Desde hace décadas se declaró que no era un buen negocio para PEMEX construir refinerías, bajo el argumento de que son caras, contaminan y además generan corrupción. México, según los neoliberales, debe dedicarse a vender crudo y comprar sus derivados. Por medio de voceros, intelectuales y comentaristas se declaraba esto como una verdad absoluta. Hoy […]
Desde hace décadas se declaró que no era un buen negocio para PEMEX construir refinerías, bajo el argumento de que son caras, contaminan y además generan corrupción. México, según los neoliberales, debe dedicarse a vender crudo y comprar sus derivados. Por medio de voceros, intelectuales y comentaristas se declaraba esto como una verdad absoluta. Hoy resulta que es un muy buen negocio para particulares y empresas extranjeras. Veamos.
En las últimas noticias, se dio a conocer que un grupo petrolero norteamericano iniciará la construcción de dos nuevas refinerías en Texas con el fin de abastecer al mercado mexicano. Lo que demuestra, una vez más, que la reforma energética del 2013, elaborada con el asesoramiento del gobierno norteamericano, se buscó legitimar a base de mentiras y absurdos.
Este proyecto, con capacidad de refinar 55 mil barriles de crudo diario, abastecerá a México de gasolinas y otros derivados por vía ferroviaria a través de la empresa Kansas City Southern dueña de parte de los privatizados y desaparecidos Ferrocarriles Nacionales de México, en épocas de Zedillo. Un jugoso negoció para este conglomerado, fruto del desmantelamiento intencional de PEMEX.
Vender materia prima y comprar productos industrializados, es condenar a México al atraso, a los empleos no calificados, al saqueo. Una industria, cualquiera que sea, necesita años para formarse, tecnología, saberes, fuerza de trabajo especializada, investigación, todos ellos son aspectos que le dan valor agregado a los productos y generan riqueza. Desde que se impuso la actual política energética neoliberal, lo que se ha hecho es desmantelar una importante industria, que será difícil volver a levantar.
La soberanía no es solamente una cuestión de intenciones, se construye y se fortalece por medio de una economía fuerte, de una sociedad informada y unida, de un gobierno respetado y con capacidad de negociación. Hoy estas características no existen para México. En la actualidad como país nos encontramos a merced del vecino del norte, en sectores estratégicos como son los energéticos y los alimentos. En esta circunstancia se renegociará el TLC , se buscará la defensa de los connacionales y se pretende evitar la construcción del muro. Con este nivel de dependencia será muy difícil resistir ante las intenciones de EUA , si eso fuera parte de los objetivos del gobierno mexicano.
La posición de dependencia, nos hace débiles ante riesgos externos y aún más ante la situación de adversidad hacia México por parte de los EUA . Aun así, la clase gobernante sigue mirando al norte, atada a sus complejos y dogmas. El interés de ellos no es el de México, ahí están sus lujosas casas en EUA , expresidentes que viven ahí y dan clases en sus universidades, ahí prefieren que vivan sus familias; en EUA nacen sus hijos, compran su ropa, estudian, van de vacaciones y guardan sus millones. No se puede esperar nada de estos gobernantes, son parte del problema, la alternativa pasa, en primer lugar, por vencerlos.
Fuente: http://www.blackmagazine.mx/la-reforma-energetica-avanza-la-dependencia-se-consolida/
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