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La CND y La Otra Campaña frente al Gobierno usurpador

Fuentes: Rebelión

1. Todas las protestas, las acciones defensivas, las luchas de los trabajadores del campo y la ciudad, serán derrotadas si siguen siendo batallas aisladas y sin fuerza de masas. Es indispensable además, para triunfar, la unidad de varias organizaciones. Incluso grandes luchas de masas como la de los profesores y ferrocarrileros de los años 1958-60, […]

1. Todas las protestas, las acciones defensivas, las luchas de los trabajadores del campo y la ciudad, serán derrotadas si siguen siendo batallas aisladas y sin fuerza de masas. Es indispensable además, para triunfar, la unidad de varias organizaciones. Incluso grandes luchas de masas como la de los profesores y ferrocarrileros de los años 1958-60, de los médicos en 1965, de los estudiantes en 1968 y las huelgas obreras de mediados de los setenta, fueron aplastadas por las fuerzas armadas al servicio de diferentes gobiernos y empresarios. En los últimos años los únicos movimientos de oposición triunfantes han sido las batallas obreras contra la privatización y la lucha ciudadana contra el desafuero de López Obrador, mismas que reunieron en las calles a alrededor de 500 mil personas. Esto quiere decir que, antes de todo, es indispensable unir y acumular fuerzas.
2. Incluso la gran lucha de masas de los Oaxaqueños, que al parecer se ha enraizado en la población, fue desbaratada mediante la represión, la ocupación militar de la ciudad y el encarcelamiento de sus dirigentes. Este mismo método brutal militar se aplicó en los sesenta y setenta. Después de esas experiencias represivas es iluso pensar en frenar los atropellos o atrocidades de la clase gobernante con pequeñas organizaciones aisladas. No se debe dejar de protestar, de denunciar, de utilizar medios jurídicos de defensa, pero tampoco se puede pensar de que eso es lo que se debe hacer y por ese camino limitado podemos lograr evitar que se gobierne contra el pueblo. La nueva táctica del gobierno de introducir provocadores fue usada en la represión contra los jóvenes de Yucatán que protestaban contra la visita de Bush, produjo 48 presos el 13 de marzo.
3. Fox no pudo imponer sus llamadas «reformas estructurales» por la gran oposición de los electricistas y demás organizaciones obreras, pero no dejó de abrir a sectores de la  empresa a capitalistas nacionales y extranjeros. Por otro lado, después de la derrota de Fox con el desafuero, éste -usando a medios de información,  empresarios y todo su poder- «se desquitó de AMLO» al despojarlo del triunfo electoral. La poderosa clase empresarial en el gobierno siempre ha permitido una serie de «libertades» pero sólo cuando ésas no resultan peligrosas para su poder. Cuando éste es realmente cuestionado entonces acude a trampas, amenazas y violencia, como sucedió e Guadalajara, Atenco, con los mineros y los jóvenes encarcelados en Yucatán  y a la invasión militar y a la violencia abierta, como sucedió en noviembre y diciembre de 2006 en Oaxaca.
4. Ayer domingo se registraron dos importantes actos: la segunda gran asamblea de la Convención Nacional Democrática (CND) en la Ciudad de México y el inicio de la segunda etapa de La Otra Campaña en Chiapas. Los discursos de sus principales dirigentes abordaron temas distintos y ninguno planteó a necesidad de la construcción de políticas de alianza para enfrentar al enemigo común. En tanto López Obrador buscó analizar la problemática nacional partiendo de la economía, el desempleo, la reforma fiscal y los impulsos hacia la privatización del petróleo, Marcos centró su intervención en la resistencia indígena y la nueva guerra de conquista. AMLO firmó hace unos días con el Diálogo Nacional un compromiso de unidad; Marcos no solo no tiene tendencias unitarias sino que sigue reiterando su rechazo a la «élite de caudillos iluminados».
5. ¿Puede soslayarse que el gobierno usurpador de Felipe Calderón está poniendo en práctica lo prometido en campaña: hacer un gobierno de mano firme, de mano dura? Después de que el presidente Fox, los empresarios, los medios de información y los jueces electorales le entregaron el poder, su primer acto de gobierno consistió en reprimir con brutalidad la lucha del pueblo de Oaxaca y encarcelar a sus dirigentes. Su segundo paso fue aumentar -en porcentaje más de 10 veces superior a cualquier trabajador- el salario de las fuerzas armadas; después, con el pretexto del combate al narcotráfico, intervino con el ejército la soberanía de ocho estados de la República. Sin embargo, desde muy altos niveles de gobierno se avisó con tiempo a los jefes del narcotráfico y la campaña fue un fracaso.
6. Convencidos de que el gobierno de Calderón, así como el de sus antecesores, será un gobierno de los empresarios y de los medios de información, del 21 al 25 de marzo se reunió en mesas de trabajo y en gran asamblea la Convención Nacional Democrática (CND) encabezada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) Aunque en el lapso de cuatro meses bajó la participación y se manifestaron ausencias importantes que ya desde hace mucho se vislumbraban, el discurso de AMLO fue claro y contundente en cuanto a los problemas nacionales, aunque pobre en asuntos de organización y unidad. El problema más importante fue la defensa contra la privatización del petróleo, pero también se planteó el problema de la economía y de la reforma fiscal que sólo ha beneficiado a los grandes empresarios.
7. Al advertir la gran acometida de la derecha contra PEMEX, AMLO dijo que esta empresa no está en quiebra y que es el mejor negocio del mundo. Extraer un barril de crudo cuesta tres dólares y se vende en 44 dólares. Recuerda que tan sólo el año pasado Pemex vendió más de 90 mil millones de dólares y entregó impuestos al gobierno por 79 mil millones. . Ninguna empresa en México -señaló- tiene esta capacidad de contribuir a la hacienda pública como Petróleos Mexicanos y ninguna petrolera del mundo paga tantos impuestos a su gobierno. El gobierno de Fox obtuvo 335 mil millones de dólares, y todo este dinero en vez de destinarse a modernizar a Pemex, a promover el desarrollo de México y a garantizar el bienestar del pueblo, fue derrochado en beneficio de la alta burocracia o se fue por el caño de la corrupción.
8. Otro fue el de la reforma fiscal. López Obrador preguntó: »¿De qué reforma fiscal están hablando? En 2004, las empresas pagaron 118 mil millones de pesos de impuestos y los ciudadanos 182 mil millones, o sea, 74 mil millones de pesos más que los patrones, y sin embargo las empresas obtuvieron 60 por ciento del ingreso y los trabajadores 30. ¿De qué se trata? Se ha llegado al extremo que, por ejemplo, Cementos Mexicanos, con un margen de utilidad de 40 por ciento, sólo pagó 2.3 por ciento de impuestos sobre sus ventas en ese año; Teléfonos de México, con un margen operativo de utilidades de 50 por ciento, pagó 8.9 al fisco; Kimberly Clark, 6.3; América Móvil o Telcel, 6.6; Femsa (Coca- Cola), 2.1; Bimbo, 1.7; Grupo Alfa, 2.3; Grupo Carso, 2.7; IMMSA, 2.4; Grupo Maseca, 1.3; Wal-Mart, 2.4, y la Bolsa Mexicana de Valores nada, cero por ciento de impuestos, en cambio, los trabajadores, dependiendo de sus ingresos, pagaron entre 15 y 28 por ciento y ahora les quieren, repito, cobrar más impuestos en alimentos y medicinas.».
9. A su vez Marcos, el líder zapatista, al iniciar en Chiapas la segunda etapa de La Otra Campaña,  destacó la resistencia indígena que batalla contra el capitalismo y para ganar habrá que aliarse con los trabajadores del campo y la ciudad y con otros sectores sociales. Marcos planteó que el capitalismo es una nueva guerra de conquista y que la globalización destruyó las fronteras nacionales y reacomodó. Aseveró que en su globalización económica, es decir, en la cuarta guerra mundial, el enemigo es el planeta mismo con todo lo que contiene: habitantes y naturaleza. «El imperialismo habrá cambiado de forma de guerrear pero el amo sigue siendo el capital, y su emperador vitalicio el capital financiero. Y se deslindó, al parecer de López Obrador, al señalar que el camino de la libertad «no es una moderna autopista de paga por la que transitan las masas conducidas por una elite de caudillos e iluminados. El camino para ser libres no está siquiera hecho; se construye por las y los sin nombre y sin rostro, que con sus luchas van probando una y otra ruta hasta llegar a donde quieren llegar».
10. Aunque extremadamente difícil, hay que seguir buscando puntos posibles de unidad y lucha. No pensando tontamente en un imposible, sino en la realidad que está obligando a sumar fuerzas para evitar que el pueblo mexicano siga viviendo desesperadamente en la miseria y al mismo tiempo que lo sigan reprimiendo, encarcelando y asesinando por tratar de defenderse. En cada estado de la República hay que buscar unir fuerzas, pero ello se hace menos difícil si se logran acuerdos nacionales entre organizaciones. ¡Qué importante sería que electricistas, telefonistas, trabajadores del IMSS, profesores de la CNTE y estudiantes universitarios marcharan juntos para defenderse contra los aumentos de precios, las afores, los impuestos, la represión, la privatización, etcétera! Los sindicatos tendrían una gran presencia nacional y los demás sectores serían respetados por los empresarios y el gobierno derechista.
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