Los coletazos de la corrupción en la megafirma alemana dejan ya en el anectodario el ingreso de capitales nazis en la economía argentina. Las investigaciones de la fiscalía de Münich sobre las actuaciones del presidente de Siemens, Heinrich Von Pierer, ponen en peligro el millonario Love Parade entre Ángela Merkel y Julio de Vido. Para […]
Los coletazos de la corrupción en la megafirma alemana dejan ya en el anectodario el ingreso de capitales nazis en la economía argentina. Las investigaciones de la fiscalía de Münich sobre las actuaciones del presidente de Siemens, Heinrich Von Pierer, ponen en peligro el millonario Love Parade entre Ángela Merkel y Julio de Vido. Para sorpresa de todos el detonante es un viejo proyecto menemista. Electroingeniería y las ventajas de haber compartido celda con Carlos Zannini.
La historia del Proyecto DNI tiene todos los ingredientes de un sainete propio de la farsa criollesca actuada en no pocos procesos de licitación pública. Los protagonistas cambian pero no tanto. Además del archiconocido clan Yabrán, las recientes investigaciones sobre el pago de sobornos de la empresa estandarte alemana empezaron a darle picazón al grupo Macri por su pasado en ese proceso (sin mencionar el otro); y al energético titular de Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, que tiene planeado acelerar para mediados de año la construcción de dos usinas eléctricas en Santa Fe, en sociedad con la empresa cuestionada.
Cuando en 1994 el presidente Carlos Menem y su ministro del Interior, Carlos Ruckaüf (1993-1995), decidieron lanzar el proyecto de los DNI inviolables (decreto 1310/94) pensaron que los documentos saldrían con chucrut. Eso nunca ocurrió. Los argumentos eran profundizar las promocionadas «relaciones carnales» con Estados Unidos para eximir del requisito de visa a los ciudadanos argentinos y, también, encontrar una distracción en las investigaciones sobre los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, luego de seguir la fantasmagórica pista siria en la triple frontera.
Hoy la delicada situación de Siemens vuelve efímeros los estudios técnicos del ministro de Planificación, Julio De Vido, quien tiene en carpeta las recomendaciones para la compra de más usinas a gas, trenes de alta velocidad y la crema de los negocios en telecomunicaciones: la televisión digital. Pues en caso de elegir este país la norma europea (Digital Video Broadcasting), la proveedora de equipos no sería otra que Siemens.
Pese al caos financiero y el desenlace trágico de la gestión de Fernando de la Rúa, uno de los pocos aciertos de su interregno fue la anulación del contrato de los DNI, por considerar sospechosa una operación que en 2001 había duplicado los U$S 600 millones presupuestados en 1997.
La respuesta de Siemens fue un reclamo ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) por U$S 420 millones. El quiero retruco lo dio el ingeniero De Vido cuando pisó Berlín a principios de 2007, junto al secretario de Energía, Daniel Cameron, y el entonces presidente del BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), Esteban Dómina, antes de ser suplantado por el ex ministro de Economía, Miguel Peirano.
El camino prusiano
Hasta que en el viejo continente no empezaron a ventilarse diversas versiones sobre el pago de «comisiones», que habrían sido entregadas antes y después de la cancelación del contrato por parte del gobierno de la Alianza, la situación era muy clara: Siemens suspendía sus reclamos internacionales a cambio de nuevos emprendimientos para su amplia cartera de negocios.
Como todo lo que sale de la caja tiene que volver, el nuevo acuerdo transformaría el conflicto en una operación pública que compensaría las pérdidas iniciales, con una pátina de transparencia incluida en el combo.
Las motivaciones de De Vido eran urgentes: en febrero de 2007 el tribunal arbitral del Banco Mundial decidió que Argentina le pague a Siemens con U$S 208 millones.
Así, mientras la fascinación sobre el entorno cibernético y los «lobbies» cruzados entre las proveedoras de televisión digital entretuvieron a especialistas, legisladores e intérpretes, algunas cosas estaban resueltas. El dueño de la pujante Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, ya tenía adjudicadas con Siemens las obras de generación eléctrica en las localidades santafecinas de Campana y Timbúes.
Según afirma Ferreyra su amistad con el Secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini -a quien conoció en la Unidad Penitenciaria de Córdoba, durante los siete años que estuvo a disposición del PEN-, no tuvo nada que ver con el sorpresivo crecimiento de Eectroingeniería. Tampoco la escandalosa compra del 50% accionario de la transportadora de energía Transener junto al sello petrolero estatal Enarsa -adquirida a comienzos de 2007- ni su diversificación en el negocio de los peajes de las rutas 9 y 11, que conducen a Córdoba.
Resultaría ridículo que Ferreyra siguiera el camino prusiano para conducir a los gerentes de Siemens a Villa General Belgrano y así celebrar en la fiesta de la cerveza los pujantes contratos. Ocurre que en Córdoba está la sede de Electroingeniería.
Lo cierto es que desde que la agencia DPA diera a conocer los primeros cables, uno de los países más industrializados del mundo está en la agenda de los principales diarios, en tanto el otrora CEO de Siemens, Heinrich Von Pierer, debió dejar de asesorar a la canciller alemana Ángela Merkel en temas de innovación productiva.
Selva negra
La irregular licitación del sistema nacional de identificación y registro de tránsito fronterizo argentino tiene su capítulo aparte. Allí estuvo involucrado el ya fallecido especialista en derecho administrativo Julio César Comadira, quien aportó toda su experiencia como auditor de la Armada en tiempos de dictadura militar.
Comadira, viejo colega de Roberto Dromi y Rodolfo Barra durante el proceso de desguase del Estado, emitió un informe adverso al oferente mejor posicionado antes de finalizar la licitación del Proyecto DNI. En este caso, la Unión Transitoria de Empresas (UTE) compuesta por Itron S. A., TRW Systems Overseas Inc. y Malam Systems. Le seguían el consorcio encabezado por Siemens y luego el grupo Bulgheroni, que desistió rápidamente por tener entre sus socios a IBM, en esos días cuestionada por el fraude IBM-Banco Nación.
Pero lo llamativo del cambio repentino es que salvo Malam Systems nadie dijo nada cuando la UTE fue desestimada. Se trataba de un oferente muy poderoso. El correo atribuido a Alfredo Yabrán -OCA postal- distribuiría los documentos y Malam, altamente experimentada por su experiencia en Israel, brindaría el soporte informático para el control fronterizo junto a TRW. Todo esto bajo el control de Itron, perteneciente al grupo Macri.
La inesperada exposición pública de Yabrán por el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas puede ser uno de los motivos del silencio de OCA (entonces en manos de los cuñados del empresario suicidado).
Malam fue la única que impugnó el la licitación, pero sucesor de Rückauf en la cartera Interior, Carlos Corach, rechazó el escrito en base a las observaciones jurídicas del capitán de fragata retirado Comadira, quedando Siemens en el primer lugar, en 1998.
Para sorpresa de Malam, unos meses antes Itron fue absorbida por Siemens. Según diversas fuentes, el entonces presidente de Siemens Argentina, Luis Rodolfo Schirado -ahora chacarero- y Francisco Macri se habrían cruzado para cerrar la operación en septiembre de 1997 durante las jornadas organizada por la Unión Industrial Argentina, en Bariloche.
Delicatessen
Por su parte, la Comisión de Valores de los Estados Unidos está al asecho de los resultados de las investigaciones europeas, entre las que se habrían detectado mas de U$S 2 mil millones en pagos dudosos en el extranjero, de los cuales alrededor de U$S 80 habrían sido destinados para negocios en Argentina.
A veces los extremos se tocan, sea en la profundización del cambio o el compromiso para el cambio. El teléfono rosa ya estará sonando en la Patagonia alemana timoneada por De Vido, con un preocupado Ferreyra esperando respuestas del otro lado; mientras en la París del Plata (que es Pro) Santiago de Estrada cuenta las horas a su favor por no tener las ataduras familiares de su jefe político.
Una curiosidad histórica surge del listado que labrara en 1942 la Comisión investigadora de Actividades Antiargentinas. Entre las empresas que el informe vincula a los negocios del Tercer Reich figura Siemens Bauunion, Cía.