Según van pasando los años ese tópico de la transición modélica española va siendo progresivamente desmantelado por mentes lúcidas que no se resignan a la historia oficial. Tras «25 años sin Constitución» de Joaquín Navarro, ahora Alberto Arana vuelve a dar un revolcón al oficialismo histórico. Pero «Contra los zares españoles» es mucho más. A […]
Según van pasando los años ese tópico de la transición modélica española va siendo progresivamente desmantelado por mentes lúcidas que no se resignan a la historia oficial. Tras «25 años sin Constitución» de Joaquín Navarro, ahora Alberto Arana vuelve a dar un revolcón al oficialismo histórico.
Pero «Contra los zares españoles» es mucho más. A lo largo de casi medio centenar de textos breves el autor de «El problema español» despliega toda su ironía y acidez contra todo tópico viviente: televisión, movida madrileña, monarquía, izquierda institucional, medios de comunicación, cultura oficial….
Sin embargo, es la desmitificación de la transición el eje temático más constante a lo largo del libro. Hasta el punto de que Arana ni siquiera le da el rango de transición y la denomina «segunda corrección». Su tesis es que durante el franquismo se produce una primera corrección en el periodo 1944-1976 y, tras la muerte del dictador, se inicia la segunda, caracterizada por la consolidación y reforzamiento del «bloque burgués español» y la legitimación del régimen postfranquista denominado democracia. La guinda correctiva para asegurarse que los acontecimientos no se desviaran del guión lo dio el golpe del 23-F, aviso a navegantes que siguieran mostrando veleidades rupturistas.
Hay también algunas incursiones en la política internacional que son de agradecer porque ayudan a ubicar los acontecimientos en un marco más amplio.
Sin embargo, y ahí va mi crítica, la obra está dominada por un, digamos, euskocentrismo, es decir, el esfuerzo intelectual constante por tener como eje histórico al nacionalismo vasco, en cualquiera de sus vertientes. Así como el de situar el «problema español» en el marco del centralismo madrileño. Supongo que el autor está en su derecho, cada testigo de la historia aporta su interpretación desde la atalaya en la que le ha tocado vivirla. No existe por tanto ni una sola historia verdadera, ni una interpretación perfecta. Por eso, para quienes nos sentimos más cerca -geográficamente- de Madrid que de Euskadi, lecturas como la de «Contra los zares españoles» nos pueden ayudar a ponernos en la piel de otros, ejercicio mental siempre saludable.
Contra los zares españoles . Alberto Arana. Hiru. Hondarribia 2004. www.hiru-ed.com