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La Socialdemocracia (SD) keynesiana, el neoliberalismo (NL) hayekiano y México

Fuentes: Rebelión

1. El capitalismo se hace fuerte -principalmente en Inglaterra- desde mediados del siglo XVII y su manifestación política clásica en el mundo es sin duda la Revolución Francesa (1789). El marxismo, el anarquismo y las Internacionales de Trabajadores (1847-76) jugarían un importante papel crítico y de oposición, hasta la aparición de la Socialdemocracia (SD) en […]

1. El capitalismo se hace fuerte -principalmente en Inglaterra- desde mediados del siglo XVII y su manifestación política clásica en el mundo es sin duda la Revolución Francesa (1789). El marxismo, el anarquismo y las Internacionales de Trabajadores (1847-76) jugarían un importante papel crítico y de oposición, hasta la aparición de la Socialdemocracia (SD) en el aniversario 100 de la revolución francesa. En el seno de la SD se confrontaron dos corrientes: la reformista (más tarde socialista, parlamentaria y electoral) de Berstein y Kautski y la revolucionaria (más adelante comunista y radical) de Lenin y Rosa Luxemburgo. Durante el siglo XX la corriente reformista tendría legisladores, incluso Presidentes o Primeros Ministros, en varios países (particularmente europeos) y la corriente radical haría revoluciones en Rusia, China. Cuba, Nicaragua. ¿Qué ha quedado?

2. Qué posibilidades hay en México del triunfo de la Socialdemocracia (SD) del PRD, Morena o PT cuando las demandas tradicionales han sido absorbidas por la Revolución Mexicana, el Cardenismo, el «antiimperialismo» y el mismo PRI? Hoy por ejemplo se habla de defender las nacionalizaciones (petrolera y eléctrica), el patrimonio nacional, el «Pleno empleo», el «Seguro contra el desempleo» y otras demandas que los mismos gobiernos del PRI se han apropiado para desvirtuarlas o no llevarlas al fondo. Pareciera que esos partidos sólo funcionan para vigilar que se cumplan, para evitar que se corrompan, pero para nada que permita avanzar más allá de los programas de los gobiernos de la burguesía. ¿No es acaso paupérrimo y de simple colaboración el papel de esos partidos que deberían estar impulsando con sus movimientos el despertar de la conciencia de masas?

3. Los países donde la SD se fortaleció, confundiéndose incluso con los partidos de la gran burguesía y los socialcristianos, fueron Suecia, Dinamarca, Noruega, España, Francia, Italia, Inglaterra, Canadá, Chile. Sus planteamientos de seguro social, pleno empleo, de estado social hasta convertirlo en Estado de Bienestar, nacionalizaciones, seguros de enfermedad, accidentes de trabajo, de vejez, maternidad, ayuda social, servicio médico, serían sus demandas básicas; sin embargo éstas se agotaron y la Social Democracia tuvo que cancelar sus políticas de nacionalizaciones o del pleno empleo. Hoy -con la implantación de la globabalización (que no es otra cosa que un neoimperialismo) la SD comparte con los demás partidos las demandas que la gran burguesía impone. Aquella SD que llegó a conocerse también como «centroizquierda», ya no es más que corriente al servicio del Estado burgués.

4. ¿Puede olvidarse que el desempleo masivo de los años veinte y treinta, la primera guerra, la revolución rusa, llevó a la socialdemocracia al poder en varios países? ¿Qué fue el planteamiento del economista John Maynard Keynes (1883-1946) en su libro: Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero en 1936, una respuesta a ese terrible desempleo y a la gran crisis de 1929? ¿Qué fueron la política del «buen vecino» de Roossevelt, el cardenismo en México, el varguismo de Brasil y el primer gobierno de Perón, sino alejar a la crisis con políticas keynesianas de «pleno empleo»? Por la influencia de la Revolución Rusa y poco más tarde de keynesianismo en los años veinte y treinta hubo un ambiente de revolución en el mundo. La crisis del 1929-33 llevó a una intensa participación de la población al abrirse fuentes de trabajo cerradas cinco años antes provocando hambre y desesperación.

5. Los teóricos y economista enemigos de la intervención del Estado o del control de la economía, Ludwig Von Mises, Friedrich Hayek, luego su alumno Milton Friedman, durante el gobierno de Nixon (1969-74) y de la guerra de Vietnam comenzaron a resurgir. Hayek se había sentido derrotado por los programas económicos de Keynes adoptados en el mundo por los gobiernos «populistas» o «socialistas» a lo largo de cuatro décadas. Pero el desempleo que se originó en la recesión de comienzos de los setenta, ha terminado por sepultar el Estado de bienestar que construyó la socialdemocracia entre los años cincuenta y setenta. El modelo se vino abajo cuando el keynesianismo dejó de mostrarse operante en la lucha contra el desempleo, y hubo que elegir entre una inflación que, si seguía aumentando el gasto público, amenazaba dispararse, o aceptar el desempleo como inevitable. El economista Hayek resurgió de sus cenizas y volvió a primer plano.

6. Ante la globalización imperialista, que convierte a la sociademocracia en solamente peticionista y defensista, la única salida es la revolución social participativa que transforme radicalmente la situación. El que los partidos socialdemócratas solo participen en elecciones y sólo estén preocupados por ocupar cargos y recibir subsidios, los hace aparecer como oportunistas indomables. Un movimiento como el socialdemócrata, que ha convertido el reformismo gradualista en parte de su identidad, no podrá dar un paso revolucionario de alta envergadura sin barruntar siquiera todas las gravísimas consecuencias derivadas de su comportamiento anterior. ¿Cómo puede reivindicarse ante el movimiento de masas sin que le quemen del pico y el cuerpo que le ha servido para inclinar la cerviz?

7. El desplome de la URSS, así como de China y todo lo que se conoció como «bloque socialista» de Europa oriental no significó -como propaga el imperialismo y sus seguidores- el desplome del socialismo. Los libertarios estudiosos del problema lo preveíamos con mucha anticipación 20 años antes -durante el debate chino-soviético- porque teníamos la convicción de que tal socialismo no existía. Sabíamos que el socialismo era otra cosa: la abolición del salariado, de la plusvalía y del Estado autoritario. La caída del bloque soviético convirtió al planeta en un solo mundo en beneficio del poder de los EEUU. La política socialdemócrata tuvo que someterse más al mando de imperio o «globalización» haciendo a un lado cualquier política «nacionalista».

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.