mismo hizo con Milagro Sala, presa política desde hace siete años”.

Sentada en la cabecera de la mesa de la cocina de su casa, Milagro está rodeada del afecto de sus seres queridos. Jura que la muerte de su hijo fue por “culpa de Morales” y que, pese a semejante tortura infinita, no le guarda rencor. “Me acusa a mí y la lucha es de las docentes. Es una persona perversa que no tiene dignidad, está empecinado en destruir los derechos logrados por todos nosotros hace un montón de años. No le tengo miedo y no me voy a rendir nunca, acá me ves con mi gente, mi marido, mi familia y los compañeros y compañeras. Hay que denunciar el atropello que comete este Morales con el pueblo de Jujuy”.

La pareja de Francisca está comiendo un sándwich de milanesa a la sombra. Ella habla con los ojos y él me sonríe. Quema el sol pero hace frío. Sin embargo, caminaron 265 kilómetros para estar frente a la gobernación. ¿Por qué? “Para apoyar a las queridas maestras que ayudan a mis hijos y para proteger nuestra tierra y el agua. Por todo eso estoy con mi mujer acá”.

Cuando la columna de docentes privados pasó en la noche del jueves con sus antorchas frente a un local de venta de instrumentos musicales, la dueña puso el himno a todo volumen y se paralizó la calle San Martín. Desde los balcones, familias envueltas en la bandera argentina salieron a aplaudir a las maestras y maestros y cantaron el himno con determinación. La última estrofa sonó como un golpe al esternón. Más allá, otra columna del gremio de maestras primarias que están en CTERA, un sindicato con la mayor presencia territorial del país y 500.000 afiliados, gritaba: “Vea, vea, vea, qué cosa más bonita, salieron a la calle los obreros de la tiza”. Silvia Vélez asegura que las bases demandan un básico de 200.000 pesos y que “no vamos a ceder”. En la semana, dos importantes dirigentes nacionales de CTERA, enviados por Sonia Alesso, llegaron para apoyar la postura del gremio de base local.

Las antorchas en la marcha docente.

Mercedes Sosa, que asumió hace tres meses al frente del sindicato que concentra a docentes de enseñanza media y superior, fue clave también en esta puja con Morales. Pese a las diferencias con los privados y las maestras primarias, lograron una unidad que lleva semanas.

Caía el frío nocturno del viernes y todavía los gremios provinciales no habían decidido una medida de fuerza. Aunque no habría que descartar novedades en los próximos días. Aquí marcharon gremios de la CTA y la CGT y a Morales ese gesto lo inquieta. Pero lo que más le molesta, lo que realmente lo saca de quicio, es que un grupo de mujeres maestras disputen su poder de pretendido monarca. Su gestualidad sentado debajo de una gran cruz en la Legislatura denota la valentía de los cobardes con los más débiles, a quienes ni siquiera dejó llegar al palacio, vallado con policías y rodeado por motocicletas con efectivos armados circulando en constante patrulla.

El esfuerzo punitivo de Morales puede ser refutado desde el ejercicio de la Justicia. Su Constitución aprobada en la oscuridad con radicales, cómplices y testimoniales, sería cuestionada por constitucionalistas serios. No resultó el caso de ciertos asociados justicialistas del tabaco y otros activos accionistas de algún medio jujeño que detesta a CFK pero se autopercibe peronista. Su propietario es el jefe del justicialismo local.

El Tribuno real está encarnado en Morales y su corte de inquisidores. Tampoco fue casual la convención de un grupo de jueces de tribunales orales con la presencia del supremo Carlos Rosenkrantz, su jefe de vocalía promotor del 2×1 fallido a favor de los genocidas, un custodio armado en el avión y el paso de Ricardo Lorenzetti, que luego se fue de paseo a otra provincia. El sitio de reunión de Rosenkrantz es bien conocido por su socio en el litigio que ganó Santa Fe contra la Nación por un grave problema de coparticipación. El presidente del Colegio de Abogados de Buenos Aires, Ricardo Gil Lavedra –radical de la línea de Morales–, es el auténtico ideólogo de la reforma parcial de la Constitución jujeña. No fue Lombroso. Son siempre los mismos personajes que aparecen debajo de las alfombras del horror, como el terror fílmico de Darío Argento y David Lynch, donde los peores criminales parecen seres normales que incluso hablan de la moral y el orden, prohíben cortar calles, prometen echar maestras y pedir sus legajos, además de postular que los trabajadores no pueden ni deben ocupar edificios públicos. La regresión resulta tan patética y peligrosa que Horacio Rodríguez Larreta ya tomó nota de que Gerardo Morales perdió el control territorial de su propio anhelo presidencialista.

(Continuará.)

Al cierre de esta edición había 27 personas detenidas en  Purmamarca, de las que no se conocía el paradero:
1. Callata, Marino (Presidente de Rinconadillas)
2. Vargas, Vanesa Alejandra
3. Lauriciano, Ricardo (Pueblo Tilián)
4. Guari, Gabriela (Comunidad Río Grande)
5. Lamas, Santiago (Paso Colorado – Agua de Castilla)
6. Benicio, Carmen (Quebraleña)
7. Benicio, Cintia (Quebraleña)
8. Morales, Natalia (Convencional FIT)
9. Vásquez, Ismael Rosendo (Abra Pampa)
10. Cruz, Isabel (Comunidad Barrio 18 de Abril Purmarca)
11. Oviedo, Cristian (turista)
12. Benicio, Gabriela (Quebraleña)
13. Godoy, Luciano (periodista)
14. Suarez, Fabiola (referente de organismos de DDHH, San Salvador)
15. Castillo, Wilfredo
16. Castillo, Karen
17. Vargas, Vanesa
18. Alancay, Samuel
19. Martínez, Francisco
20. Barrionuevo, Enrique
21. Flores, David
22. Galli, Camilo
23. Aguilar, Luis
24. Castillo, Aldana
25. Castillo, Yamila
26. Maidana, Santos
27. Suarez, Robinson

La impresión que se extendía al acercarse la medianoche era que si el gobierno nacional no detenía esta locura, podría terminar en una tragedia.


JUAN ALONSO, DESDE SAN SALVADOR DE JUJUY

Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/jujenazo/