En la historia reciente de México, ¿cuándo se había visto que un gobierno iniciara una discusión nacional a fondo, en la que pueden participar todos, especialistas, técnicos, políticos, académicos, empresarios, ciudadanía en general?
Hoy, con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a diferencia de antes, sí se ha abierto la puerta al debate.
La actual propuesta para reformar el sistema eléctrico mexicano no fue elaborada por la Casa Blanca, la propuesta es de Palacio Nacional, por lo que podemos estar seguros que esta propuesta de reforma sí es de México y sí es para el beneficio de México y de sus ciudadanos.
Al momento, una ventaja es que conforme se debate la Reforma Eléctrica, las falacias del conservadurismo van saliendo a la luz. Quienes quisieran seguir manteniendo el mismo modelo del pasado entreguista y de traición a la patria, hoy están siendo exhibidos de frente a la nación.
Conforme avanza el diálogo nacional, está quedando cada vez más claro que las empresas privadas y las empresas extranjeras no son las víctimas, sino que históricamente han sido verdugos y hoy simplemente se busca poner las cosas un poco más justas para todos.
Después de muchos años, México tiene un gobierno que sí actúa como mayor de edad y que sí toma decisiones para el beneficio y el futuro de la nación (nada más véanse y analícense los gobiernos desde Carlos Salinas hasta Enrique Peña).
Por lo tanto, no es mera coincidencia que una bolita de chonchos empresarios mal acostumbrados y sus empleados en el poder legislativo, hoy tengan como objetivo desnacionalizar esta reforma lo más que se pueda.
Y es que la Reforma Eléctrica no será solo para beneficio de una pequeña parte de la población, sino que la Reforma Eléctrica de AMLO es para beneficio de todos. Porque, qué caso tendría que todo siga igual de disparejo e injusto y que los ganones volviesen a ser los grandes empresarios y que los perdedores fuésemos todos los demás.
Vamos todos, pues, a apoyar la soberanía, el futuro y la seguridad energética de México. Y si a los extranjeros o a la minoría machuchona no les gusta, que se vayan a saquear a otra parte.
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