1. Las pequeñas, pero combativas manifestaciones de más 500 meridanos en las calles de Mérida, Yucatán -repudiando al presidente asesino- fueron suficientes para que el gobierno del presidente usurpador Felipe Calderón -para congraciarse con Bush- diera la orden para reprimir con brutalidad a los jóvenes. El martes 13, después de una nutrida marcha que comenzó […]
2. Al llegar frente al Palacio Municipal, según ha trascendido, algún policía ofendió y los jóvenes cayeron en la provocación o la trampa tendida por el mismo gobierno. Dado que todos los que patearon puertas, rompieron un vidrio y una maceta llevaban cubrecaras, se piensa que fue el mismo gobierno quien pagó infiltrados para encabezar los desmanes. Pero lo raro es que en menos de cinco minutos más de 500 soldados disfrazados de policías bajaron de camionetas y camiones para perseguir en la Plaza y sus alrededores a los jóvenes. ¿Cuál fue su criterio para aprehenderlos con brutalidad?
Que sean jóvenes, que portaran camiseta negra, que lleven el cabello largo, que tengan alguna perforación en la cara o un tatuaje en los brazos o que hayan corrido al ver a la policía. Resultado 48 presos inocentes que gobierno y medios de información culpan.
3. En Yucatán, como en todo México, los medios de información -televisión, radio, periódicos impresos, con rarísimas excepciones- son una asquerosidad. Además que los empresarios de los medios sirven con todo cinismo a los intereses del gobierno y de los empresarios, los reporteros y fotógrafos tienen que seguir la línea que las marcan sus jefes o los despiden de trabajo. Un fotógrafo me dijo: «Pedro, las autoridades del municipio nos han pedido todos los rollos de película que tomamos; me he hecho tonto, pero no se hasta dónde llegarán». Otros periódicos y radio, como el «De peso», «Milenio», Diario de Yucatán», «Radio Fórmula», sin haberse probado nada a los detenidos los han presentado como «trogloditas», delincuentes, facinerosos. Un reportero apenado o arrepentido me ha dicho que está dispuesto a corregir.
4. Tengo la convicción que de los 48 jóvenes estudiantes, trabajadores y profesionistas detenidos ninguno tiene culpabilidad alguna y si hubo violencia esta fue provocada por personas que el mismo gobierno infiltró en la marcha. En vez de castigar a jóvenes a quien se debería demandar y castigar es a los organizadores de la visita de un delincuente internacional como Bush que ha ordenado el asesinato de decenas de miles de habitantes de Afganistán, Iraq y de presos en Guantánamo. ¿Qué persona no desequilibrada, que esté consciente, puede soportar la visita de un personaje resguardado por varios centenares de agentes militares yanquis que llegan a ordenar, a mandar a ejércitos y policías de otro países, en este caso de México? ¿Quién puede resistir que «su presidente», aunque sea usurpador, lama las botas a otro gobierno?
5. Bush fue repudiado en toda su gira. Visitó cinco países y en cada uno de ellos se registraron grandes manifestaciones de protesta. En Brasil y Uruguay no fueron reprimidas, pero en Colombia, Guatemala y México se hizo presente la brutalidad policíaca y gubernamental. Además Bush fue repudiado en Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador donde los pueblos se solidarizaron con las luchas de América Latina contra el imperialismo. En varias ciudades mexicanas, además de Mérida, la gente salió a manifestarse contra la visita y en la ciudad de México se registró una gran represión. En Yucatán tanto lo jóvenes como sus padres parecen conscientes de que su inocencia acabará con su injusta detención, pero también muchos de ellos creen que los jóvenes al protestar contra Bush simplemente defienden los derechos de todos, hasta de los cobardes.
6. ¿Para qué le sirvió la gira a Bush? Indudablemente le sirvió de mucho, aunque no logró todo lo que se propuso. Bush quería sacar acuerdos, compromisos de los gobiernos para luchar contra Hugo Chávez. No pudo en Brasil y en Uruguay, pero logró compromisos muy firmes con los presidentes de Colombia, Guatemala y México a quienes tiene agarrado de los testículos por un sin número de préstamos, negocios comerciales y millones de migrantes que cada año envían remesas a sus países. Pero también Bush quería petróleo abundante y barato, en las mismas condiciones ventajosas en que México se lo entrega, así como la organización de un frente contra lo que EEUU llama terrorismo. Aquí México y Colombia reafirmaron su compromiso. Nosotros sellar muy bien la frontera con el ejército y Colombia con su Plan Colombia renovado.
7. Mientras Bush sigue masacrando al pueblo iraquí y amenaza con bombardear Irán, el pueblo norteamericano -aunque terriblemente ideologizado con «un modo de vida yanqui- ha comenzado a exigir la retirada de sus tropas invasoras de aquel país asiático Si gira por América Latina fue sólo un ensayo o una prueba que le demostró -una vez más- un gran rencor u odio de los pueblos hacia su persona y su imperio. Más pronto que tarde el «partido demócrata» de los Kennedy y Clinton comenzarán a barrer a los «republicanos» de los Nixon, Reagan y Bush para exigir el retiro de Iraq del ejército asesino invasor. Sin embargo eso no hará buenos a los yanquis sino sólo será el fin de una estrategia militar para iniciar otra porque los gringos no pueden vivir sin organizar guerras porque son éstas las que desarrollan su industria bélica y le dan respeto militar.
8. En Yucatán -el estado más pacífico y quizá más sumiso de la República- la gente ha comenzado a demostrar su despertar con la funesta visita de Bush. A pesar de que durante siglos se ha sometido a una fuerte ideologización del catolicismo y de la clase empresarial, su enorme pobreza y su muy grande desempleo, comienzan a surtir efectos que lo impulsan a la participación. Los estudiantes yucatecos, que siempre fueron repetidores de la ideología impuesta por sus profesores y por la educación nacional, han comenzado a analizar y a ser críticos. Ahora los «educadores» deben ser educados; las autoridades que no ven ni oyen tendrán que comenzar a respetar a la comunidad. Aunque los déspotas militares disfrazados de policías sigan persiguiendo y golpeando al pueblo, éste ha comenzado a caminar y seguramente no habrá ya nadie que lo frene.
9. La represión brutal contra los 48 jóvenes que venían en la marcha contra el asesino yanqui o sólo la observaban desde lejos, servirá de una magnífica experiencia para futuras batallas. Seguirán saliendo a la calle, pero ahora se cuidarán de los provocadores que el gobierno introduce en las reuniones, plantones y marchas. También estarán atentos al gobierno de Calderón que ha prometido mano firme, mano dura, «Estado de derecho» y toda esa suciedad con la que los opresores buscan acallar al pueblo. Pronto los 48 inocentes estarán en la calle si los encargados del poder y de hacer justicia no les inventan cargos. Pero el pueblo estará atento a pesar de la permanente suciedad que riegan los medios de información siempre al servicio de los explotadores. Gracias al asesino Bush y al usurpador Calderón Yucatán comienza a despertar. «No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo aguante». [email protected]
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