Las transgresiones a los derechos humanos de las mujeres se dan a la luz y el amparo de un sistema patriarcal, machista, colonizador y capitalista, donde la impunidad e indiferencia es una constante, lo que queda demostrado por las cifras de la violencia feminicida y sexual que viven las mujeres en México, señala en un comunicado la Red Nacional de Refugios.
En este país, de enero a agosto de 2022, se han contabilizado 600 feminicidios y 1.905 homicidios dolosos contra mujeres, lo que representa un total de 2.505 mujeres asesinadas en lo que va del año, es decir, más de 10 mujeres cada día.
A ello se suman 2.559 homicidios culposos contra mujeres, dentro de los cuales existe la posibilidad de tipificaciones erradas, manipuladas o tardías.
Asimismo, y de acuerdo con el último informe del Secretariado Ejecutivo, en los primeros ocho meses del año se registraron 756,3 delitos de violencia familiar por día, siendo un aumento del 6.9 por ciento en comparación al mismo período del 2021. Además de las 417.096 llamadas de emergencia por incidentes relacionados con violencia familiar, casi 50.000 sólo durante agosto del 2022.
Respecto a las violencias sexuales contra mujeres, en los primeros ocho meses del año han sido reportados 15.871 delitos de violación, con una media de 65 al día y un aumento del 13,5 por ciento respecto a 2021.
Estos datos reflejan, de acuerdo con la organización feminista integrada por más de 75 espacios de prevención, atención y protección para las mujeres, niñas y niños en situación de violencia con cobertura nacional, que las mujeres mexicanas están viviendo una situación de emergencia nacional y el fallido Estado de derecho.
Las investigaciones, estadísticas y las voces testimoniales dan cuenta del dolor y sufrimiento que transitan en los cuerpos de las mujeres, tanto en el ámbito público como en el privado.
Esta situación se agudiza ante la debilidad institucional gubernamental, la austeridad, el desmantelamiento de programas dirigidos a prevenir y atender las violencias contra las mujeres en todas las etapas de su vida, más la impunidad y la corrupción.
La RNR enfatiza la importancia de crear espacios de diálogo y construcción, donde mujeres diversas levanten la voz, entretejiendo con distintos actores sociales como parte de una agenda democrática que responda a la exigencia de tener gobiernos transparentes, eficientes y responsables, reconociendo la colaboración entre los Estados y las organizaciones de la sociedad civil como pilar en la promoción del acceso a la justicia integral y la puesta en marcha de compromisos garantes en pro de los derechos humanos.