1. Si no nos preparamos bien, si no se unen guerrerenses, estudiantes de la UNAM y el Poli, la CNTE y demás radicalizados, y no bloqueamos aeropuertos, los principales bancos y carreteras por tres días por lo menos, la clase dominante seguirá burlándose de nuestras manifestaciones y plantones muy educados. Los padres de los normalistas […]
1. Si no nos preparamos bien, si no se unen guerrerenses, estudiantes de la UNAM y el Poli, la CNTE y demás radicalizados, y no bloqueamos aeropuertos, los principales bancos y carreteras por tres días por lo menos, la clase dominante seguirá burlándose de nuestras manifestaciones y plantones muy educados. Los padres de los normalistas desaparecidos podrán tomar las calles, la CNTE podrá seguir en plantón en el ala trasera del Monumento de la Revolución, hacer congresos, así como manifestaciones diarias, y los estudiantes de la UNAM y el POLI tomar rectoría o cogobernar, pero siguen sin resolverse los problemas. Todas esas presiones las ha sufrido la burguesía durante años y le ha valido un carajo.
2. La clase dominante así demuestra su fortaleza; nosotros así demostramos nuestra debilidad porque no les hacemos ni «cosquillas». Peña y su partido no están preocupados por las protestas, mucho menos por los jóvenes estudiantes desaparecidos. A Peña le preocupa la devaluación del peso, la producción en picada, las protestas de los banqueros y negociantes, convencer a los EEUU en que todo está bajo control, que se realice en todo el país las elecciones en julio de 2015 y, lógico, continuar su dominio total sobre el PAN, PRD y demás. Yo he visto muchos plantones de tres, cuatro años, con banderas desteñidas, hasta que son abandonados sin solución alguna. A la burguesía sólo le importan los trabajadores como fuerza productiva.
3. «Que se jodan, que se cansen, que griten, nosotros ya dijimos nuestra verdad (que es la única) y no hay más», dicen el procurador Murillo, el de la SEP Chuayffet, el de Gobernación Osorio y el mismo presidente Peña. «Si pretenden acaso desbalancear al país nunca lo lograrán; antes aprobaremos leyes para meter a sus líderes a la cárcel para que se den cuenta que no estamos jugando a la política. ¿Puede olvidarse que a Demetrio Vallejo y a otros mil ferrocarrileros no los reprimieron y metieron a la cárcel en 1959 por hacer mítines y manifestaciones, sino por paralizar los ferrocarriles? Hay cosas que a la burguesía le duele y hay muchas más que ni el cosquilleo siente. Quizá debemos prepararnos más para realmente pasar a la ofensiva.
4. La gente, los trabajadores, no están preparados para luchas largas por los sacrificios que les provocan; además tienen que trabajar para la familia. Con excepción de muchos profesores oaxaqueños, guerrerenses, michoacanos, algunos estudiantes, campesinos y luchadores sociales, los demás no han demostrado su capacidad de resistencia en las luchas en las calles y los plantones. Estas batallas contra la represión y el mal gobierno enseñan mucho el significado de la lucha de clases, pero es necesario extenderlas a todos los sectores. ¿Cómo defenderse ante la represión de militares y policías que hoy llegan a más de un millón de elementos? Los movimientos no deben desgastarse y sí buscar que sean «contundentes» de días.
5. Hemos amenazado este año en tres ocasiones la toma del aeropuerto de la ciudad de México. Se han concentrado cinco, seis mil profesores de la CNTE en la ancha avenida, pero la fuerza enviada por el gobierno -integrada por miles de soldados, policías, caballos, perros, gases lacrimógenos y armas- ha sido muy superior y con órdenes de reprimir. El gobierno, además de paralizar el Metro y demás transportes del aeropuerto, obliga a todos los pasajeros del día a enseñar su boleto de viaje. Sin embargo ninguna medida de la burguesía podría resistir un mayor movimiento de masas dirigida por mejores estrategias de bloqueo total; porque si así fuera, entonces estaríamos los trabajadores tan jodidos que nada podríamos hacer.
6. Si tomáramos el aeropuerto por tres días ya no buscaríamos ir a «dialogar» a Gobernación, sino el gobierno vendría corriendo para dialogar con nosotros y solucionar cualquier petición. Con este antecedente de unidad y fuerza dispuesta a paralizar de manera contundente, ya no tendríamos que realizar mil manifestaciones para que se burlen de nosotros, pues bastará con nuestra amenaza o nuestra palabra para que nos hagan caso. Ese sería el «poder obrero, popular o del pueblo» y que la burguesía gobernante tuviera que someterse a la fuerza de los trabajadores. No necesitaríamos cambiar o elegir gobierno porque cualquiera tendría que servir u obedecer al pueblo. ¿No es acaso el principio de la democracia real y la igualdad?
7. Todo depende del nivel de conciencia de las masas. Por eso Mao -el líder chino- señaló alguna vez que la burguesía, el ejército y sus armas son «simples tigres de papel» frente a la conciencia de lucha del pueblo. Espero que las batallas del pueblo de Guerrero, Oaxaca, Michoacán no se apaguen como quiere el gobierno; la conciencia de lucha se ha extendido pero aún no se consolida para tener continuidad. La violencia en México ha sido impuesta -de diferentes maneras y formas-por los gobiernos y los empresarios explotadores usando a militares y policías; el pueblo lo único que ha hecho es defenderse desarmado, pero con el uso de la inteligencia. El gobierno busca cansarnos y amenazarnos con más represión. ¡Seamos inteligentes!
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