1. Gobierno derechista, partidos y empresarios mexicanos, han unido demagógicamente sus voces porque «están muy preocupados» por la enorme pobreza y miseria que vive la mayoría de la población del país. Durante los últimos cuatro sexenios, con la total protección de los gobiernos neoliberales, han acumulado gigantescos capitales, incluso muchos figuran en las listas de […]
1. Gobierno derechista, partidos y empresarios mexicanos, han unido demagógicamente sus voces porque «están muy preocupados» por la enorme pobreza y miseria que vive la mayoría de la población del país. Durante los últimos cuatro sexenios, con la total protección de los gobiernos neoliberales, han acumulado gigantescos capitales, incluso muchos figuran en las listas de los hombres más ricos del mundo. Pero los Slim, Azcárraga, Bailleres, Arango, Salinas Pliego, están preocupados en serio porque el movimiento social crece y puede salirse de sus cauces. ¿Qué tal si por no adelantarnos con reformas sociales (dicen gobierno y millonarios) estalla un movimiento social generalizado en la nación que ya no pudiéramos parar? ¿Qué tal si se cumple la cábala radical/revolucionaria de 1810 (Independencia de México), 1910 (Revolución Mexicana) y 2010 (Socialismo libertario)? Muchos están muertos de miedo.
2. La propuesta de Reforma Hacendaria, señaló el presidente derechista Felipe Calderón, «es en favor de los que menos tienen; quizá sea esta la última oportunidad para hacer cambios sustanciales contra la pobreza y la desigualdad». Confió en que contará con el apoyo mayoritario de los legisladores y que «su gobierno no se va acostumbrar a la situación de pobreza y desigualdad que viven muchos mexicanos». Resumió que las cuatro líneas que propone su gobierno en la Reforma Hacendaria son: un gasto público más eficaz, fortalecer el federalismo, combate a los privilegios y la evasión fiscal, así como el fortalecimiento de las finanzas públicas. Para finalizar dijo que esta reforma permitirá que para 2012 se generen recursos adicionales superiores a dos puntos del Producto Interno Bruto, es decir, casi 30 por ciento más de los ingresos tributarios de los que recaudamos en la actualidad.
3. ¿No es acaso inaudito que un personaje de extrema derecha como Calderón (que asumió la Presidencia con el apoyo total de los grandes empresarios, del clero y los medios de información) que en sus últimos discursos se ponga a favor de «los que menos tienen» y esté preocupado por la pobreza y desigualdad? Y no es que no puedan haber derechistas que hablen bien de los pobres; el mismo Papa, jefe de un imperio económico, político y religioso mundial habla de los pobres, se conduele, los aconseja, pero después de conferenciar con asesinos de la calaña de Bush, Blair o Aznar. Hablar de los pobres es sencillo, pero luchar junto ellos por sus derechos, confrontándose con los poderosos, sólo lo hacen los de alta valía. Lo importante es que gente como la de Oaxaca, los profesores de la CNTE, etcétera, empieza a darse cuenta de que liberación los trabajadores sólo puede ser obra de ellos mismos.
4. En México la población económicamente activa (PEA) supera los 34 millones de personas, pero apenas cinco millones y medio de personas físicas son causantes de impuesto; es decir, un 16% de dicha PEA pagan regularmente al fisco; adicionalmente, solo el 27.5% de las personas morales pagan impuestos regularmente. En países que integran, junto con México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la tasa de recaudación oscila entre el 36 y 46% del Producto Interno Bruto, mientras en México sólo alcanza un 9.7% en el año 2006. Según cifras comparativas emitidas por la misma SHCP, en Brasilla tasa de recaudación es de un 29.3, en Argentina 21.1 y en Chile 20.8% de su respectivo Producto Interno Bruto. ¿Qué puede concluirse? Que el gobierno mexicano desde hace muchas décadas se ha encargado de proteger la acumulación de riquezas de unos cuantos capitalistas en perjuicio del pueblo.
5. El secretario de Hacienda, Carstens, dijo que el 2% sería recaudado por la federación y el 1% por los estados, a los que se les facultaría para aplicar un impuesto adicional a los productos que ya tienen un gravamen federal, como bebidas alcohólicas, cigarrillos y gasolina. Establece un impuesto para empresas denominado Contribución Empresarial a Tasa Única (CETU) de 19% que busca garantizar un gravamen mínimo que deberán pagar las compañías. Propone dos impuestos especiales nuevos: uno de 20% para juegos con apuestas y sorteos, y otro de 50% a la venta e importación de pinturas en aerosol cuyo propósito es desalentar la pinta de diseños en las fachadas de inmuebles públicos y privados, medios de transporte y monumentos históricos. También se propone un nuevo impuesto a la informalidad por el que se gravará con 2% los depósitos bancarios en efectivo que excedan los 20.000 pesos mensuales (unos 1.850 dólares).
6. ¿Qué pretenden hacer gobierno, legisladores y empresarios con la llamada Reforma Hacendaria? Revolcar a la misma gata, que se crea que hay cambios verdaderos para que todo siga igual. Las cámaras empresariales: de industriales, de comerciantes, de hombres de negocios, la asociación de banqueros, la coordinación empresarial y otros organismos que agrupan a los hombres más ricos del país, se han venido reuniendo a diario con el secretario de Hacienda y sus asesores con el objetivo de que la propuesta de Calderón no lesionen sus intereses. Esos mismos empresarios se han reunido con los principales jefes del PAN y del PRI, incluso con los del PVEM y de Nueva Alianza, para asegurar los votos de las bancadas. Reuniones con los jefes y legisladores del PRD no han sido necesarias porque los estrategas políticos saben que bastaría con meter algunos puntos de inversión social y a favor del presupuesto del DF, para interesarlos.
7. México, ha sido desde siempre el paraíso de los hombres de negocio: muchos gozan de exención de impuestos, otros pagan bajos impuestos, una enorme cantidad se burla de ellos porque pronto aprendió a eludirlos, otros más hacen donaciones para no pagarlos y, el colmo, a muchos les devuelven lo que han pagado. Dado que en México más de la mitad de la fuerza de trabajo tiene ingresos promedio al salario mínimo (cuatro dólares y medio por ocho horas de trabajo) éstos no pueden pagar impuesto directo. Quienes han pagado por obligación son los llamados trabajadores y empleados «cautivos». La estructura tributaria en México está alejada de los principios de equidad, neutralidad, justicia, eficiencia, mínimos costos administrativos y facilidad para ejecutar la política fiscal. Hay más de un 40 por ciento de evasión fiscal y la complicidad de funcionarios de Hacienda y de la misma Presidencia es absoluta.